La guerra de Ucrania cumple un año, 365 días que han supuesto una amenaza no solo para el país de Volodimir Zelenski, sino también para Occidente, que ha intensificado sus esfuerzos para ayudar al enclave invadido. Esta semana el presidente de Estados Unidos (EEUU), Joe Biden, y el de España, Pedro Sánchez, han visitado Kiev para exhibir músculo frente a Vladimir Putin coincidiendo con el aniversario de la guerra.

El máximo responsable de nuestro país se comprometió con su homólogo ucraniano a mantener el apoyo el tiempo que sea necesario y anunció el envío de diez tanques Leopard -en las últimas horas no ha descartado el de cazas- después de que la Comisión Europea trasladara la opción de compra de armamento conjunto. A la ayuda en materia militar hay que sumarle la humanitaria y la financiera que tanto nuestro país como el conjunto que forma parte de la OTAN y la Unión Europea han facilitado durante los últimos meses para tratar de hacer frente a Moscú.

Sin embargo, si nos detenemos en los número y en el peso de la colaboración con la resistencia ucraniana, el resultado del esfuerzo de Occidente es dispar, tal y como muestra el think tank alemán Kiel Institute for the World Economy. El organismo explica qué cantidad ha destinado cada país en cada uno de los distintos ámbitos de defensa (armamentístico, financiero y humanitario); un dinero del que, por otra parte, aún faltan por llegar tres cuartas partes. La pregunta con los datos sobre la mesa es: ¿qué países han invertido más en la guerra de Ucrania?

Inversión total

EEUU es el país que más dinero ha puesto sobre la mesa en el conflicto bélico. El territorio norteamericano ha empleado unos 73 billones de euros entre ayuda armamentística, humanitaria y financiera. Toda una demostración de potencia mundial. Ninguna sorpresa bajo la nieve de Moscú.

Al otro lado del mapa, dentro de la UE, los países que más han financiado la defensa ucraniana son Alemania, Polonia y Francia. Entre los tres suman más de la aportación bilateral de los socios europeos. Por delante de ellos se encuentra Reino Unido, aunque no forma parte de los Veintisiete.

En cifras, el país de Olaf Sholz ha aportado 6,16 billones de euros, mientras que el dato de Varsovia se queda en los 3,6 billones y el de París en 1,68. La ayuda de Reino Unido, por su parte, asciende a los 8,30 billones y se sitúa de facto solo por debajo de EEUU y el conjunto de las instituciones europeas.

En lo que respecta a España, nuestro país ha destinado 0,38 billones de euros al conflicto bélico, lo que le deja en el puesto 17 del ránking. En términos generales, y obedeciendo al análisis llevado a cabo por el organismo alemán, España es el país que menos invierte de su entorno si se considera como tal a los países ya mencionados y Portugal (0,43 billones). También está por debajo de otros como Países Bajos (1,49 billones), aunque por encima, por ejemplo, de Bélgica (0,24).

El resto de países que han invertido menos que el nuestro en términos totales son Lituania, Finlandia, Letonia, Estonia, Suiza, Bulgaria, Eslovaquia, Grecia, Corea del Sur, Luxemburgo, Irlanda, Taiwán, Eslovenia, Turquía, Hungría, Croacia, Nueva Zelanda, Rumanía, Chipre, China, India y Malta.

Respecto al PIB

El think tank alemán hace una distinción entre el gasto en término global y en función del PIB de cada país. Aquí EEUU pierde algo de fuelle y baja hasta la quinta posición del total de territorios (0,37%), situándose lejos de Estonia (1,071%), quien se alza con el podio. Letonia, Lituania y Polonia completan la lista previa al país de Biden. Cabe destacar que fue Tallín quien cifró en 4.000 millones el coste de la munición que la UE se abre a comprar de forma conjunta.

En este apartado, España cae hasta el lugar 29 del total de países (0,032%). Italia se queda en el 0,057%, Francia en el 0,067%, Alemania, con una subida notoria, en el 0,168% y Portugal en el 0,21%. Hungría también supera ligeramente a España (puesto 28), lo mismo que Croacia (25), poniendo solo algunos ejemplos.

Ayuda armamentística

El envío de armas es uno de los asuntos que más controversia ha generado desde que estallara la guerra. Alemania o España son dos de los países en los que más debate ha generado esa cuestión. Sin embargo, los datos muestran que Berlín se posiciona muy por encima de Francia, casi cuatro veces por encima: 2,36 billones frente a 0,66.

Quien vuelve a mostrarse fuerte, como no puede ser de otra manera, es Estados Unidos. El país de Biden ha pagado más del 50% de la guerra en este sentido. En dicha dirección el país norteamericano ha pisado el acelerador de la ayuda armamentística, aunque no tanto de la humanitaria, ya que aporta casi 15 veces más (44,3 billones) en la primera que en la segunda (3,72).

Respecto de los países europeos, nuevamente Reino Unido se encuentra a la vanguardia (4,89 billones). Por detrás, Alemania (2,36) y Polonia (2,43). La cuantía destinada por España se queda en los 0,08 billones.

Así las cosas, nuestro país ocupa el puesto 22 y tiene por delante a otros países como Noruega, Dinamarca, Suecia, República Checa, Australia, Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Grecia y Bélgica. El caso finlandés no deja de ser llamativo, ya que es uno de los países que desde mayo del año pasado más disposición ha mostrado a formar parte de la OTAN.

Refugiados: la baza fuerte de España

Donde España tiene más motivo para exhibir músculo es en el coste respecto a las personas que han salido de Ucrania en busca de segundas oportunidades. Es decir, nuestro país ha centrado una parte importante del PIB a esta cuestión.

Es cierto que países como EEUU o Reino Unido se salen de esta ecuación por razones evidentes (las travesías son más complejas que aquellas que se pueden hacer por tierra), pero en cualquier caso España destina un 0,11% sobre el PIB, una cifra que está muy por encima de la de Francia (0,03%), Portugal (0,08%) o Italia (0,04%).

La política antimigratoria de Giorgia Meloni es de sobra conocida. Esta última tesis sirve para ejemplificar por qué Roma destina tan poco de sus arcas públicas, algo que se contradice con el porcentaje de Hungría (0,25%) o Polonia (1,47%), lugares en los que, eso sí, podría estar jugando un papel determinante la cercanía con el país invadido.