Tomás Burgos Gallego, Viceconsejero de la Presidencia, Interior, Diálogo social y Simplificación administrativa de la Junta de Andalucía, se inventó que era médico. Hombre fuerte en el Gobierno de la Junta de Andalucía, antes de llegar a la viceconsejería ocupó la Secretaría General de la Presidencia de la Junta. En el pasado fue diputado en el Congreso por Valladolid durante casi veinte año y ex secretario de Estado de Seguridad Social con el Gobierno de Mariano Rajoy.
Falso licenciado
Después de su nombramiento a finales de 2011, el nombre de Tomás Burgos falseó su currículum atribuyéndose un título de médico que no tenía.
En concreto, en la referencia oficial del Consejo de Ministros recogida en la web de La Moncloa figuraba que Burgos era “médico y experto en gestión sanitaria”, una titulación que se rebajaba en la web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, donde pasaba de ser “médico” a tener únicamente “formación universitaria en Medicina por la Universidad de Valladolid”. Era mentira. De hecho, ahora en la Junta de Andalucía se informa de lo siguiente sobre su biografía:
"Nacido en Valladolid, ostentó durante la pasada legislatura la Secretaría General de la Presidencia. Cursó estudios de Medicina y Cirugía en la Universidad de Valladolid, que completó como Diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias y en Gestión Sanitaria IESE (Universidad de Navarra) y en Gestión Sanitaria por ESADE (Escuela Superior de Administración de Empresas)".
Colegiado imaginario
En la biografía oficial de Burgos que figuraba en la página web del Congreso de los Diputados se leía exactamente: “Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”, lo que daba a entender que era licenciado en dichas disciplinas por la Universidad de Valladolid.
Así lo entendió el propio Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España, que en su diario digital Médicos y Pacientes, correspondiente al 11 de diciembre de 2011, publicó un artículo, más tarde suprimido, con el título: “18 médicos en la nueva Cámara Baja del Parlamento”. El primero de la lista era Tomás Burgos, al que definía como “licenciado en Medicina y Cirugía. Universidad de Valladolid”, relataba la información de El País.
El currículum menguante de Moreno Bonilla
El escándalo de las formaciones hinchadas sube más alto en la Junta de Andalucía. Concretamente hasta el primer escalafón del Gobierno regional. Tras el escándalo de Noelia Núñez, la oposición puso en la picota a Juanma Moreno Bonilla, resucitando la polémica de lo que Adelante Andalucía catalogaba como “currículum menguante” pues, al contrario que otros compañeros de partido, no engordaba su formación, sino que restaba los títulos que aparecían en un principio. Y es que en el año 2000, un joven político dejaba su carta de presentación por primera vez en la web del Congreso, donde, con apenas 30 años y en representación de los electores cántabros, figuraba una licenciatura en Dirección y Administración de Empresas junto a un Máster en Dirección y Administración de Empresas por EADE.
Lo curioso es que, en 2004, con motivo de las elecciones generales, ya en la circunscripción de Málaga, actualizaba su biografía, que pasó a tener tan sólo “estudios en Dirección y Administración de Empresas”. Si bien es cierto que sumó un Programa para el Liderazgo en la Administración Pública (IESE) al Máster que ya tenía en la legislatura anterior. Cuatro años más tarde consiguió revalidar su escaño en la Carrera de San Jerónimo, pero de su perfil en la web del Congreso desapareció cualquier referencia a estudios superiores. Mantuvo el Máster en EADE y el programa del IESE, al que incorporó su trayectoria como “director General”.
Tres años después, en 2011, consiguió de nuevo un sillón en la Cámara Baja, aunque renunció a su acta tras ser designado como secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, cargo público que aún ostenta y para el que volvió a actualizar su currículum. En esta nueva edición, entre otras cuestiones, resucitan los estudios superiores, aunque en calidad de “grado (licenciado) en Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, además de titulado superior en Protocolo y Relaciones Internacionales por el mismo centro formativo. No obstante, tal y como publicó en su momento eldiario.es, los másteres no tenían tal entidad, habida cuenta de que alguno de ellos tan sólo era un permiso y, lo que figuraba como programa, no era del todo preciso.