A punto de cumplirse un año del inicio de la guerra en Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se ha dirigido a la nación como motivo del discurso anual. La persona que mantiene en jaque a medio mundo sabe que, en comparación con el país invadida, dispone de las armas para ganar en el campo de batalla -junto a Estados Unidos (EEUU) es el país que cuenta con mejores condiciones bélicas- pero es consciente también de que los hechos no se han desarrollado en los últimos 365 días como a él le habría gustado.

Con este mapa mental y conocedor también de que tanto la Unión Europea como EEUU y el resto de países que forman parte de la OTAN continúan redoblando las presiones sobre su figura, Putin ha optado nuevamente por culpar a los diferentes territorios y entidades, como hiciera en otras intervenciones como la del Día de la Victoria; convirtiendo una vez más las palabras en hechos. Así las cosas, ha suspendido el tratado Nuevo START de desarme nuclear que firmó con EEUU; aunque Putin ha preferido usar el término “congelar temporalmente” lo que considera como un “teatro del absurdo”. La decisión llega después de la visita sorpresa de Joe Biden al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

Culpa a Occidente

Este martes, el líder ruso se ha dirigido a la nación en el que ha sido su primer mensaje a ésta desde que comenzó el conflicto en el este del continente. En su discurso, ha acusado a Occidente de “ser el culpable” de la guerra y ha destacado que Moscú únicamente “está usando la fuerza para poner fin” al conflicto que está a punto de cumplir 365 días. En concreto, ha calificado al país de Volodimir Zelenski y a la región del Donbás como un “símbolo de auténticas mentiras” a la vez que ha hablado de la “hipocresía” de Occidente al “retirarse de acuerdos fundamentales y expandir la OTAN” hacia sus fronteras.

En la misma dirección, Putin sostiene que “ellos son los culpables”, mientras que Rusia “está tratando de detener” el conflicto, aunque para esto tenga que hacer uso de la fuerza. “Hicimos todo lo posible para resolver el conflicto de forma pacífica, para resolverlo. Mantuvimos pacíficamente negociaciones para una solución pacífica a este grave conflicto, pero a nuestras espaldas se estaba preparando otro escenario”.

Sobre ello, ha destacado que es “imposible derrotar a Rusia en el campo de batalla” y ha cargado contra todos los países que mencionan los organismos ya mencionados y que en las últimas horas exhiben músculo y muestran un apoyo sin fisuras a Ucrania. De entre todos, Putin marca como principal enemigo a EEUU y su presencia militar en todo el mundo: “Ningún país tiene tantas bases militares como ellos, todo el plantea está lleno de bases, solo hay que mirar el mapa”.

Con una hoja discursiva clara que mantiene las intenciones de Moscú de “desnazificar” territorios ucranianos como el Donbás, el mandatario ruso sostiene que sus tropas “solo están defendiendo a la gente” mientras que “Occidente se ha gastado 150.000 millones de dólares en ayudar a Kiev”. “Rusia responderá con firmeza al envío de armas de mayor alcance”, ha asegurado.

“En los años 30 abrieron el camino a los nazis”

Haciendo uso partidista de la historia, Putin ha apelado a la anexión de Crimea de 2014 y a otros momentos en los que Occidente “ha dejado tantas víctimas y tragedias”. “Están robando, hablando de democracia. Quieren imponer sus valores totalitarios”.

Para Putin, esta parte del globo “busca ocultar su propia corrupción y problemas” y ha olvidado que “en los años 30 abrieron el camino a los nazis”. “Ahora está reconvirtiendo este proyecto en Ucrania (…) convirtiendo al pueblo ucraniano en un rehén de Kiev”, ha emplazado. “El proyecto anti Rusia es revanchista y ha llevado a la creación de grupos de conflicto cerca de nuestra frontera”.

El presidente ruso ha agradecido a los soldados y la población rusa su “valentía y coraje” y ha prometido que “se acelerará la reconstrucción de las nuevas regiones rusas”. “Rusia no solo lucha por sus intereses, sino también por la idea de que en el mundo contemporáneo no cabe una división de este tipo”, ha acentuado. En la misma línea, ha ensalzado la “estabilidad económica” del país pese a las “presiones de Occidente” cuyas sanciones, advierte, “no están funcionando”.

En otro orden de cosas, Putin ha hablado de las “mentiras” de los líderes de la comunidad internacional a las “generaciones jóvenes”. “La pedofilia se convierte en una norma de su vida y los sacerdotes están obligados a bendecir matrimonios homosexuales. La gente mayor puede hacer lo que le da la gana, la vida privada no es objeto de nuestra influencia, no pensamos controlarla, pero debemos decir: viene en las escrituras sagradas de todas las religiones. La familia es una unión de hombre y mujer. Pero estos textos sagrados, en estos momentos, son cuestionados”, ha criticado.