El Consejo de Ministros ha acordado este martes retirar de la tramitación parlamentaria la senda de estabilidad. Moncloa se da así más tiempo para exprimir al máximo todas las líneas de diálogo abiertas, al no tener amarrados los apoyos necesarios para sortear este crucial paso en la tramitación. Con el fin de evitar de nuevo una fotografía como la del mes de julio, cuando Junts votó ‘no’ junto a Partido Popular y Vox a los objetivos de déficit, el Gobierno ofrece una nueva vía de oportunidad para la negociación.

A las 09:00 horas de este jueves tomaría la palabra la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, para ofrecer algunas pinceladas sobre el sistema de financiación fruto del pacto con ERC para investir a Salvador Illa. Una comparecencia que serviría como aperitivo al plato fuerte de la jornada: el debate y posterior votación de la senda de estabilidad presupuestaria. Cuestión clave para el avance de la legislatura, máxime después del portazo estival de Junts en el último pleno del pasado curso político. Sin embargo, ante la más que factible reedición de la derrota parlamentaria, el Gobierno recoge cable.

No obstante, finalmente el jueves no habrá votación de los objetivos de déficit. Así lo ha anunciado el propio Gobierno tras la reunión del Consejo de Ministros presidido por Montero ante la ausencia del presidente, Pedro Sánchez, de viaje oficial en Nueva York. El cónclave gubernamental ha acordado la retirada del orden del día de la senda de estabilidad presupuestaria al no tener asegurados los apoyos para que esta salga adelante.

Bola extra

Una retirada a tiempo, en ocasiones sabe a victoria y eso es precisamente lo que buscan en Moncloa. El Ejecutivo ha explicado que quiere agotar todas las posibilidades para cerrar un acuerdo que, insisten, sería beneficioso para todas las comunidades autonómicas y todos los ayuntamientos y, en definitiva, para el conjunto del país. De este modo, ganan algo más de tiempo para negociar con Junts tras la tentativa fallida de este pasado viernes en Ginebra, cuando el número tres socialista, Santos Cerdán, se reunió con Carles Puigdemont para acercar a los neoconvergentes al ‘sí’.

“Votar en contra de los 12.000 millones de euros no es cotar en contra del Gobierno, sino del país. Es votar en contra de las políticas sociales. Queremos dar una nueva oportunidad al diálogo para recuperar la sensatez”, ha indicado la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, nada más arrancar la rueda de prensa posterior a la celebración del Consejo de Ministros.

En este sentido, desde Moncloa apuntan al Partido Popular como principal culpable de la presumible derrota parlamentaria. No se resignan a que su “irresponsabilidad” genere un “grave perjuicio” para todos los territorios, subrayando que las pérdidas rozarían los 12.000 millones de euros de margen presupuestario en caso de que no se aprueben los nuevos objetivos. En paralelo, precisan que la senda contaba con el aval de las propias autonomías en el marco del Consejo de Política Fiscal, que atempera los objetivos de déficit para gobiernos regionales y locales.

Junts: "Nuestro voto no puede producir sorpresa"

El Gobierno centra el tiro en que ese margen lo asumiría la Administración Central, habida cuenta de que sería quien haría el mayor esfuerzo en meter la tijera al déficit. En otras palabras, lo que la senda que planteaba Moncloa ofrece a autonomías y ayuntamientos es que se ensancha la capacidad de gasto de estos. De hecho, es sobre esta cuestión sobre la que pretenden focalizar las conversaciones, remarcando en el “ejercicio de responsabilidad” que comporta la retirada de la tramitación.

Moncloa redobla sus reproches al Partido Popular, a quienes señalan por centralizar su agenda política sobre el cálculo electoral y partidista aunque ello suponga un perjuicio para la ciudadanía en términos de “servicios públicos”. “El Gobierno trabaja para mejorar la vida de la gente y buscará un acuerdo que preserve los recursos para la Sanidad, la Educación o la dependencia en todos los territorios”, abundan desde el Ejecutivo.

No hay avances

Las conversaciones siguen en punto muerto. Ni un avance en los últimos días, ni tan siquiera con el último acercamiento del Partido Socialista con el viaje de Cerdán a Suiza. Junts, cuyos siete votos son absolutamente necesarios para sacar adelante la senda de déficit, sigue enrocado en el ‘no’. Desde el sector neoconvergente se barruntaba un endurecimiento de su presión a los socialistas, máxime cuando el paraguas de la amnistía sigue sin dar cobijo a Carles Puigdemont. Hay quien advertía que a sus parlamentarios en Madrid estarían dispuestos a llevar a Moncloa de derrota en derrota hasta blindar a su líder.

Este mismo lunes, el secretario general de Junts, Jordi Turull, redundaba sobre esta posición y advertía al PSOE de que volverían a votar en contra de los objetivos de déficit si la propuesta “es la misma” de julio. “Nuestro voto no puede producir sorpresas. Todo lo que sea para consolidar el ‘café para todos’ no tendrá nuestro voto, para agravar el déficit fiscal de Cataluña no tendrá nuestro voto, para una invasión de competencias no tendrá nuestro voto”, manifestó el número dos neoconvergente.

Palabras, las de Turull, que se enmarcan en los días posteriores al encuentro en suiza que mantuvieron Santos Cerdán y el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont y en el que los socialistas constataron la posición granítica de Junts. Conversaciones poco fructíferas que han motivado el movimiento de Moncloa de este martes, retirando del orden del día del jueves el debate y votación de la senda de estabilidad ante otra nueva derrota parlamentaria.

Sorpresa en Génova

En paralelo, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, ha tachado de “sorprendente” la decisión del Gobierno de aplazar la tramitación de la senda de déficit, aunque le produce más asombro que vierta las culpas sobre el Partido Popular cuando no ha habido negociación con la primera fuerza en el Congreso de los Diputados. Así las cosas, el jefe de los conservadores da por liquidada una legislatura que “nació muerta”.

A ojos de Feijóo, el movimiento del Gobierno responde a la reunión que el PSOE mantuvo con Puigdemont en Suiza. “Parece ser que las reuniones para preparar esa senda y el Presupuesto han salido mal y han decidido en Suiza que España no tenga cuentas públicas para el año 2025”, ha resumido en una entrevista concedida a Telecinco. Interrogado sobre si existe una vía alternativa en la que el PP sume sus votos al Ejecutivo para convalidar los objetivos de déficit, el líder de la oposición ha encuadrado esa posibilidad a un “compromiso” por parte de Moncloa de “retirar el cupo separatista”. “Es evidente que las cosas cambiarían”, ha matizado.

El líder del principal partido de la oposición emplaza al Ejecutivo a regresar a un estadio de “igualdad de los españoles” en términos de educación, sanidad y servicios públicos para “hablar” con Moncloa. Ese escenario, según ha apostillado, abriría la línea telefónica con Génova para favorecer unas nuevas cuentas públicas.

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