Cayetana Álvarez de Toledo vuelve a ser un quebradero de cabeza para la dirección nacional del PP en un momento delicado. Mientras Génova libra su batalla con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso por el control de la sucursal regional, la que fuera portavoz parlamentaria cuestiona a la cúpula de su partido, primero al saltarse la disciplina de voto con el acuerdo pactado para el Tribunal Constitucional, y segundo con la promoción de su libro. En este sentido, la jet set conservadora sugiere a la diputada que dé un “paso atrás” si no le “ilusiona” el proyecto de Pablo Casado.

La exportavoz parlamentaria del Partido Popular siembra el temor en la séptima planta de Génova. La promoción de su libro (Políticamente indeseable) converge en tiempo y en espacio con la batalla por el control del PP de Madrid. Dos frentes abiertos de complejo cierre para los conservadores.

Sobre el caso de la diputada hispano-argentina, el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, ha insinuado este jueves que Álvarez de Toledo debería dar un “paso atrás” y renunciar a su escaño si el proyecto de Pablo Casado “no le ilusiona” o disiente con el “devenir político” de la formación.

Montesinos, en una entrevista concedida a TVE, ha deslizado que él entró en política hace más de dos años porque entendía que Casado debe ser presidente del Gobierno, sobre todo cuando el PP tiene que presentar batalla a Pedro Sánchez, al que cataloga como el “peor” jefe del Ejecutivo de la historia de España y, así, “abrir una nueva etapa”.

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No obstante, el dirigente conservador ha dibujado un escenario alternativo, en alusión al actual estatus de Álvarez de Toledo, en el que considerase que el proyecto del partido no le “ilusiona” o no se encuentra “a gusto en la política”. “Daría las gracias por haberme permitido estar en este lugar y representar a Málaga”, ha deslizado Montesinos, al tiempo que ha insistido en que en ese caso “daría un paso atrás”.

El dirigente popular, interpelado sobre si considera que Álvarez de Toledo debería renunciar a su escaño, ha subrayado que él no habla por otras personas, sino que sus declaraciones previas ejemplifican su postura en un supuesto similar. “Es lo que haría si no estoy contento o de acuerdo con el devenir del partido”, ha apostillado.

Procedimiento “estándar” contra Álvarez de Toledo

De entre la polémica literaria, emerge la posibilidad de que el Partido Popular sancione el incumplimiento de la disciplina de voto de Álvarez de Toledo. La parlamentaria conservadora, al contrario que el resto de su grupo, emitió un voto en blanco en el marco de la ratificación de la Cámara a los nombres salientes del acuerdo del PSOE y PP para la renovación de los órganos constitucionales.

Esta iteración rebelde podría saldarse con una sanción a la diputada. Montesinos, interrogado sobre este asunto, ha explicado que la fuerza conservadora actuará como con cualquier otro diputado. “Cuando no se cumple la disciplina de voto los órganos internos hacen su trabajo”, ha manifestado.

Se trata del “procedimiento habitual y estándar” que el PP implementa en este tipo de situaciones, sea el nombre que sea, siempre que el diputado en cuestión se desvincule de la disciplina de votos sobre asuntos que “están muy claros en el reglamento interno”.

Por el momento, Álvarez de Toledo ya advirtió el miércoles de que ni siquiera sopesa renunciar a su acta de diputada, asumiendo las “consecuencias” adyacentes al procedimiento abierto. Por su parte, Montesinos ha preferido dar carpetazo al asunto y abordar “las preocupaciones de la gente”.