La exportavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, ha respondido a las insinuaciones procedentes de Génova, desde donde, a través de la voz del vicesecretario de Comunicación del partido, Pablo Montesinos, invitan a la diputada a dar “un paso atrás” si no le “ilusiona” el proyecto de Pablo Casado. Sin embargo, no renunciará al escaño porque sería “lo más fácil y vulgar”. Además, ha apostillado que “de la ilusión también se vive”.

Este jueves, en La Hora de TVE, Pablo Montesinos fue interrogado sobre los dolores de cabeza que la exportavoz parlamentaria ha levantado en el Partido Popular. El dirigente conservador le ha invitado a “dar un paso atrás” si no le “ilusiona” el proyecto que lidera Pablo Casado o si disiente con el “devenir del partido”.

La insinuación de Montesinos se produce en plena campaña promocional de libro de Álvarez de Toledo (Políticamente indeseable), donde tilda a Casado de “bienqueda” y “veleta” y acusa al secretario general del partido, Teodoro García Egea, de practicar mobbing” y “bullying; además de contravenir la disciplina de voto durante la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional pactados por PSOE y PP.

La diputada conservadora por Barcelona ha subrayado que no renunciará a su acta. “Mi decisión de no dejar el escaño está ya explícita en el libro, por lo que no hace falta extenderme”, ha declarado Álvarez de Toledo a Europa Press, al tiempo que ha lanzado un dardo a Montesinos al indicarle que de “la ilusión también se vive”.

En su libro, que se publica este mismo jueves, la parlamentaria popular explica que “muchas personas” podrían pensar que le llevaría a abandonar su escaño. Pero nada más lejos de la realidad. “Sería la opción fácil y vulgar. Peor aún, sería la constatación de que la política, como la concibo, es imposible. Pero no. La política deseable no es un producto de mi idealismo. Existe en los libros de Historia y en las limpias vocaciones de muchos políticos, veteranos y jóvenes, retirados y en activo, con los que he tenido el privilegio de compartir causa y camino”, asegura al final de la publicación.

Sostiene que los políticos han de decir en público “lo mismo que en privado” y que se reconozca la “degradación del oficio”. “El rescate de la política sólo es posible desde la propia política y sin concesiones a la autoindulgencia. Como Cyrano de Bergerac, con la nariz bien alta y hasta el final”, manifiesta.