Con gran parte del aparato del Partido Popular en su contra, cantos de sirena ultraderechistas tratan de embelesar a la diputada rebelde conservadora y ex portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo. Inmersa en la presentación de su libro Políticamente indeseable, la hispano-argentina fue preguntada en la Cadena SER sobre si Vox le ha tanteado oficialmente en alguna ocasión y sus respuestas han sido de lo más clarificadoras.

Álvarez de Toledo ha dejado claro ante los micrófonos de Hora 25 que la formación de Santiago Abascal nunca ha intentado su fichaje. Además, la diputada conservadora ha esgrimido las diferencias que le separan de los ultraderechistas, que abarcan el modelo europeo, el modelo del 78 y la “colectivización a los inmigrantes”.

Ha destacado que se trata de una formación “nacionalista” y “yo no lo soy”. La exportavoz parlamentaria del Partido Popular compra algunos de los argumentos de Vox en cuanto a la batalla cultural al “tema identitario de género”, pero entiende que “no se puede colectivizar a ningún grupo, ni a los hombres ni a las mujeres ni a los homosexuales”. “Creo en los ciudadanos y en su valor intrínseco porque somos únicos, libres e iguales ante la ley y no se nos puede discriminar por sexo”, ha apostillado.

Pero además, encuentra dos valladares difíciles de asumir: Europa y la Transición. La diputada aboga por “no tirar el modelo del 78 con el agua sucia del nacionalismo”. Su “europeísmo”, continúa Álvarez de Toledo, le impide conjugar con la visión que Vox tiene de la Unión Europea, a la que cataloga simplemente como “distinta” a la suya.

Pero no se podía aparcar a la ultraderecha sin detenerse en la polémica de la vacunación – o no – de Santiago Abascal. El líder de Vox no ha querido revelar si se ha inmunizado o no contra la Covid-19, una postura que no agrada a la exportavoz conservadora, quien entiende que es una “responsabilidad” administrarse la dosis. “Los líderes tenemos una responsabilidad al vacunarnos y dar ejemplo, por supuesto”, zanjó.