Susana Díaz: “Teresa Rodríguez tiene mal olfato”

Málaga. 10 de la mañana en un hotel del centro. No parece noviembre. La luz que viene del mar cercano inunda la cafetería a esas horas solitaria. Al otro lado de los amplios ventanales se apostan los taxistas en su parada; al contrario que sus compañeros de Sevilla cuando días atrás reventaron un mitin de Susana Díaz, hoy están tranquilos y en lo suyo. Aun así, mejor no arriesgarse a una sesión fotográfica con la candidata en plena calle.
A la presidenta socialista se la ve relajada; si por dentro no lo está, nadie lo diría. Parece confiada en su victoria y seguramente lo está pero, cuando baja la guardia, alguien muy atento creería adivinar en su frente la sombra incierta de esa aprensión propia de todo combatiente en vísperas de la batalla.

Díaz es una líder aplicada, profesional. No acierta siempre, pero conoce su oficio. Confía en la retórica de vieja escuela según la cual conviene repetir un mensaje todas las veces que haga falta y alguna más para asegurarse de que llega a los electores.

El principal mensaje socialista en este último tramo de campaña es la acusación al PP y Ciudadanos de que sumarán sus votos a los de extrema derecha. Díaz lo suelta antes de que se lo pregunten. El PSOE ha encontrado un filón de oro en esa virtual alianza que sus adversarios no impugnan. Zapadores, infantería, caballería y artillería llevan varias jornadas concentrados en esa veta. Oro de primera calidad.

Aviones privados para el PP valenciano en los papeles ‘robados’ de Bárcenas

Quizás los más veteranos recuerden cuando Eduardo Zaplana, como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de José María Aznar, se recorría España y parte del globo terráqueo a bordo de un jet privado que pagaban todos los españoles. Ahora sabemos que dicha afición venía heredada del Partido Popular de Valencia, donde el uso de jets privados para mover a sus dirigentes era casi una tradición. Eso sí, pagada presuntamente con la caja B de la formación.

Los documentos sustraídos a Luis Bárcenas dentro de la Operación Kitchen, a los que ha tenido acceso ElPlural.com, arrojan pruebas de ello. Cabe recordar que durante el Gobierno de Mariano Rajoy se montó una operación policial sin cobertura judicial con un total de 80 agentes que se encargaron de seguir al extesorero del PP e, incluso, se captó a su chófer para robarle documentación sensible para el PP, a cambio de enchufarle después en la Policía Nacional.

Dentro de esa documentación, además de las facturas que prueban la compra masiva de libros sobre Mariano Rajoy, Luis Bárcenas guardaba la documentación y el contrato realizado para que los dirigentes del Partido Popular de Valencia pudieran viajar en un “avión turbo-hélice”, es decir, en un jet privado.

La Operación Kitchen y la Caja B del PP de Madrid

Desde que se conocieran en febrero del 2009 la primeras informaciones sobre el Caso Gürtel, la financiación irregular del PP Nacionaldel PP de Madrid y del PP de Valencia ha sido motivo de investigación. Durante las diferentes fases de instrucción ha quedado acreditado que en el caso de Génova 13 ha coexistido, al menos durante 20 años una Caja B. En mayo del 2018 una sentencia de la Audiencia Nacional ratificaba la investigación. En el caso del PPCV otra sentencia, también de la Audiencia Nacional confirmaba que durante las elecciones  autonómicas y municipales del 2007 y generales del 2008 hubo financiación irregular  a través de donaciones realizadas por 9 empresarios.

En el caso del PP de Madrid los primeros informes de la UDEF y los documentos hallados en el pendrive del contable del entramado de Francisco Correa señalaban que durante la etapa de la presidencias de Pio García Escudero y sobre todo de Esperanza Aguirre los genoveses madrileños recibieron cientos de miles de euros de empresarios con nombre y apellido a través de FUNDESCAM una Fundación que utilizaba esas donaciones interesadas para pagar actos electorales, sorteando la ley electoral y la ley de financiación de los Partidos Políticos. Como suele ser demasiado habitual en este tipo de delitos con el paso del tiempo habrían prescrito y los jueces instructores no siguieron investigado.

Los médicos suspenden la huelga tras llegar a un acuerdo con la Generalitat

 El sindicato Metges de Catalunya (MC) y el Institut Català de la Salut (ICS) han llegado a un acuerdo este jueves. Tras aceptar la oferta del Govern, los médicos de familia han desconvocado la huelga tras cuatro días de paros.

Así lo ha anunciado Chakir el Homrani, conseller de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat catalana, quien ha destacado “larga negociación”, pero que a pesar de eso “con mediación y diálogo” se ha conseguido hacer frente a los retos que se planteaban.

El sindicato ha aceptado la oferta del Govern de inyectar de forma inmediata 100 millones de euros a la atención primaria. Los facultativos reclamaban acabar con una situación de exceso de pacientes a los que atender y poco tiempo que dedicarles. Además de esto, también pedían una mejora económica salarial tras varios años de recortes.

El 80% de los delitos contra personas LGTBIQ+ no se denuncian

Sólo en 2017, se conocieron 629 agresiones de odio por orientación sexual y casi la mitad se produjeron a manos de personas cercanas que formaban parte del entorno de la víctima.

Estas son sólo algunas de las tristes cifras que nos muestra este jueves el informe presentado por el Observatorio contra el Odio con la financiación del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Y es que, cuatro de cada diez víctimas del colectivo LGTBIQ+ descubren que sus agresores no son personas descocidas, sino gente a los que pueden poner rostro, nombre y apellido por ser parte de su entorno.

En un ambiente social, lo normal es que las personas se sientan cómodas entre sus allegados, que busquen resguardo y apoyo entre sus vecinos, compañeros de trabajo o estudios y, sobre todo, en la familia. Sin embargo, este estudio nos demuestra que cuando se trata del colectivo LGTBIQ+ esta zona de confort se desdibuja ocultando a casi la mitad de los agresores y motivadores del odio.