Quizás los más veteranos recuerden cuando Eduardo Zaplana, como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales de José María Aznar, se recorría España y parte del globo terráqueo a bordo de un jet privado que pagaban todos los españoles. Ahora sabemos que dicha afición venía heredada del Partido Popular de Valencia, donde el uso de jets privados para mover a sus dirigentes era casi una tradición. Eso sí, pagada presuntamente con la caja B de la formación.
Los documentos sustraídos a Luis Bárcenas dentro de la Operación Kitchen, a los que ha tenido acceso ElPlural.com, arrojan pruebas de ello. Cabe recordar que durante el Gobierno de Mariano Rajoy se montó una operación policial sin cobertura judicial con un total de 80 agentes que se encargaron de seguir al extesorero del PP e, incluso, se captó a su chófer para robarle documentación sensible para el PP, a cambio de enchufarle después en la Policía Nacional.
Dentro de esa documentación, además de las facturas que prueban la compra masiva de libros sobre Mariano Rajoy, Luis Bárcenas guardaba la documentación y el contrato realizado para que los dirigentes del Partido Popular de Valencia pudieran viajar en un “avión turbo-hélice”, es decir, en un jet privado.
Las facturas registran un gasto de 2 millones de pesetas, con el IVA aparte, para la contratación del “transporte de pasajeros con nuestro Avión BEECHCRAFT B-200”. La empresa elegida era Transportes Aéreos del Sur, con sede en el helipuerto de La Cartuja, en Sevilla.
Esta factura cubría la época desde el 27 de enero al 15 de junio del año 2000. Pero ElPlural.com ha tenido acceso al contrato firmado por el Partido Popular de Valencia con la empresa en la que también contratan los jets privados para otro año más, desde el 15 de junio de 2000 hasta el 15 de junio de 2001, por 160.000 euros la hora de vuelo. A razón de 25 horas anuales, el año entero sale a 4 millones de pesetas.
Otra cláusula del contrato señala que “permanecen inalterables las restantes condiciones acordadas en el contrato de fecha 15-06-98”. Lo que querría decir que el PP valenciano habría usado estos servicios, prórroga a prórroga, como mínimo durante tres años, con un coste de 12 millones de euros.
El encargado de firmar, el 26 de marzo de 2001, el contrato de los aviones al que ha accedido ElPlural.com era José Luis Olivas, en calidad de secretario general del PP de Valencia. Pero, además, Olivas era entonces vicepresidente de la Generalitat valenciana, que dirigía Eduardo Zaplana, a su vez presidente del PP valenciano.
De aquella época en que Zaplana y Olivas, máximos dirigentes valencianos, contrataban aviones privados como miembros del PP, con dinero de presunta procedencia ilícita, la sociedad española viviría un revival años después. En el año 2007, El País publicaba los viajes de Zaplana como ministro de Trabajo a bordo de aviones privados pagados con dinero público, después de que el interventor delegado de Hacienda se negase a pagar algunos de esos billetes, cuando José Luis Rodríguez Zapatero llegó a La Moncloa.
Zaplana dejó Valencia en manos de Olivas para irse con Aznar al Gobierno de la Nación. Fueron solo dos años como ministro, pero le dio tiempo a gastarse 150.000 euros en 17 viajes en avión privado a ciudades todas conectadas por decenas de vuelos regulares, con el argumento de que tenía una “apretada agenda”. Incluso llegó a gastar 3.700 euros para volver de Valencia a tiempo para llegar a una entrevista en TVE que, sin embargo, no se emitió hasta 24 horas después.
A día de hoy, Zaplana duerme en prisión desde hace meses por la Operación Erial y Olivas se sienta en el banquillo del juicio a Bankia, por su papel como vicepresidente de Rodrigo Rato en la salida a bolsa.
