"No es incompatible Justicia y compasión". Así ha recordado este lunes José María Aznar a su amigo Eduardo Zaplana, deseando o casi pidiendo que pueda salir de prisión.

Las palabras del expresidente del Gobierno han llegado nada más comenzar su discurso en un foro de la Fundación Faes sobre fiscalidad y financiación pública, en Valencia. Allí, en la tierra de Zaplana, no ha dudado en defender al que fuera su ministro de Trabajo que cumple, desde hace seis meses, prisión preventiva por un presunto delito de blanqueo que podría ascender a 10 millones de euros.

Y es que Azar ha asumido como propia la línea de defensa de Zaplana, que pasa por asegurar que la vida del popular corre peligro dentro de prisión al sufrir leucemia. Sus abogados han pedido en más de dos y tres ocasiones su excarcelación. Primero, alegaron “razones humanitarias” para conseguir su libertadque se sometió a un trasplante de médula después de que se le diagnosticara leucemia en 2015. Poco después, los abogados de Zaplana se agarran a un informe médico en el que se denunciaba su nefasto estado de salud y en el que se aseguraba que, de sufrir complicaciones, la tasa de mortalidad de Zaplana era "cercana al 100%".

Pese a que la jueza encargada del caso ha desestimado sus deseos continuamente, que considera que si Zaplana hacia vida normal en libertad, también puede hacerla en la prisión de Picassent; y a que los forenses han sentenciado que su vida no corre peligro, Aznar cree lo contrario.

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Aznar no ha dudado en decir este lunes que Zaplana está en "riesgo claro de muerte". "Con independencia de las decisiones judiciales, que se respetan, después de tantos meses de prisión preventiva, el Estado de Derecho y la Justicia no son incompatibles ni con la compasión ni con cierto sentido humanitario", ha expuesto. Por eso, espera que su situación pueda " resolverse".

Riesgo de destrucción de pruebas

El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana (i), a su llegada a su chalé de Benidorm (Alicante) acompañado por agentes de la UCO de la Guardia Civil. EFE

Mientras que sus abogados apuestan por seguir pidiendo la excarcelación de Zaplana y la jueza instructora asegura que hay más riesgo de que el popular coja algún virus en la calle que en el módulo de enfermería del centro penitenciario; la fiscalía se opone a su puesta en libertad.

Anticorrupción, que investiga las operaciones de blanqueo de capitales a través de sociedades y cuentas en el extranjero de Zaplana, sospecha que, de salir del centro penitenciario, habría un claro riesgo de destrucción de pruebas.

En prisión, pero en el módulo de enfermería

Por el momento, Zaplana continúa en Picassent, donde duerme en su celda que se localiza en el módulo de enfermería.

Aunque la defensa de Zaplana denuncia que Picassent "no reúne las condiciones necesarias para garantizar", la realidad es que la cárcel cuenta con un módulo de enfermería en el que la vida es mucho más cómoda y los reclusos son tratados como pacientes.

Diariamente se les realizan pruebas médicas y un seguimiento de tensión y peso para valorar su estado de salud. En el caso de necesitar una atención más específica o de urgencia, el recluso es trasladado al hospital más cercano; como ocurrió con el mismo Zaplana 13 días después de su ingreso.

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El centro penitenciario de Picassent cuenta con personal sanitario específico que se encarga de “la actividad sanitaria tanto preventiva como asistencial de los internos”.

“Deben asegurar que la atención sanitaria sea de calidad mediante la utilización racional y eficiente de los recursos y diagnósticos terapéuticos propios y ajenos”, aseguran en la web del centro.

Defender la Constitución y pactar con Vox

Tras recordar a Zaplana, Aznar ha pasado a otro tema totalmente diferente: la defensa a ultranza de la Constitución.

"Es el momento adecuado para defender la Constitución de los que quieren quebrar su fundamento, que es la nación española”, ha dicho para añadir que también hay que defender la constitución “de los que están empeñados en someterla a un ajuste de cuentas; de defenderla frente a todos esos que creen posible, 40 años después, descargar sobre la Constitución su frustración porque los españoles en su momento optaron por la reforma y no por la ruptura, por la integración y no por la exclusión, por la reconciliación y no por el enfrentamiento; por la lucha incruenta en la democracia en vez de por el desgarro doloroso de las dos Españas”.

“¿Quiénes están empeñados en desacreditar la Constitución? Los que nunca han aportado nada a la convivencia entre los españoles; los que predican el antagonismo y el enfrentamiento civil; los que todavía elogian a ETA y a sus cómplices políticos porque fueron los únicos que no entraron en el terreno del juego democrático que la Constitución hizo posible”, ha proseguido atacando a Pedro Sánchez y su Gobierno.

El problema es que Aznar también ha defendido un hipotético pacto entre el PP y Vox, olvidando que el partido de ultraderecha no defiende la España de las autonomías, el modelo territorial que estipula la Constitución, que ha pedido defender por encima de todo.