Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) considera que Quim Torra le está dando a Pedro Sánchez la excusa perfecta para paralizar sine die la mesa de negociación. Desde que se anunció su articulación a cambio de facilitar la investidura del Gobierno de coalición, los republicanos catalanes sospechan que el president de la Generalitat está empeñado en dinamitarla. Las reuniones, en un principio, iban a ser semanales. La pandemia del coronavirus anquilosó los encuentros y Esquerra trabaja desde el fin del estado de alarma para fijar una fecha cuanto antes. 

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, justificó que aún no se haya agendado un encuentro alegando que existen “discrepancias entre los miembros del Ejecutivo catalán”. “El Gobierno de Cataluña tiene dos partidos diferentes, uno de ellos está en la tesitura de sentarse pronto, pero hay pronunciamientos del otro partido no afín a esta posición; cuando parezca que haya acuerdo, nosotros nos sentaremos”, apuntaló en Las Mañanas de RNE.

Fuentes de la cúpula de ERC consultadas por ElPlural.com sostienen que Torra quiere cargarse la mesa, como ya trató de hacer en un principio. “Les está dando una excusa [Torra] para cargársela. Y no solo él. El PSOE tampoco quiere que prospere porque ya casi estamos en elecciones y quieren los votos de Ciudadanos. Lo hemos visto en las últimas semanas”, precisan.

ERC tratará de evitar que ambos actores se levanten de la mesa y presiona al Gobierno para fijar fecha cuanto antes porque “sin mesa, ERC sufre y lo saben”

ERC pisa el acelerador

El pasado 29 de junio, el líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, escribió un artículo publicado en La Vanguardia junto al vicepresident de la Generalitat, Peres Aragonès, en el que instaban a Sánchez a fijar a la mayor celeridad posible una fecha y un orden del día para retomar los trabajos de la mesa de diálogo.

A juicio de los dirigentes republicanos, “Sánchez no puede esconderse más y creer que el tiempo -o cualquier otra argucia- resolverá el conflicto”. En consecuencia, "la mesa de negociación es imprescindible. Hace falta fijar una fecha con urgencia y especialmente acordar el orden del día. No hay excusa que valga”.

Junqueras y Aragonès insistieron en que "la agenda de la reconstrucción” tras la crisis del coronavirus “no se puede entender sin la agenda para resolver el conflicto entre el Estado y Cataluña”: "Ni la crisis nos puede hacer olvidar la amnistía y la autodeterminación, ni podemos esperar la República para empezar a transformar el país”.

Acción, ¿reacción?

Esta exigencia pública fue lanzada por los líderes de Esquerra apenas unos días después de que ElPlural.com desvelara que sectores de la formación independentista presionaban internamente para lanzar un ultimátum al presidente del Gobierno tras su acercamiento a Pablo Casado a Inés Arrimadas en detrimento de sus socios de investidura.

Desde hace semanas la relación entre los republicanos catalanes y el Ejecutivo se tambalea. La búsqueda de consenso de Sánchez con las derechas se interpreta como un desplante hacia el bloque de la moción de censura. Tal es el enfado, que según han confirmado fuentes de Esquerra consultadas por ElPlural.com, hay sectores que están presionando internamente para “dar un golpe en la mesa”.

“O se definen o nos tienen enfrente”, advierte un dirigente de la formación a este periódico. “Yo, junto a otros porque ya somos varios, voy a defender un golpe en la mesa. Les dimos una vez más la mano y una vez más, lo de siempre”, sentenciaron las mismas fuentes en declaraciones a este periódico.

Balón de oxígeno

Para ERC, la continuidad y prosperidad de la mesa de diálogo es vital. Es su mayor éxito, su buque insignia, y así tratarán de venderlo en las venideras elecciones. El objetivo desde un principio fue controlar a Torra para que no se levantara de la mesa, mantener las citas mensuales y llegar a la Generalitat para comandar el diálogo.