Tras los rumores del empeoramiento de la salud del rey Carlos III, Buckingham ha anunciado que retomará su agenda el próximo martes, cuando visitará un centro médico de investigación oncológica y recibirá en junio a los emperadores de Japón en visita de Estado. Lo hace, a su vez, casi tres meses después de empezar su tratamiento contra el cáncer que padece.

En concreto, Carlos III, acompañado de la reina consorte Camila, visitará el próximo martes un centro de tratamiento del cáncer, donde se reunirá con médicos especialistas y pacientes. Así lo ha detallado Buckingham en un comunicado, asegurando que “se tratará del primero de una serie de compromisos externos que atenderá Su Majestad en las próximas semanas”.

“A medida que se acerca la fecha del primer aniversario de la Coronación, Sus Majestades permanecen profundamente agradecidos por todas las muestras de bondad y de buenos deseos que han recibido desde todos los rincones del mundo a lo largo de las alegrías y desafíos de los últimos doce meses”, han finalizado el comunicado.

Carlos III fue diagnosticado con “una forma de cáncer” a principios de febrero, y ha estado sometido a un tratamiento que el equipo de comunicación de la casa real británica ha evitado especificar. Aunque no se ha conocido el tratamiento en cuestión, la corona británica sí informó que el monarca no sería sometido a ninguna operación quirúrgica.

Durante estos meses se ha podido ver a Carlos III en varias apariciones a través de comunicados escritos o grabados, fotos y vídeos, para transmitir que se encontraba bien pese a la enfermedad y que era capaz de ejercer día a día sus asuntos de Estado. No obstante, este viernes han proliferado los rumores de que su salud había empeorado notablemente y la Casa Real ya se encontraba preparando su funeral. Ahora, con la reactivación de su agenda pública estas noticias pierden relevancia.

Una de las últimas veces que se pudo ver públicamente al rey fue el pasado 31 de marzo, el Domingo de Pascua, cuando acudió a la capilla de San Jorge, en el recinto del castillo de Windsor, para participar en el tradicional servicio religioso. También el pasado 21 de abril se le vio acompañando a su mujer a misa.

La recuperación del monarca no solo supone un alivio para la corona británica, sino también para su familia, ya que a su cáncer se suma el que padece la princesa de Gales, Kate Middleton. Dos noticias que han caído en la casa real británica en poco tiempo, aproximadamente dos años después del fallecimiento de la reina Isabel II.

Operación Puente Menai

Después de la muerte de la reina Isabel, se ha estado revisando un documento que recibe el nombre de Operación Puente Menai (el puente colgante de Gales), donde se detallan los planes del posible funeral del monarca. Como ejemplo conviene recordar el funeral de Isabel II, en 2022, cuyo plan fue el de Puente Londres. Los planes han sido desempolvados y se están actualizando activamente. No es más de lo que cabría esperar dado que al rey le han diagnosticado cáncer. Pero la circulación de ellos ciertamente ha enfocado las mentes.

Además, esta Operación comprende el ascenso del próximo monarca, que en este caso es el príncipe de Gales, William, y el nombramiento de su mujer, Kate Middleton como reina consorte, que actualmente posee Camila. Si se diera el caso de que William asuma el trono, su hija Charlotte sería nombrada nueva princesa de Gales, por lo que Camila Parker, actual esposa de Carlos III, tendría el único título de reina viuda de Inglaterra.

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