El líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, ha escrito un artículo publicado en La Vanguardia junto al vicepresident de la Generalitat, Peres Aragonès, en el que instan a Pedro Sánchez a fijar a la mayor celeridad posible una fecha y un orden del día para retomar los trabajos de la mesa de diálogo.

A juicio de los dirigentes republicanos, “Sánchez no puede esconderse más y creer que el tiempo -o cualquier otra argucia- resolverá el conflicto”. En consecuencia, "la mesa de negociación es imprescindible. Hace falta fijar una fecha con urgencia y especialmente acordar el orden del día. No hay excusa que valga”.

Junqueras y Aragonès insisten en que "la agenda de la reconstrucción” tras la crisis del coronavirus “no se puede entender sin la agenda para resolver el conflicto entre el Estado y Cataluña”: "Ni la crisis nos puede hacer olvidar la amnistía y la autodeterminación, ni podemos esperar la República para empezar a transformar el país”.

Acción, ¿reacción?

Esta exigencia pública ha sido lanzada por los líderes de Esquerra apenas unos días después de que desde ElPlural.com desvelara que sectores de la formación independentista presionaban internamente para lanzar un ultimátum al presidente del Gobierno tras su acercamiento a Pablo Casado a Inés Arrimadas en detrimento de sus socios de investidura.

Desde hace semanas la relación entre los republicanos catalanes y el Ejecutivo se tambalea. La búsqueda de consenso de Sánchez con las derechas se interpreta como un desplante hacia el bloque de la moción de censura. Tal es el enfado, que según han confirmado fuentes de Esquerra consultadas por ElPlural.com, hay sectores que están presionando internamente para “dar un golpe en la mesa”.

“O se definen o nos tienen enfrente”, advierte un dirigente de la formación a este periódico. “Yo, junto a otros porque ya somos varios, voy a defender un golpe en la mesa. Les dimos una vez más la mano y una vez más, lo de siempre”.

Esta fuente se refiere a las conclusiones blancas y genéricas presentadas por socialistas y morados, que han dejado fuera del documento medidas como el impuesto a las grandes fortunas para que Partido Popular y Ciudadanos pudieran sumarse sin reticencias.

El documento contempla paliar la brecha fiscal sin especificar cómo, profundizar en el Ingreso Mínimo Vital, inversiones en Sanidad, transición hacia una economía verde, lucha contra el fraude fiscal, aprovisionamiento estratégico de materiales sanitarios… Pero no se aporta ninguna cifra concreta y se han orillados las tres aristas más importantes que el Gobierno barajaba y sus socios de investidura exigían: la tasa Covid, la derogación de la reforma laboral y una subida del Impuesto de Sociedades.

Ante esto, algunos diputados están defendiendo internamente que se lance un ultimátum a Sánchez porque “no podemos ir a unas elecciones en Cataluña con este bagaje. Nos machacan. Ya por dignidad…”.