No es un secreto que España es conocida por su dieta mediterránea, considerada ampliamente como la más saludable del mundo por estar basada en gran parte en el consumo de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, algunos cereales integrales y el célebre aceite de oliva. Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado un informe sobre un alimento muy habitual en las mesas españolas: el embutido.

En primer lugar, la asociación de consumo española advierte de que este tipo de alimentos “no son especialmente saludables, más bien lo contrario”. “Los embutidos y fiambres son derivados cárnicos, carnes procesadas, que en muchos casos tienen exceso de grasa, sal o incluso aditivos”, ha informado la OCU sobre este producto y ha añadido que “de hecho, la valoración nutricional de los embutidos no es muy buena”.

La justificación de la organización para la calificación negativa de este preparado cárnico parte de las “malas valoraciones en Nutriscore” que obtuvieron en un estudio que realizó en más de 200 embutidos. “Solo un producto obtenía una valoración A (la más saludable) y había dos más con una B, siempre de jamones cocidos y pechuga de pavo o pollo”, ha resumido la OCU, que ha afirmado que “el problema, en la mayor parte de los casos, es su elevado contenido en sal y grasas saturadas”. Desde hace unos años, otras investigaciones en el campo de la nutrición también han detectado que la gran mayoría de este tipo de alimentos no constituyen una opción saludable, aunque los expertos aseguran que su consumo, como el de cualquier otro producto, no representa un riesgo excesivo si se consume de manera ocasional.

Así, la OCU ha revelado que “es mejor elegir embutidos como la pechuga de pavo o pollo o el jamón cocido por su menor contenido en grasa”. Aunque también ha advertido de un “alto contenido de sal” en estos productos, confirma que “en el mercado se pueden encontrar opciones con menor contenido en sal”. Por el contrario, la asociación ha señalado que “el chorizo es uno de los productos con mayor contenido en grasa” y ha concluido que “los embutidos, por su contenido en grasa y sal, deben ser considerados como productos de consumo ocasional”.