Los ingresos hospitalarios por causa de la listeriosis (una enfermedad causada por el consumo de alimentos contaminados) ha aumentado en España, según un estudio realizado por el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid.

La listeriosis es más común y severa en mujeres embarazadas y sus recién nacidos, en adultos mayores de 65 años y personas con el sistema inmunitario debilitado. La bacteria causante de la enfermedad (L. monocyogenes) tiene reservorio animal y se distribuye ampliamente en el medio ambiente, pudiendo contaminar una gran variedad de alimentos o bebidas. Produce principalmente gastroenteritis, pero en algunos casos puede originar una septicemia o una meningitis, según explica el Instituto de Salud Carlos III en un comunicado.

Quesos blandos, frutas y verduras

Se trata de una de las infecciones transmitidas por los alimentos con mayor tasa de letalidad y mayor carga de morbilidad y a diferencia de lo que ocurriría en los años 90, cuando estaba vinculada a embutidos y salchichas, ahora, los brotes de Listeria están generalmente vinculados a productos lácteos, sobre todo quesos blandos, frutas y verduras.

En el caso de los quesos blandos, los expertos recomiendan comprobar que en la etiqueta figura que han sido fabricados con leche pasteurizada y en el melón, no dejarlo a temperatura ambiente una vez que ha sido abierto.

El instituto se basa en el artículo “Situación epidemiológica de la listeriosis en España según el registro de hospitalizaciones, 1997-2015: necesidad de una mayor sensibilización”, en el que se "realiza un estudio descriptivo retrospectivo de las hospitalizaciones relacionadas con listeriosis entre 1997 y 2015, y se describe la evolución temporal y geográfica de esta enfermedad en España. En dicho periodo de tiempo se produjeron 5.696 hospitalizaciones relacionadas con listeriosis, lo que representa sólo la punta del iceberg, ya que sólo un pequeño porcentaje (los más graves) de los casos requiere hospitalización". 

Los más afectados fueron los mayores de 65 años (50%), además de las embarazadas (7%) y los recién nacidos (4%). El 56,4% presentaba alguna causa de inmunosupresión de base, siendo las más frecuentes cáncer (22,8%), diabetes mellitus (16,6%) y enfermedad hepática crónica (13,1%).

La mortalidad fue del 17%, superior en los mayores de 65 años (67,5%) y en los pacientes que desarrollaron sepsis (39,9%) o meningoencefalitis (19,2%). Las tasas de hospitalización más altas se ubicaron en el norte del país.

Vigilancia a mayores, embarazadas e inmunodeprimidos 

Los expertos recomiendan mejorar la vigilancia de esta enfermedad en animales y humanos, "en paralelo a las mejoras implementadas en su control y en la prevención de los casos (consejo a embarazadas y personas inmunodeprimidas".

Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), podría ser una enfermedad emergente en Europa y estar infradiagnosticada. En España, no entró en el catálogo de enfermedades de declaración obligatoria (EDO) hasta el año 2015. En febrero de este año, la Unión Europea ha publicado una modificación del Reglamento sobre seguridad alimentaria para Listeria monocytogenes en las semillas germinadas y a los criterios de higiene de los procesos y de seguridad alimentaria relativos a los zumos de frutas y hortalizas no pasteurizados (listos para el consumo), informa el comunidado del Instituto de Salud Carlos III.