La explosión del turismo es un reto al que se enfrentan muchas capitales del mundo, pero lógicamente más la que año tras año revalida el título de ciudad más visitada: París. Y uno de estos retos es cómo afrontar los miles de visitantes que circulan por sus calles y que en cualquier momento del día, les dan ganas de hacer pis

De cara al público

Otra cosa es que la solución sea cuando menos llamativa. La ciudad ha instalado cuatro urinarios públicos de los más peculiares. Poco más que una simple pared para que el paseante se alivie parecido a cómo lo haría contra una tapia. Sin duda, la intimidad del denante se ha sacrificado en beneficio de la inmediatez.

Es lo que parecen querer los responsables de la capital francesa. Que el hecho de meterse en un cubil cerrado puede persuadir a la personas de entrar a hacer sus necesidades y entonces preferirá hacerlo en la vía pública, generando el consiguiente problema higiénico y de olores. 
Además, estos nuevo urinarios al aire libre también tienen su toque ecológico. En la parte superior tiene una especie de maceta que se alimenta con compostaje producido por la propia orina de los visitantes. 

No es nuevo

De momento se han instalado cuatro de estos dispositivos en algunas de las zonas más transitas por turistas, que parecen ser los más proclives a utilizarlos. Lógicamente, un extraño tendrá menos problema de sacar al aire sus partes nobles para hacer pis, dado que nadie le conocerá.

París es la primera gran ciudad en adoptar este nuevo tipo de urinarios públicos, aunque ya se pueden ver en grandes eventos al aire público como conciertos o festivales. En cualquier caso ha habido muchas voces que se han quedado que esta solución solo sirve para la mitad del problema, dado que ninguna mujer podrá utilizarlos.