A pesar de que aún no ha dado declaraciones al respecto, Will Smith ya tuvo unas palabras premonitorias sobre su “carrera destruida” a penas dos meses antes de la polémica bofetada de la gala de los Premios Oscar.

El veterano presentador estadounidense David Letterman entrevistó al actor el pasado mes de enero, pero es ahora cuando la entrevista ha cobrado mayor relevancia debido a los acontecimientos que rodean a Smith.

En el programa My Next guest needs no introduction (No necesitan presentación) el intérprete de Soy leyenda o Los hombres de negro desveló al presentador que consumió ayahuasca durante dos años, psicotrópico utilizado por las tribus del Amazonas que produce un efecto alucinógeno.

No obstante, Smith resumió esta etapa de si vida como “la más infernal”: “Lo bebí, y por lo general suele tardar 45 minutos hacer efecto. Siempre sientes que ‘tal vez no funcione esta vez'. Así que estoy bebiendo y sentado allí y, de repente, es como si empezara a ver que todo mi dinero se iba volando. Y mi casa se va volando y mi carrera se va”, esgrimió.

“Toda mi vida estaba siendo destruida. Dejé de preocuparme por mi dinero, solo quería llegar a Willow (su hija). Dejé de preocuparme por mi casa, dejé de preocuparme por mi carrera”, prosiguió confesando.

Esperanzas para el futuro

Pese a la experiencia traumática, Will Smith consiguió hacerse una coraza con una perspectiva más positiva ante la vida: "La protección y la seguridad son una ilusión. Tienes que aprender a vivir con la realidad de que en cualquier momento, cualquier cosa puede desaparecer en un segundo", reflexionó.

“Me di cuenta de que cualquier cosa que suceda mal en mi vida puedo manejarlo”, reflexionó en aquel momento. Estas palabras recobran ahora más sentido después del escándalo en la Academia del Cine y las duras consecuencias que el actor ha tenido que sufrir por ello, como la cancelación de algunos de sus proyectos o el ingreso temporal en una clínica especializada para gestionar su ira y estrés.