“Nunca he golpeado a una mujer en mi vida”, esta es una de las más sinceras y desgarradoras declaraciones con las que Johnny Depp está intentando demostrar su inocencia en el juzgado, enfrentándose a su exmujer Amber Heard, quien le acusó de maltrato doméstico y provocó así un revuelo mediático que dinamitó la reputación del actor en Hollywood.

El juicio comenzó hace más de una semana en el condado de Fairfax, en el estado de Virginia (Estados Unidos) y, debido a que está retransmitiendo en directo por televisión, los testimonios de ambas partes están defendiendo sus posturas.

Por una parte, el protagonista de la saga Piratas del Caribe, acusó a su exesposa de difamación y solicitó 50 millones de dólares para reparar el daño mediático -en alusión a la publicación de The Washington Post en 2018-, mientras que en las sesiones del juicio no ha escatimado en detalles a la hora de hablar del maltrato psicológico y físico que sufrió durante la relación. La actriz de Aquaman, por otro lado, protagonizó numerosas portadas de revistas con signos de maltrato doméstico, dinamitando la reputación profesional de Depp y pidiendo una orden de alejamiento del actor tras el divorcio.

Deep ha ido defendiendo en todo momento su inocencia: “Nunca llegué al punto de golpearla de ninguna manera como tampoco he golpeado a ninguna otra mujer en mi vida”, calificando así la serie de acusaciones de Heard de “inquietantes y atroces sin base en ningún tipo de verdad”. “Han sido seis años de tiempos difíciles. Es muy extraño cuando un día eres Cenicienta y luego en 0,6 segundos eres Quasimodo”, proseguía relatando en su comparecencia del martes.

“Insultos denigrantes” y violencia física

Este miércoles, el actor ha ido más allá en su testimonio aludiendo a las actitudes humillantes cargadas con ataques “intimidantes” e “insultos denigrantes” hacia su persona: "Podía comenzar con una bofetada. Podía empezar con un empujón. Podía comenzar tirando un control remoto de TV a mi cabeza. Podía ser tirarme una copa de vino a la cara", enumeraba.

A tal punto llegaron las vejaciones y las palabras hirientes que Depp reconoce que, por aquella época en la que aún eran pareja, Heard no le permitió “tener razón ni voz”. Dirigiéndose directamente al comportamiento de su exmujer, el nominado hasta en tres ocasiones al Premio Oscar alegaba que el “odio” llegó a convertirse en “violencia, frustración, y rabia”: “En sus ataques de ira me golpeaba”, matizaba.

Para ejemplificar con hechos este violento comportamiento, Depp ha explicado con todo detalle el episodio en el que perdió parte de un dedo de la mano cuando Heard le lanzó una botella de vodka: “Había sangre por todas partes. No sentí el dolor, pero lo que sí sentí fue calor y algo cayéndose de mi mano. Mire mi mano y veía el hueso, la parte de carne del dedo no estaba ahí”, narró visiblemente dolido.

Las amenazas verbales también se sucedieron en múltiples ocasiones en los 15 meses que duró el matrimonio. Johnny Depp también destacó que su exmujer solía beber hasta “dos botellas de vino en una noche”, además de asegurar que la vio tomar éxtasis más de una docena de veces y esta le amenazó con quitarse la vida si el actor pensaba en romper con ella.

El juicio durará alrededor de seis semanas, por lo que aún habrá que esperar para conocer lo que dicte la sentencia.