Las palabras del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con las que relacionó la religión musulmana con el islam siguen dando de qué hablar. Las declaraciones del gallego han corrido como la pólvora, trayendo consigo un sinfín de críticas desde los partidos políticos hasta los diferentes sectores de la sociedad, pasando por las redes sociales.

Precisamente en este espacio se ha pronunciado alguien acostumbrado a responder a la derecha y la extrema derecha cuando se pasan de frenada: el diputado del PSC José Zaragoza. En esta ocasión lo ha hecho con una reflexión que bien podría pertenecer al mismísimo Groucho Marx: “Hay tontos más peligrosos que los malvados, por eso es mejor estar callado y parecer tonto que abrir la boca y disipar dudas como Feijóo”.

La cita acumula miles de reacciones y recoge comentarios que, en su mayoría, demuestran estar de acuerdo con la referencia escrita en el tuit. Y es que las declaraciones del líder de la oposición han despertado una oleada de controversias, como cabía esperar.

Feijóo la lía tras el ataque de Algeciras

Feijóo entró en un lío totalmente innecesario el pasado jueves, después del ataque de Algeciras que obedecería, según los últimos indicios, a un atentado yihadista y que se cobró la vida del sacristán de la iglesia de La Palma.  

“Hay latente un problema de que hay personas que matan en nombre de un Dios o una religión. Sin embargo, nosotros desde hace mucho siglos no verá a un católico, a un cristiano, matar en nombre de su religión o de sus creencias; y hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”, solventó.

El líder de la oposición entró así en un barrizal que no le convenía, máxime cuando por la mañana su partido había conseguido desvincularse de Vox en el discurso por medio de su portavoz, Cuca Gamarra, quien pidió “no estigmatizar a ningún colectivo por lo que haga uno de sus integrantes”. Sin embargo, las desafortunadas declaraciones de Feijóo fueron en otro sentido bien distinto y se llevaron la reprimenda de una amplia mayoría social.

Ya en Madrid -el acto donde pronunció las palabras había sido en Barcelona- el expresidente de la Xunta trató de matizar lo que dijo, aunque con poco éxito; ya que en los propios matices volvió a llevar a cabo un discurso similar.

Así las cosas, en primera instancia sostuvo que “lo ocurrido no tiene que ver con la religión” y que, en línea de lo expuesto por su portavoz, “no se puede estigmatizar ninguna religión”. Hasta ahí todo correcto, pero el tono adecuado duró poco.

“Todos coincidiremos que con carácter general no hay un problema de terrorismo católico en el mundo; sin embargo sí hay un problema de integrismo islámico en algunos lugares del mundo, también en los países islámicos. Esto no solo pasa en España, nos acordamos de Atocha y de las Ramblas, de lo que ocurrió en París. No es un problema de España ni de Europa. Ni de EEUU, donde se derribaron las torres gemelas”, argumentó continuando con su particular hoja de ruta.