Alejandra de Rojas ha sido protagonista de la actualidad estos días a raíz de diversas informaciones publicadas que la señalaban como 'hija secreta' del rey Juan Carlos I, algo que ella misma desmintió a través de un comunicado, así como el propio ex monarca. Pero esto no es lo único con lo que ha estado lidiando la mujer durante estas últimas semanas pues, según ha informado El Confidencial, la hija de la condesa de Montarco está en vías de separación del que lleva siendo su marido desde el año 2018, Beltrán Cavero de Carondelet.

La decisión de la separación se tomó hace unos meses y para la aristócrata está siendo un momento dificil a nivel anímico y emocional, aunque la relación entre ambos es cordial y se está produciendo en buenos términos. Hasta el momento continúan viviendo juntos en su casa familiar de Toledo con su hijo, pero la intención de Alejandra es buscar piso en Madrid ya que quiere trasladarse a la capital, donde estaría rodeada por gran parte de sus amigos y de su familia.

La boda tras un año de noviazgo

El noviazgo entre ambos aristócratas se hizo público en el año 2017. Hasta ese momento, a la socialité se le habían conocido dos relaciones relevantes. La primera con Luis Medina, hijo menor de Naty Abascal e investigado actualmente por Fiscalía Anticorrupción por el 'caso mascarillas' del Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia de Covid-19, con el que comenzó a salir en 2003. Y la segunda con el empresario sevillano George Scott, con el que finalizó su relación en 2015 tras cinco años de relación.

La boda de la pareja fue una de las más románticas que se recuerdan entre la alta aristocracia. Tras un discreto noviazgo de poco más de un año, los aristócratas y empresarios decidieron contraer matrimonio en la preciosa Quinta de Mirabel, un cigarral de Toledo que pertenece a la familia de Beltrán.

Fue una boda de invierno, celebrada el 1 de diciembre, y apareció recogida en las portadas de la revistas Hola y Telva, en la que aparecía únicamente Alejandra, pues su marido nunca ha querido aparecer en la prensa del corazón, vestida con su traje de ceremonia, un diseño con un punto de sofisticación firmado por Antonio Burillo y Juan Carlos Fernández, dúo creativo de la firma The 2nd Skin Co.

El evento congregó "glamurosos" invitados, según se describió en Hola. No faltaron rostros conocidos del mundo social, político y empresarial con los que suelen relacionarse, se encontraban su ex Luis Medina junto a su madre Naty Abascal, la infanta Margarita, Inés Domecq o Esperanza Aguirre, tía del novio y expresidenta de la Comunidad de Madrid.

Sin embargo, cuatro años después los motivos que llevaron a la pareja a pasar por el altar no han sido suficientes para continuar con su vida en común y han decidido separarse

Quién es Beltrán Cavero de Carondelet Aguirre

Beltrán Cavero, al igual que Alejandra, pertenece a una de las familias más poderosas de la aristocracia española pues es hijo del marqués de Portugalete, además de ser sobrino de Esperanza Aguirre. Su salto a la prensa del corazón se dio en 2013, pese a que siempre ha tratado de mantenerse discreto y distante con la prensa, cuando se conoció su relación con la modelo Laura Ponte.

Actualmente, el propio Beltrán es apoderado en varias empresas familiares que cuentan con más de 75 millones de euros en activos. Es consejero de Loncito S. L., la firma inmobiliaria que dirige su padre y en la que su hermano mayor, Borja Cavero, también figura como consejero. También es socio del restaurante Fitz Burger junto a otros rostros famosos, como la aristócrata María Fitz-James StuartClara Tassara o Luis Yanguas Gómez de la Serna.

Además de estar implicado en los negocios familiares, también desarrolla su faceta como músico y quienes le conocen destacan su gran magnetismo personal. Ejerce de vocalista y guitarrista de la banda The Hardcore of Beauty. Es un artista reconocido en el sector y ha colaborado con músicos como Carlos Jean

Con su banda publicó sus últimos temas en 2021, casi íntegramente suyos y definidos como pop electrónico, aunque su estilo musical es difícil de definir, y, según él mismo reconoció en una entrevista en La Razón, no se define musicalmente "para que no me coloquen en una estantería y me digan a qué público me dirijo".