Jorge Javier Vázquez continúa de vacaciones aunque sin desconectar completamente de la actualidad. Entre baños y baño el presentador de Sálvame ya se ha encargado estos días de responder contundentemente a los ataques del torero Morante de la Puebla o de la tertuliana Karmele Marchante.

Pero, a través de un artículo en la revista Lecturas, Jorge Javier no ha querido quedarse callado ante la noticia del momento: la huida al extranjero de Juan Carlos I. "La historia es como la televisión. Hasta que pasan muchos años y no aparece la perspectiva, solo cuenta lo que has hecho el día anterior", aseguraba el también actor y escritor. Y, en este caso, lo del "día anterior" también es el documental Yo, Juan Carlos I, Rey de España, grabado entre 2013 y 1014, censurado por la dirección del PP y emitido ahora por TVE. Un documental que ha dejado a Vázquez preguntándose "cómo ese rey que pilotó con esa delicadeza la complicada transición se ha convertido con el paso de los años en una caricatura tan absurda".

En ese programa se recogían declaraciones del antiguo secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, entre las que se le escuchaba afirmar sobre el emérito que “en la intimidad, es menos rey de lo que parece”. "Conociendo lo finísimo que hilaba Rubalcaba entiendo que en el trato cercano nuestro rey emérito tiene poco de majestad", ha reflexionado Jorge Javier. 

Además, el presentador también ha señalado lo inapropiado de la cobertura de la televisión pública con conexiones en los posibles paraderos de Juan Carlos: "Sinceramente, esas especulaciones las veo muy adecuadas para un Sálvame pero para un Telediario me suenan un poco chuscas".

Al igual que la mayor parte de la ciudadanía, el badalonés ha lamentado el secretismo del antiguo jefe de Estado: "Se echa de menos un 'me gustaría explicarme'. Su mutismo engorda la especulación. Parece que esté cebando su próxima intervención pública. Es nuestra nueva Pantoja. El rey, sí, pero de las coplillas de las divisas".

Respecto a su hijo, Jorge Javier ha hecho una defensa de Felipe VI, pero no tanto por su persona si no por la inconveniencia de abrir ese melón: "¿Por qué no darle una oportunidad? ¿Y si esta crisis se convierte en su 23 F y sale de ella reforzado? ¿Podemos ahorrarnos una nueva crisis teniendo en cuenta que ya tenemos bastantes encima? Más que nada porque con tanto esfuerzo vamos a acabar exhaustos. Es cuestión de economizar energías".