Empezar el día con un café con leche acompañando el desayuno es el pan de cada día de la gran mayoría de los españoles, sin embargo, es posible que, a causa de los elevados costes de producción de la leche, incrementados por el precio de la energía y la escasez de cereal, y de café en Brasil, uno de los mayores exportadores, a causa de la sequía y las heladas que se están produciendo, los cafés que jalonan la vida social de muchos españoles se verán encarecidos de cara al otoño.
De esta forma, desde el irrupción de la pandemia, los lineales de los supermercados han venido acusando rachas de desabastecimiento de alguno de sus productos. Desde el papel higiénico hasta la reciente escasez de hielo, pasando por levadura y la harina por la fiebre repostera del confinamiento, o el aceite de girasol que comenzó a escasear tras la guerra de Ucrania. Todo ello jalonado por un precio récord en los combustibles que avocó a los transportistas a convocar una huelga de 20 días y que empeoró la situación de desabastecimiento.
Ahora le llega el turno a leche, Francisco Fernández, director de la Asociación de Ganaderos Productores de Leche (AGAPROL), advierte que España afrontará un problema de escasez de leche y derivados lácteos en otoño. La producción de leche ha caído en un 2,7% en datos interanuales y hay 45.000 cabezas de ganado menos en la producción nacional.
El incremento de los costes de producción, entre los que destacan el incremento de los precios de la energía, están impactando seriamente sobre la industria agrícola y ganadera. Además, la escasez de cereal con el que se alimenta al ganado está haciendo que mantener a las vacas resulte todavía más costoso. De esta forma, desde el sector lácteo se solicita el trasladar el incremento los precios de producción a los lineales de los supermercados, repercutiendo al consumidor final.
El precio del café se incrementa en un 18%
La leche no es el único problema de cara a los desayunos otoñales, el café se ha encarecido hasta un 18% con respecto al año anterior. Los precios de la variedad arábica, la más empleada, están cerca de máximos de la última década, según los datos de la Organización Internacional del Café (OIC).

El café que se ha convertido en una bebida imprescindible para una gran mayoría de personas no ha acusado un descenso en su consumo a pesar de la inflación y del incremento de precios. Este hecho agudiza aún más la presión sobre los precios del grano, de acuerdo con la OIC, el consumo crecerá un 3,3% este año y la oferta caerá un 2,1%, lo que hará que el déficit alcance el récord de 3,1 millones de sacos de 60 kilogramos.
Parte de la culpa del encarecimiento del café la tiene Brasil, uno de los principales exportadores de tan preciado grano, cuya cosecha se verá limitada por las duras condiciones climáticas y los desafíos logísticos derivados de la pandemia. Lo que sucede en los cafetales brasileños tiene repercusiones mundiales, el país tiene un peso decisivo en los precios internacionales del café por su condición de mayor productor y exportador mundial. En los últimos diez años cerca del 70% de la producción nacional tuvo como destino el resto del mundo.
La fuerte sequía afectó de manera muy negativa a la producción cafetera brasileña. A las abundantes lluvias que cayeron durante el proceso de floración, le siguió un fuerte periodo de sequía que limitó el crecimiento de las plantas durante el pasado 2021. A esto se une las posteriores heladas del pasado invierno austral que terminaron por reducir la producción de grano.
La falta de contenedores o el encarecimiento de los fletes a causa del incremento en carburantes y energía ha dificultado el traslado de café desde los países exportadores hasta los principales mercados consumidores, en especial Europa y Estados Unidos. El encarecimiento del transporte unido a la baja producción cafetera se ha traducido en una tremenda presión inflacionaria en este producto
De esta manera, la escasez y el encarecimiento de la leche y el café se van a trasladar directamente al bolsillo del consumidor, dos productos que se unen a la larga lista de los afectados por la inflación que marca ahora mismo la estrategia económica internacional.