El vicepresidente de Talgo, Jose María Oriol Fabra, ha presentado su "dimisión irrevocable" como miembro del consejo de administración de la compañía este jueves, a punto de cerrar finalmente las negociaciones para asegurar el presente y el futuro de Talgo. El directivo ha justificado su renuncia al cargo "por motivos personales", tal y como ha explicado el consejo en una comunicación remitida a primera hora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), antes de la apertura de los mercados, en el que podría ser el capítulo final del culebrón de Talgo.

La dimisión "irrevocable" de Oriol Fabra como consejero y vicepresidente no ejecutivo de la compañía se ha producido este mismo jueves, un día antes de que llegara el final del plazo marcado por Trilantic, el fondo británico que está negociando con Sidenor y el consorcio vasco por la venta de su 29,77% de Talgo este viernes 14 de febrero. De hecho, a pesar de las nuevas alternativas y socios interesados en entrar en el capital de Talgo que han ido apareciendo en los últimos días, la oferta presentada por Sidenor hace poco más de una semana es la única presentada de forma oficial sobre la mesa de negociación.

Apenas unas horas antes de que terminara este plazo, que terminaría por fin con el culebrón de Talgo, el vicepresidente no ejecutivo con categoría de otro externo, representante de la familia fundadora Oriol, sale del consejo tras casi 40 años en la compañía. En concreto, Oriol Fabra entró en Talgo en 1987 y ahora, 38 años después, ha decidido abandonar el consejo por una decisión que ha explicado "por motivos personales".  Pero esta no es la única salida del consejo de administración de Talgo que se ha producido esta semana, clave para el presente y el futuro de la compañía.

Este mismo martes, también Francisco Javier Bañón y Javier Fernando Olascoaga, ambos consejeros de Talgo con categoría de dominicales, han presentado su dimisión "irrevocable". Ambos dos son representantes de Pegaso, la sociedad que recogía el pacto de accionistas entre los grandes propietarios del capital de Talgo. Asimismo, ese mismo día comunicaba su salida del consejo el también consejero dominical Pedro Manuel del Corro García-Lomas, este último representante de la familia Abelló en el máximo órgano de control de la compañía. La salida ahora de Oriol Fabra, vicepresidente y representante de los fundadores de la compañía, deja varios huecos en el consejo de administración de Talgo, que tendrá que reorganizarse pase lo que pase este viernes.

Talgo abre en rojo en su día D

Tras la salida del vicepresidente de la compañía, y ante el "inminente" acuerdo entre Sidenor y Trilantic, las acciones de Talgo arrancan una nueva sesión en rojo, con caídas del 0,77%, muy por debajo del desplome sufrido en la sesión anterior, con pérdidas de la acción de más del 6%. Así, los títulos de Talgo cotizan este viernes en los 3,88 euros por acción a la espera de que se cierre el acuerdo con Trilantic para el traspaso de una casi tercera parte de la compañía. Las acciones de Talgo recuperan el precio de cotización del viernes pasado, precisamente cuando Sidenor presentó su oferta, perdiendo así las subidas que ha ido acumulando en algunas jornadas de esta semana.

Sidenor y Trilantic, "acuerdo inminente" 

En este momento, viernes 14 de febrero por la mañana, la única oferta sobre la mesa de negociación del capital de Talgo es la presentada la semana pasada por Sidenor y las fundaciones vascas, que cuenta además con el apoyo institucional del Gobierno autonómico y del Gobierno central. Precisamente esta misma mañana se ha pronunciado sobre ello el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregui, en una entrevista en Radio Euskadi, asegurando que el acuerdo entre las partes es "inminente".

"Tiene que salir hoy y tiene que salir bien", ha asegurado el responsable de Industria de la lehendakaritza, clave en la propuesta presentada por Sidenor y en las negociaciones para mantener el presente y futuro industrial de Talgo, con una de sus dos grandes sedes situada precisamente en País Vasco. De cerrar este viernes finalmente el acuerdo, negociado in extremis en la última semana, se cumplirían los plazos marcados por Trilantic para terminar con el culebrón de Talgo. En este caso, se traspasaría el 29,77% en manos de Trilantic a Sidenor y el consorcio vasco, del que también forma parte el Gobierno vasco a través de Finkatuz. Un porcentaje con el que no sería necesario lanzar una opa sobre el capital.

Y es que una de las propuestas alternativas anunciadas -que no presentadas sobre la mesa- en la última semana pasaba por el lanzamiento de una opa sobre el 100% del capital de Talgo por parte del fondo estatal polaco PFR, propietario del también fabricante de material ferroviario Pesa. En este caso, PFR solo comunicó su intención de lanzar una opa al mercado. Lo hizo el lunes por la mañana, asegurando que tendría estudiarse por sus órganos de gobierno y que, de hacerse, sería "en los próximos días". Sin embargo, por el momento el fondo no ha lanzado ninguna oferta de forma oficial, más allá de haber comunicado a Talgo y Pegaso, su accionista principal, su intención de hacerlo. 

A lo largo de la semana han ido apareciendo diferentes informaciones en las que se deslizaba que el precio ofertado por PFR por la opa total sobre Talgo sería de 5 euros por cada uno de sus títulos, por encima de los 4,80 euros -con una parte variable sometida a los resultados futuros- presentada por Sidenor. Hasta este momento, la compañía no ha comunicado de forma oficial si se mantiene en la intención de lanzar esta opa sobre Talgo, todavía a tiempo, o si, por el contrario, se retira de la carrera. Todo ello en medio de una visita oficial del ministro de Economía del Gobierno central, Carlos Cuerpo, a Polonia para mantener un encuentro de colaboración empresarial entre ambos países. 

No obstante, parece que la visita de Cuerpo -presumiendo del interés de las empresas extranjeras, especialmente de Europa del Este, por Talgo- no ha impulsado la presentación de la opa por parte de PFR y, en estos momentos, la única oferta sobre la mesa sigue siendo la de Sidenor y el consorcio vasco. Desde que se conociera la intención de Sidenor de salvar a Talgo "de morir de éxito", según fuentes conocedoras de la situación, esta opción parece ser la perfecta para todos los actores implicados en el proceso. Por un lado, mantendría la "españolidad" de la compañía sin problema. Por otro, aseguraba la capacidad industrial de Talgo, que es lo que realmente necesita el fabricante de trenes. 

Jauregui: "Esto tiene que salir hoy"

"Ayer tuvimos conversaciones por la mañana, a primera hora, tuvimos conversaciones a última hora de la noche y seguimos teniendo conversaciones. Creo que el acuerdo es inminente. Hoy por la mañana nos hemos dicho: ya está, esto tiene que salir hoy, de alguna manera y, en eso estamos, pero tiene que salir bien", ha asegurado el consejero de Industria a primera hora de la mañana, confesándose "muy optimista" sobre el acuerdo entre las partes. 

Una de las claves de la propuesta presentada por Sidenor sobre este porcentaje de Talgo es la intención de devolver la sede de la compañía a Euskadi y, más concretamente, a Álava. El diputado general de Álava, Ramiro González, ha destacado este mismo jueves la "importancia" de la operación que supondría "la vuelta a Álava del domicilio fiscal de una empresa que nunca debió salir". "Para Álava es muy importante la vuelta, no solo por lo que supone en puestos de trabajo, con cientos de personas que trabajan en la planta de Rivabellosa, sino también porque reforzar el proyecto industrial de Talgo, conseguir que vuelva a Álava su sede social y que venga a Álava su I+D+i, supone un paso importante para fortalecer el tejido industrial alavés", ha celebrado el diputado.

Lo que no quedaría del todo cerrado en estos momentos es si Sidenor va a operar solo en el capital de Talgo con esa casi tercera parte que, hasta ahora, está en manos de Trilantic o si, por el contrario, lo hará con apoyos en el futuro. Tanto la siderúrgica vasca como el Gobierno se han abierto a la entrada de inversores extranjeros en el capital de Talgo siempre que fuera con "participaciones minoritarias". Es más, el Ejecutivo vasco reconocía hace apenas unos días mantenerse abierto a colaboraciones "estratégicas" a futuro con otras empresas en el capital de Talgo una vez se materializara la entrada de Sidenor en el capital de la compañía. Algo que ocurrirá este viernes 14 de febrero si todo se cumple según lo previsto.

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