El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha lanzado un mensaje de alerta sobre el riesgo de pobreza y exclusión social en la población española. Según las últimas cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida, el porcentaje de ciudadanos en riesgo de pobreza o exclusión social ha crecido un 0,8% en tasa interanual hasta el 27,8% en 2021. Es decir, casi un tercio de la población española está en riesgo de pobreza o exclusión social. Más allá del repunte, se trata del dato más elevado desde 2016.

Estadística incluye en su encuesta la nueva definición de tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE -por sus siglas en inglés At Risk Of Poverty or social Exclusion-, con varios cambios. A partir de ahora, el INE estudia la carencia material y social severa e incluye una nueva definición de baja intensidad en el empleo.

La encuesta refleja un claro aumento del riesgo de entrar en situación de pobreza o exclusión. En cifras, el porcentaje de población en situación de baja intensidad en el empleo ha aumentado un 1,6% hasta 2021, hasta el 11,6%. Asimismo, el porcentaje de población en riesgo de pobreza ha aumentado siete décimas hasta el 21,7% en 2021. El 8,8% de la población reconoce llegar a final de mes con “mucha dificultad”, un 1,2% menos que el año anterior. Este es uno de los detalles más significativos de la encuesta publicada por el INE pero no es el único. A continuación desgranamos todos los indicadores. 

Pobreza infantil: uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza, solo superada por Rumanía

Estos riesgos se intensifican para los menores de 16 años, con el mayor aumento del riesgo de pobreza y exclusión social infantil hasta el 33,4%, más de un punto por encima de los niños que se encontraban en esta situación en 2020 y en permanente ascenso desde 2018, tal y como revela el gráfico.

Desde Educo denuncian esta situación para la infancia y piden "medidas urgentes" y es que, efectivamente, la infancia se consolida en la encuesta del INE como "el colectivo más vulnerable de España". El porcentaje aumenta por tercer año consecutivo entre los menores de edad hasta el 33,4%, lo que sitúa a España como líder del ranking de pobreza infantil, solo superada por Rumanía, denuncian desde la ONG. Las cifras son demoledoras, uno de cada tres menores se encuentra en riesgo de pobreza. Es decir, más de 2,7 millones de niños, niñas y adolescentes cumple alguno de los requisitos del INE para incluirlos en esta categoría. 

Para ello, la ONG reclama a las Administraciones Públicas un aumento de la inversión en política de infancia, desde el 1,3% actual hasta el 2,3% del PIB promedio de los países de la Unión Europea. "Un año más volvemos a lamentar que la infancia es el colectivo más damnificado. Históricamente se ha encontrado siempre en una posición vulnerable, incluso en etapas de crecimiento económico. Ahora que la economía ha sufrido grandes recesiones es complicado que su situación mejore. Pero es que no se estabiliza, de nuevo empeora. Estamos ante unas cifras realmente preocupantes”, denuncia Pilar Orenes, directora general de Educo. 

La propuesta de Educo para frenar el problema

Más allá de un aumento de la inversión en políticas de protección de la infancia, Educo hace una serie de recomendaciones a las administraciones para frenar el fuerte avance del riesgo de pobreza y exclusión social de los más pequeños. En el marco de la Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI) piden un aumento de las ayudas por hijo a cargo, que consideran "claramente insuficientes". La ayuda media actual se sitúa en 341 euros anuales frente al coste medio por hijo, estimado en 500 euros al mes. Las cifras hablan por sí solas. Además, desde Educo denuncian que representa una quinta parte de lo que invierten los países de la Unión Europea. 

Tampoco consideran suficientes las ayudas incluidas en la última revisión del Ingreso Mínimo Vital (IMV), a través del complemento para la infancia. Como viene siendo habitual, la ONG denuncia que las ayudas están "aún a mitad de camino" para llegar a las más de 1,5 millones de familias con hijos menores de edad en situación de pobreza. No obstante, reconocen que se trata de una "buena iniciativa" por la intensidad de la ayuda, que va desde los 50 euros mensuales para niños de entre 6 y 18 años hasta los 100 euros para los más pequeños, de entre 0 y 3 años.  

Estas son algunas de las propuestas de Educo para frenar el riesgo de pobreza infantil, que critica el sistema fiscal actual. En una valoración emitida tras conocerse la encuesta del INE, denuncian que las ayudas están centradas en desgravaciones fiscales por hijo y prestaciones de maternidad y paternidad. Para Educo, esta medida beneficia "principalmente" a los hogares de rentas medias y altas con trayectorias profesionales estables y no para los sectores más vulnerables ya que las familias con rentas más bajas están exentas de tributar en el régimen de IRPF, por lo que no llegan a disfrutar de las desgravaciones fiscales por hijo.

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Un aumento similar del riesgo experimenta el grupo de entre 16 y 64 años, ciudadanos en edad laboral, hasta el 28,7%. Solo entre los mayores de 65 años disminuye el riesgo de pobreza o exclusión social, hasta el 20,5%. Además de las diferencias por edad, el riesgo de pobreza o exclusión social afecta a todas las nacionalidades, con un 23,6% de españoles por debajo del umbral. No obstante, el porcentaje es superior para los ciudadanos europeos residentes en España, con un 40,3%, y para los ciudadanos extracomunitarios, con un 65,2% del total.

Un 2,3% de la población sufre los tres tipos de riesgo a la vez

Casi un tercio de la población está en riesgo de pobreza o exclusión social pero no es el único mensaje de alerta del INE. Y es que el 2,3% de la población española sufría en 2021 una situación paralela de riesgo de pobreza, carencia material y social severa y con baja intensidad en el empleo. Prueba de que los indicadores están intrínsicamente relacionados.

Otra de las cifras más representativas es que el ingreso medio por persona se sitúa en 2021 en los 12.269 euros, un 0,2% menos que el año anterior. Con respecto al ingreso medio se calcula el umbral de riesgo de pobreza para los hogares. Así, para una persona, el tope quedó en los 9.535 euros, un 0,9% menos frente al año anterior. En el caso de hogares formados por dos adultos y dos menores de 14 años, el umbral se sitúa en los 20.024 euros.

En este caso, las familias monoparentales -mejor dicho monomarentales- formadas por un adulto y uno o más hijos se encuentra incluso en un nivel mayor de riesgo. “El porcentaje de estas familias en situación de pobreza y exclusión es casi el doble que el resto de los hogares. Hablamos de hogares monoparentales pero la realidad nos dice que son monomarentales, ya que mayoritariamente son madres quienes están al cuidado de esos niños y niñas. La pobreza, cada vez más, tiene rostro de mujer y los niños y niñas son el colectivo que más sufre estas consecuencias”, afirma Pilar Orenes, directora general de Educo. 

Y es que también el riesgo de pobreza y exclusión social tiene brecha de género. Según las últimas cifras, el porcentaje de mujeres por debajo del tope se encuentra en el 28,29%, mientras que el de hombres está en el 27%, más de un punto porcentual por debajo. 

¿Qué se considera carencia material y social severa?

En el lado positivo, se reduce ligeramente el porcentaje de ciudadanos residentes en hogares con carencia material y social severa en dos décimas hasta el 8,3%. Pero, ¿qué es la carencia material y social severa? El INE entiende este indicador como la posibilidad de que, entre otras cuestiones, las personas puedan comer carne o pescado cada dos días o bien, si pueden ir una semana de vacaciones. Estadística incluye otras cuestiones como no poder disponer de un automóvil o bien, no sustituir muebles viejos o estropeados.

A nivel personal, el INE entiende como dificultades cuestiones como no poder permitirse sustituir ropa estropeada por nueva; tener dos pares de zapatos en buenas condiciones; reunirse con amigos o familia para comer o tomar algo al menos una vez al mes; participar regularmente en actividades de ocio; gastar una pequeña cantidad de dinero en sí mismo o tener conexión a Internet.

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Precisamente la falta de conexión de Internet es una de las reclamaciones que hace UGT tras conocer los datos, reclamando ayudas públicas para combatir la "pobreza informática" y favorecer la formación digital. Las cifras revelan que un 6,5% de hogares españoles -el correspondiente a 1,22 millones- no puede permitirse tener un ordenador en casa, especialmente personas mayores, hogares monoparentales o familias vulnerables que sufren una situación de exclusión digital y económica, tal y como denuncia el sindicato. La brecha digital queda perfectamente reflejada en las cifras de pobreza. 

"Es hora de volver a las ayudas públicas para la adquisición de dispositivos digitales para colectivos, acompañadas de los bonos sociales para la conectividad y la necesaria formación inicial. Sin la puesta en marcha de estos tres vectores, planificados y ejecutados de forma paulatina, estaremos abocando a una gran parte de la ciudadanía al ostracismo social", denuncia UGT. 

Pobreza energética: el 14% de los hogares no tiene una temperatura adecuada en casa

Pues bien, los principales problemas para estas familias en riesgo de pobreza o exclusión social pasan por el pago de gastos diarios o la pobreza energética. De los siete conceptos que el INE defiende a nivel de hogar, los peores efectos aparecen a la hora de mantener la vivienda con una temperatura adecuada -ya sea calentar en invierno o enfriar en verano- con un 14,3% de hogares que no pudieron hacerlo en 2021, casi cuatro décimas más que el 10,9% de 2020.

Este problema afecta también a la infancia, especialmente de cara a verano, ya que un 13,1% de los hogares en los que hay niños no pueden mantener su vivienda a temperatura adecuada. Todo ello consecuencia directa del encarecimiento de los precios energéticos y el impacto que tiene en el bolsillo de los consumidores.

Pero los ciudadanos tienen problemas también para pagar los gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en el último año, un 14,4% frente al 13,5% en 2020. Además, el 33,4% reconoce no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos; mientras que el 32,7% reconoce que no pudo irse de vacaciones al menos una semana al año.

Extremadura, Andalucía y Canarias, las comunidades más peligrosas

Las diferencias entre comunidades autónomas son elevadas a la hora de medir el riesgo de pobreza de la población, con Extremadura (32,2%), Andalucía (32,2%) y Canarias (28,4%) a la cabeza. Los porcentajes cercanos al 30% difieren de las tasas de riesgo de pobreza más bajas, con Navarra (9,8%) y País Vasco (12,2%), alrededor de 20 puntos porcentuales menos.

En cuanto a las tasas AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social, coinciden las peores regiones en el ranking: Extremadura (38,7%), Andalucía (38,7%) y Canarias (37,8%).  En el lado contrario, de nuevo Navarra (14,7%) y País Vasco (16,0%) presentan las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas. 

Sin embargo, las diferencias se diluyen cuando la encuesta refleja los resultados por indicadores. Por ejemplo, el 15,2% de los ciudadanos de Canarias reconoce llegar a fin de mes con “mucha dificultad”. Le sigue en el ranking el 12,5% de Andalucía y el 11,8% de la Región de Murcia. En el lado opuesto, La Rioja (3,1%), País Vasco (4,6%) e Islas Baleares (5,4%) son las regiones con mayores facilidades para llegar a final de mes sin miedo a los números rojos.

Andalucía (45,7%), Región de Murcia (44,4%) y Extremadura (41,6%) también presentaron los mayores porcentajes de personas que no podían permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año en 2021. Un problema mucho menos acuciante entre los habitantes de País Vasco, la Comunidad de Madrid o La Rioja, con porcentajes cercanos al 20%. En el caso de los ciudadanos vascos, el porcentaje queda en el 16,4%.

En el caso de hogares con retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos, Canarias (26,2%), Región de Murcia (21,3%) e Islas Baleares (20,3%) presentan los porcentajes de población más altos, mientras que, por el contrario, La Rioja (8,0%) y País Vasco (8,8%) registraron los más bajos.