El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, decidió este miércoles que no le iba a suceder lo mismo que hace dos semanas y, sin pretenderlo, dejo constancia de que su abordaje de la DANA que asoló decenas de municipios de la comunidad y acabó con la vida de más de 200 vecinos el pasado 29 de octubre fue negligente. Las alertas de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) volvían a registrar el nivel rojo en la autonomía, con la diferencia de que, en esta ocasión, el líder del Partido Popular (PP) valenciano sí las atendió.
“El CECOPI acuerda restricciones de movilidad de vehículos privados ante el impacto que pueda causar la próxima DANA. Del miércoles, 13 de noviembre, a las 18:00 horas, a jueves, 14 de noviembre a las 18:00 horas”, anunciaba este miércoles la Generalitat, a las 15:46 horas, y todavía con alerta naranja. Mensaje que más tarde mandaría Protección Civil a todos los móviles a través del sistema Es-Alert que la consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, aseguró no conocer hasta el día de la catástrofe a las 20:00 horas.
Con una previsión de precipitaciones mucho más grave en la anterior ocasión, con aviso roja y más lluvia por metro cuadrado esperada, el 29 de octubre el CECOPI no se reunió hasta las 17:00 horas, se tomaron un receso nada más empezar, hasta las 18:00 horas no se plantearon mandar una alerta generaliza y, entre las dudas de Pradas y la ausencia de Mazón, al que hubo que explicarle todo el operativo de nuevo porque llegó dos horas y media tarde de una comida, no se mandó la alerta hasta las 20:10 horas.
Sin embargo, este jueves, nada más que la AEMET emitió el nivel rojo, Mazón reproducía el aviso rápidamente (19:56 horas) en sus redes y se disponía a gobernar esta vez. “Se producirán fuertes lluvias desde la tarde-noche del día 13 y durante el día 14. Suspendida la actividad educativa, deportiva y centros de día. Restringido el tráfico de vehículos privados”, anunciaba a través de sus redes. El 29 de octubre por la mañana, ante el cierre de clases de la Universidad de Valencia, el president aseguró a la prensa que la medida le parecía excesiva.
“Ante la alerta roja declarada esta tarde por AEMET esta es la orden de la conselleria de Justicia e Interior”, continuaba este jueves, minutos después de su anterior mensaje (20:11 horas), para comunicar una orden de la misma consellería que aseguraba no conocer el sistema Es-Alert. En su post, Mazón reiteraba la suspensión de las actividades anteriormente mencionadas y la prohibición de circulación de vehículos privados en las zonas bajo aviso, salvo causas de fuerza mayor claramente detalladas en su publicación.
De sus comunicaciones durante el desarrollo de la anterior DANA solo quedan unas polémicas palabras que anunciaban que el temporal amainaría sobre las 18:00 horas, al irse en dirección Cuenca, y una publicación en redes sociales que, a las 21:52 horas, llamaba a seguir la información a través de los canales oficiales y permanecer en casa. “Nos espera una noche larga. Prudencia”, llamaba. A las 23:58 horas añadía que la Unidad Militar de Emergencia (UME) estaba en “prealerta”, pero todavía no había más que llamadas a la prudencia.
Las excusas caducas de Mazón
El líder autonómico se ha dejado en evidencia a sí mismo con las diferencias entre las gestiones de los dos temporales anunciados por la AEMET. Compañeros de su partido, como su homólogo en Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, han aprendido y también han actuado de forma diferente ante la nueva DANA. El jefe de todos ellos, Alberto Núñez Feijóo, ya dejó caer al valenciano hace tiempo al pedir al Gobierno central que le retirasen las competencias. Mazón se ha ido hundiendo poco a poco y las excusas que han ido sustituyendo cada una a la anterior no han ayudado.
De la llegada tardía a la reunión del CECOPI por causas misteriosas pasamos a una comida de trabajo con el líder de la patronal valencia, que este último desmintió. Posteriormente, la cita pasó a ser personal, para convertirse nuevamente en laboral en apenas horas. Finalmente, al otro lado de la mesa resultó ubicarse una periodista a la que el president ofreció la dirección de la televisión pública. “Yo no formo parte del CECOPI”, apuntaba todavía este lunes, a pesar de que acudió y sigue acudiendo a todas las reuniones.
En lo referido al despliegue de la UME el abordaje ha sido similar. Mazón aseguró que la responsabilidad de que la unidad no estuviese desplegada era del Gobierno, pero más tarde se comprobó que la Generalitat solo había solicitado la “prealerta” y, a posteriori, que habían pedido por “error” la desmovilización. Al final, la UME estaba a 15 minutos, pues se había desplegado de forma adelantada por orden del jefe de unidad, y preparada para la llamada de Mazón. Más de 200 personas han fallecido y la vida de miles, con sus viviendas y enseres, han sido destruidas. Las explicaciones se requieren, las excusas sobran.