Feijóo lo primero que hizo como líder del PP fue abrir la puerta de la ultraderecha a las instituciones. Le puso la alfombra roja a Abascal para que Vox gobernase en comunidades autónomas y en multitud de ayuntamientos. Y con esta decisión abrió las puertas a recortes en derechos y libertades a mujeres, al colectivo LGTBI; abrió la puerta a los ataques a la igualdad, a la censura en la cultura o a la exaltación del franquismo; pero también lo abrió al negacionismo climático.
Mazón es un buen ejemplo de ello. Mazón es responsable de la tragedia ocurrida en Valencia, pero Vox también lo es; porque si Mazón es presidente de la Generalitat ha sido gracias a los votos de Vox. Y si Mazón no se plantea dimitir es porque sigue contando con el total apoyo de Abascal. PP y Vox siempre van de la mano.
La primera medida que adoptó Mazón cuando llegó al gobierno valenciano fue eliminar la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE). Lo hizo a petición de Vox. Dijeron que no servía para nada, que era un chiringuito. Y trasladó el presupuesto de dicha Unidad a espectáculos taurinos. ¿Cuántas vidas se podrían haber salvado si no se hubiese cerrado esta Unidad? Mazón debe responder a esta pregunta, pero Vox también debe hacerlo.
El cambio climático es una realidad por mucho que los negacionistas lo rechacen. Esto va de ciencia y no es una cuestión de fe. Los largos periodos de sequía, el aumento de la temperatura de los océanos y mares que están elevando su nivel; los incendios devastadores o que descarguen cientos de litros en horas es un grave problema que va a ir a más. Puede haber gente que no quiera ver esto, pero en ningún caso pueden ser ellos, los que decidan las políticas que dejen a nuestros descendientes sin planeta donde vivir.
Una cosa es respetar todas las opiniones y otras ponerle un altavoz permanente en los medios de comunicación a esta minoría negacionista que está jugando con nuestras vidas y con la de nuestros hijos. Y sobre todo no se les puede dejar las políticas medioambientales en gobiernos fruto de pactos entre PP y Vox. Esto no va de opiniones, esto va de la vida de la gente. Y con esto no se juega.
En la catástrofe de Valencia también hay miserables. Miserables que utilizan la catástrofe para generar odio. Miserables que generan bulos y crean miedo. Y administraciones y gobiernos miserables que financian a todos estos esparcidores de bulos.
Ha llegado el momento de poner coto a la escalada de bulos y falsedades para generar miedo y división en la población por parte de la derecha y la ultraderecha, tanto política como mediática. PP y Vox en Valencia han jugado demasiado sucio para tratar de tapar la nefasta gestión de Mazón. No se puede permitir que se atemorice aún más a una población ante circunstancias tan difíciles.
No se puede jugar con los sentimientos de la población en momentos tan duros, cuando había tantas víctimas y cuando tanta gente lo había perdido todo. No se puede hacer más difícil la situación alarmando sobre cientos de muertos en el parking de Bonaire, insinuando que se ocultaban muertos o que la causa de lo ocurrido era la demolición de unas presas. Estas graves y rotundas mentiras no se pueden permitir y aún menos en situaciones como éstas. Si en EEUU este tipo de política se le permite a Trump, Europa debe adoptar medidas contundentes que impida la actuación de los propagadores de bulos y la de las administraciones que financian a estos propagadores de bulos.
En la tragedia de Valencia hemos visto demasiado discurso fascista escondido detrás del disfraz de influencers y YouTubers, que con cara de no haber roto nunca un plato, lanzan mensajes absolutamente destructivos contra el Estado, la democracia y la Constitución. Esto representa un riesgo sobre todo para los menores, que son el sector de población que más consume esta información. Urge estudiar medidas al respecto.
Y luego están los tertulianos y tertulianas que no brillan por sus amplios conocimientos, pero que si algo tienen claro es que deben defender al PP y a la ultraderecha a cualquier precio y atacar con la mayor dureza al Gobierno de la nación. Y para ello no dudan en poner sobre la mesa en cada programa los bulos, que dicen que otros dicen, pero que lanzan a la población para tratar de que calen.
El pueblo solo salva al pueblo, con instituciones democráticas fuertes. El pueblo solo salva al pueblo, con impuestos, donde pagan más quienes más tienen, fortaleciendo el Estado del Bienestar y ayudando en momentos difíciles como ahora, con más de 14.000 millones de ayudas del Gobierno de España para los afectados; con medidas de protección laboral como los ERTE, ayudas a autónomos y a empresas o movilizando miles de efectivos: militares, sanitarios o agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Y por mucho que derecha y ultraderecha pretendan colocar el mensaje de que todos los partidos son iguales, no es verdad. No es lo mismo un presidente de la Generalitat que almuerza plácidamente mientras su pueblo se ahoga, que un presidente del Gobierno que se puso a disposición de Mazón desde el minuto uno. No son lo mismo Ximo Puig, que tomó medidas preventivas 48 horas antes de la peor DANA vivida en el sur de Alicante, que causó tres muertos en 2019, que Carlos Mazón que ordenó una alerta 12 horas tarde.
No es lo mismo una Consellera de Interior que no sabía que existe un sistema de alerta masiva para los ciudadanos en caso de emergencia, que Teresa Ribera, la vicepresidenta del Gobierno que llamó cuatro veces a Mazón durante todo el día. No es lo mismo un Feijóo que llegó a Valencia con el solo objetivo de proteger a Mazón que una delegada del Gobierno que desde el primer minuto se prestó a ayudar en todo, aunque PP y Vox nunca quisieron aceptar ayuda ni de Pedro Sánchez ni de su gobierno.
Ahora PP y Vox pretenden usar en Valencia su manual de catástrofes, el que siempre usan, el de aquí no pasa nada; el de aquí no se pudo hacer nada; el de aquí la culpa es de los otros. Y mientras tanto dejan que vayan pasando los días para ver si los valencianos olvidan lo que ha ocurrido. Aunque mucho me temo que el pueblo valenciano no perdonará a Feijóo, a Mazón y Abascal tanta incompetencia, tanta incapacidad, tanta dejadez y tanta soberbia. Han hecho demasiado daño y eso les perseguirá de por vida.