Los movimientos que había dado en la última semana y media ponían de manifiesto una mayor rapidez en los pasos necesarios para dar el salto definitivo a Madrid. El de la fecha para la convocatoria de Congreso del PPdeG, que supone la asunción de las riendas del partido por Alfonso Rueda, se vio como el definitivo que habría de abrir las puertas a su dimisión como presidente de la Xunta de Galicia.
Alberto Núñez Feijóo dejará de ocupar el cargo que ostenta desde que en marzo de 2009 ganara sus primeras elecciones autonómicas esta semana y, muy probablemente, el próximo viernes 29 de abril.
Hoy, aunque sin confirmar el día, sí que ha asegurado que dejará la presidencia estos días para abrir el proceso que conducirá a ese puesto al considerado su delfín, el pontevedrés, Alfonso Rueda, actual vicepresidente primero de la Xunta.
En sede parlamentaria, Feijóo ha dicho que la de este miércoles "no será mi última sesión de control, será la 'derradeira'", palabra que en gallego significa 'definitiva' y que pone de manifiesto su intención. Además, el hacerlo en el Parlamento regional le otorga a la afirmación más relevancia. Lo ha indicado en una respuesta a la portavoz del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón, quien le ha deseado suerte en "lo personal", pero no en lo político.
En su alocución Feijóo, en tono de despedida, se ha comprometido a "seguir sirviendo a los gallegos" en el destino en el que se encuentre.
Cabe recordar que, tras acceder a la presidencia del PP estatal en Sevilla - un día antes había renunciado a la del PPdeG por se incompatibles ambos cargos- anunció que saldría de la Xunta en tiempo y forma, pero sin vislumbrarse demasiada prisa en sus intenciones.
Esto, con mucha probabilidad, se debía a que en Galicia quería dejar las cosas bien atadas. Esto era así porque, aquel respaldo unánime que él cosechó a nivel nacional, no se daba con su sucesor en la comunidad gallega.
En Madrid sí, pero en Galicia...
Al margen de disputas locales y egos, Alfonso Rueda no goza del beneplácito unánime de los 'populares' de la región. Esta circunstancia dio lugar a negociaciones con intervención del propio Feijóo, lo que podría explicar la supuesta tranquilidad a la hora de dar el relevo orgánico e institucional.
Una vez salvados estos escollos, se procedió a la convocatoria del 18º Congreso extraordinario del PPdeG los días 21 y 22 de mayo en Pontevedra y, a partir de aquí, las cosas han discurrido en unos cauces de tiempo más normales. No hay que olvidar que, incluso, en Galicia llegaron a surgir voces críticas que contraponían la rapidez del Feijóo nacional convocando el cónclave madrileño para dar el bastón de mando 'popular' en esta comunidad a Díaz Ayuso, con la 'tranquilidad' y la demora en los pasos a dar en Galicia.
Curiosamente, al final coinciden en fecha ambos congresos, cuestión que nadie atribuye a la casualidad.
Una vez cerrados estos aspectos quedaba el relevo de Feijóo al frente de la Xunta, que habría de ser rápido, no en vano, ya circulan memes y publicaciones sobre la innecesaria presencia del de Os Peares al frente del Gobierno regional después de más de un mes dedicándose a las labores nacionales de su partido y "olvidando" Galicia, como han denunciado en repetidas ocasiones desde la oposición.
Esta semana pondrá el punto y final a 13 años al frente de la administración autonómica gallega, un período en el que además ha ido rompiendo récords de su predecesor en el cargo, Manuel Fraga Iribarne. Feijóo dejará estos días Galicia para centrarse en Madrid y en su asalto a la Moncloa.