En los tiempos en los que el fútbol gallego deslumbraba con un Dépor y un Celta arrebatadores, los medios deportivos tan dados a las hipérboles, la exageración desbordada y las frases llamativas jugaban con el Galicia Calidade.

Esa expresión, hoy ya marca registrada por la Xunta, comenzó siendo un eslogan puesto en marcha por la administración autonómica gallega con motivo de una campaña de publicidad hace más de tres décadas. En 1995 se convirtió en empresa y, posteriormente, ya desde una perspectiva económica, en una especie de paraguas bajo el que se sitúan compañías hasta transformarse en algo similar a una denominación de origen.

Estos días, aunque sin tanta devoción -salvo las contadas excepciones de algunos medios de derechas-, se ha recurrido a la expresión para ensalzar el poderío que el PP gallego va a tener en el nacional.

Detrás, como no, lo salido del Congreso del PP celebrado en Sevilla, cuyo resultado es lo preparado, cocinado a fuego lento y servido por Feijóo; es decir, un partido hecho a su gusto. Para ello, en los niveles más altos contará de manera visible con cuatro gallegos.

Por importancia en el cargo, el primero es Miguel Tellado, secretario general del PPdeG y desde este fin de semana vicesecretario de Organización a nivel nacional. Este ferrolano de 48 años (los cumplió a finales de febrero pasado) es uno de los hombres de máxima confianza del nuevo presidente 'popular'. Es duro en sus comparecencias y aunque muchos han visto en él una especie de Álvarez Cascos, no es tan hiriente en sus afirmaciones, aunque en estos últimos meses, incluso años, ha endurecido aún más su discurso, pobablemente en el marco de la estrategia que habría de llevar a su líder hasta Madrid.

Otro periodista político

Tellado ha logrado coser las partes del PP de Galicia que siempre han tenido remiendos. Dicen sus defensores que ha logrado, precisamente, cohesionar el partido, pero Ourense y los Baltar, aunque parezca lo contrario, siguen yendo, en cierta medida, por libre.

Este licenciado por la Universidad de Santiago en Ciencias Políticas y Sociales ha trabajado de periodista en varios medios de la comarca de Ferrol. Hasta ahora, era el encargado de comparecer ante los medios para hacer balance semanal de la actualidad del partido y de la política gallega. En los últimos meses, en casi todos los titulares de las Notas que lanzaba su formación aparecía una crítica a Sánchez y a su Gobierno. Ha dicho que su objetivo es llevar a Madrid el modelo puesto en marcha en su partido en Galicia.

En el grupo gallego también se encuentra Marta Varela, natural de Santiso (municipio coruñés) de 39 años. Será la nueva jefe de Gabinete de Alberto Núñez Feijóo en su nuevo cargo de presidente nacional del partido, un puesto muy similar al que, por otra parte, ya ocupa (y dejará de ocupar) como directora general del Gabinete de la Presidencia de la Xunta.

Varela es la más joven del 'clan gallego' que el de Os Peares se lleva a la capital. Sin embargo, está con él en su equipo desde que tenía apenas 24 años, incorporándose a su núcleo de trabajo en el primer Gobierno de Feijóo en la Xunta, en 2009.

La imagen de Feijóo, es cosa suya

El siguiente es uno de los que muchos observan como el exponente más claro de la cantera 'popular' galaica. Se trata de Diego Calvo, actualmente, máximo responsable del PP de A Coruña. Este licenciado en Ciencias Económicas nacido en 1975 en el concello coruñés de San Sadurniño accedió por vez primera al Parlamento autonómico con 28 años. Ha pasado por diferentes puestos e, incluso, fue presidente de la Diputación de su provincia durante una legislatura. Ahora mismo ocupa la vicepresidencia primera de la Cámara regional.

Sin embargo, lo más destacado de Calvo tiene que ver con lo que puede llegar a ser. Hay quien es capaz de vislumbrar en él al futuro Feijóo, aunque quizás esas son palabras mayores, tal vez fruto de esas ansias de quienes le ven como la gran esperanza pepera de Galicia tras el paso dado por la gran esperaza 'pepera' a nivel nacional con su traslado a Madrid. De hecho, salió en alguna de las quinielas que se preparaban con los nombres de los sucesores al frente de la Xunta, junto a los Rueda, Conde o Puy.

La última de las integrantes del núcleo duro y de la máxima confianza del que quiere rodearse Feijóo en Madrid es una mujer, con mucho poder en Galicia y, seguramente, la más próxima al todavía presidente de todos los gallegos. Mar Sánchez, nacida en A Coruña en 1969, lleva acompañando al presidente gallego desde antes de la aventura en su tierra, mientras aquel ocupaba otros puestos de responsabilidad.

Siempre ha sido la encargada de la imagen y la comunicación, un apartado que ha llevado con firmeza y con algún que otro quebradero de cabeza. No hay que olvidar que los choques del Gobierno gallego con los profesionales de los medios públicos (radio y televisión) han sido constantes, con acusaciones de manipulación por parte de estos. No hay que olvidar que sigue activa la protesta de los viernes negros, precisamente de denuncia por parte de la redacción de informativos.

Mar Sánchez es la elegida para llevar las riendas del área de Proyección e Imagen del PP, aunque en realidad será la del propio Feijóo, no en vano uno de sus éxitos en Galicia ha sido el de separar claramente a su líder de la marca, hasta convertirle a él mismo en marca. La clave ahora está en saber si ese proceso es válido también a nivel estatal, con egos peleando por aparecer en las fotos.

Perfiles feijonianos

Los cuatro coruñeses (parece que también en esto deja claras sus preferencias por los repartos y pontevedrés será su sucesor en la Xunta) son perfiles claramente feijonianos. Gallegos dispuestos a dar el salto con el gran jefe, como han venido haciendo hasta ahora.

Curiosamente, una presencia gallega tan destacada (directa o indirectamente) en los puestos de poder del PP no es nueva. Esto quizás se deba a la influencia de tener un fundador de estas tierras.

Fraga no dudó en dar fuerza a dirigentes con los que compartía origen, alguno de ellos, mentor del propio Feijóo. Eso se repitió después, aunque la influencia galaica decayó un poco en la época de Aznar, volvió a aumentar en los tiempos de Mariano Rajoy, en especial, cuando alcanzó la Moncloa. Ahí Galicia incrementó su poder tanto en el Ejecutivo, como en Génova.

Esa influencia siempre ha sido notable, algo que también se ha observado en algunos de los casos de corrupción que han salpicado a los populares. En este sentido, basta mencionar dos supuestos que sirven de ejemplo en este sentido: Naseiro y Pablo Crespo.

Ahora, Alberto Núñez Feijóo vuelve a tirar de 'Galicia calidade' en el seno 'popular' para tratar de recuperar el terreno y el tiempo perdidos.