La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del PP, Pablo Casado, dejan solos al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, tras sus palabras sobre la posible presencia de Novak Djokovic en el Mutua Madrid Open.

La líder regional ha declarado este martes que “cada país pone sus normas” y que estas “hay que cumplirlas”. “Yo respeto a cada uno (refiriéndose al tenista), pero creo que las normase están para cumplirse. Cada país y cada administración son soberano0s para establecerlas”, argumenta.

Por su parte, el presidente popular se ha limitado a no pronunciarse, al menos por el momento. Entre los políticos más cercanos a Almeida que sí lo han hecho se encuentra, por ejemplo, la alcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, quien comparte mandato en Cibeles con el edil madrileño. La máxima dirigente de Ciudadanos en la ciudad sostiene que el serbio es un reclamo, sí, pero “para los antivacunas”.

Almeida se mantiene en sus trece, pero con matices

Por su parte, y tras conocer la decisión de Australia de deportar al número uno del mundo, Almeida mantiene que la faceta como jugador de Djokovic es un “gran reclamo”, pero que su entrada o no en el país para el torneo madrileño dependerá “de la normativa que tenga el Gobierno de la Nación” para entonces.

“Nadie duda de que su comportamiento para entrar en Australia ha sido, dejémoslo, en muy poco ejemplar -‘deplorable’- ha llegado a decir esta mañana-. No ha sido capaz de decir la verdad ni en el formulario de acceso a Australia. Entiendo perfectamente al gobierno australiano, pero en el caso de España será el Gobierno el que, de acuerdo a la normativa de España, decida si entra o no”.

Con la ley vigente el tenista puede aferrarse a una posibilidad que le permite jugar con una PCR negativa, a pesar de no estar vacunado; mientras que Francia le ha cerrado ya la puerta a disputar el Roland Garrós si no está inmunizado.