El Plan Parcial ‘Ensanche Levante’ es el nombre del proyecto urbanístico que va a impulsar la familia del expresidente valenciano Eduardo Zaplana en Benidorm y que comprende más de medio millón de metros cuadrados. Tras una costosa tramitación que se viene arrastrando desde 1990, el pasado 27 de marzo el Pleno del Ayuntamiento de Benidorm aprobó el último trámite del proyecto con los votos del PP en solitario, la abstención de Vox y el voto en contra del PSPV-PSOE.
Con este plan se pretende urbanizar el último sector de la ciudad pendiente y uno de los más grandes de toda la Comunidad Valenciana, con la previsión de que albergue más de 3.000 pisos, la mitad de los cuales serían viviendas turísticas, y 20 hoteles.
La Agrupación de Interés Urbanístico (AIU), impulsora del proyecto donde figura la familia de Zaplana, tiene su domicilio en Les Dunes, uno de los lujosos hoteles de los suegros del expresidente valenciano. En un principio era propiedad del suegro y exsenador del PP en la provincia de Alicante, Miguel Barceló, pero, tras su fallecimiento en 2018, pasó a manos de su mujer María Dolores Martorell Llorca. Entre los objetivos fijados en Les Dunes SL está el de la tenencia y adquisición de solares y terrenos, ejecución de obras de edificación y la compraventa de solares, viviendas y locales comerciales.
Por su parte, el autor del proyecto es José Ramón García Pator, ingeniero e hijo del ex consejero José Ramón García Antón y de la expresidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor Lillo. García Pastor lidera la empresa Cainur, con la que firmó un informe en el que se solicitaba la modificación de unas obras de una rotonda, que ascendían a 2,5 millones de euros más respecto a la previsión inicial. Además, la empresa también es la autora de algunos proyectos que desarrolla la promotora TM en la zona de Poniente.
Deficiencias técnicas
En el pleno celebrado donde se aprobó el trámite, el portavoz socialista Sergi Castillo justificó el voto en contra de su partido por las numerosas deficiencias con las que cuenta el proyecto. Señaló de esta manera que el sector urbanístico donde se llevará a cabo el proyecto pasa de ser un sector “residencial-hotelero” a “terciario-hotelero”, con una “abrumadora presencia de viviendas turísticas y hoteles. Asimismo, alegaban que el proyecto carecía de un informe sobre Memoria Democrática, la homologación del sector, la determinación del aprovechamiento tipo y el Programa de Actuación Integrada.
No obstante, la AIU no tardó en defenderse de estas acusaciones para apoyar la completa legalidad de la tramitación. Sobre el informe de Memoria Democrática, desde la impulsora señalaron que no había sido solicitado en ningún momento por parte de la Generalitat Valenciana y negaron que se tuviera que tener en cuenta dicho informe porque no se había aprobado el Catálogo de Lugares e Itinerarios. Por lo que hace la homologación, sostuvieron que no era necesario dado que no se modificó la ordenación estructural del Plan General de Benidorm y, respecto a la acusación de Castillo de cambiar de sector residencial-hotelero a terciario-hotelero, desde la AIU argumentaron que fue el Servicio Territorial de Urbanismo de Alicante quien les solicitó que detallaran cuál iba a ser el uso, siendo el terciario compatible con el hotelero.
Referente a la determinación del aprovechamiento tipo, la AIU justificó que sí que estaba señalado; y, por último, relativo al Programa de Actuación Integrada (PAI), defendieron que la ley contempla que el proyecto urbanístico se pueda aprobar antes de su programación.
Blanqueo de capitales
Al margen de este macro proyecto urbanístico que, tras la aprobación de la última fase del trámite, se podrá llevar a cabo, Eduardo Zaplana se sentó en los banquillos la semana pasada por el ‘caso Erial’. La Fiscalía Anticorrupción solicitó una pena de 19 años de cárcel por comisiones ilícitas y delito de blanqueo de capitales en paraísos fiscales, iniciado con la privatización de las ITV y parques eólicos de la Comunidad Valenciana. El que fue presidente de la Generalitat Valenciana, negó en todo momento tener “dinero oculto” en el extranjero. Además, señaló que “nunca” solicitó a nadie que le gestionara dinero: “Jamás, porque no he tenido dinero. No puedo pedir ninguna gestión para lo que no he tenido”.
