La arena del reloj de Alberto Núñez Feijóo continúa cayendo sin freno y con tensa calma. La cita de la investidura del próximo 26 y 27 de septiembre está marcada en rojo fuego en el calendario de Génova y para ello la cúpula del Partido Popular está echando toda la carne en el asador en la cuenta atrás para esa fecha, que encumbrará a su líder a la presidencia o evidenciará su soledad parlamentaria. A estas alturas solo Vox como fuerza grande se ha puesto de su lado, por lo que siguen sin darle los números y la segunda opción parece más cercana. Así, cualquier declaración y evento es válido para mover ficha en esta búsqueda de apoyos en la que el gallego lleva inmerso casi dos semanas. A lo largo de estas, de todo. En doce días ha tenido tres reuniones, un dardo de Isabel Díaz Ayuso y un lío con Cataluña. Pero en las sumas, cero votos más.

Tres reuniones, dos llamadas

Después de semanas de especulaciones, el rey Felipe VI encomendó a Feijóo el 23 de agosto la tarea de intentar conformar una mayoría que de pie a un gobierno, sin embargo, no fue hasta unos días después, el 28 de agosto, cuando el dirigente del Partido Popular comenzó con la búsqueda de apoyos. Un reto que comenzaba ya complicado de inicio y que continúa igual de difícil, pero que los populares insisten en emprender. Para ello Génova planteó una completa agenda a efectos de una ronda de consultas con las fuerzas parlamentarias para presentar su programa e intentar conquistar los síes que necesita. Así lo anunció ese mismo lunes, jornada en la que comunicó su voluntad de reunirse con los dirigentes de los partidos políticos -con giro incluido con respecto a Junts-, así como con los presidentes autonómicos.

Así, en lo que va de plazo se ha reunido ya con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con el presidente de Vox, Santiago Abascal, y con el dirigente de Coalición Canaria, Fernando Clavijo, quien es a su vez presidente regional de Canarias. Dos pájaros de un tiro. Tres encuentros -el 30 de agosto, el 5 y el 6 de septiembre, respectivamente- que le han valido de poco ya que, mientras del primero ha logrado un categórico "no" a su oferta de que le deje gobernar, del segundo y el tercero ya tenía asegurado su aval. De hecho, junto a UPN, son los únicos que le han confirmado su voto a favor. Eso sí, de las ruedas de prensa con los dos últimos han salido un giro argumental y un lío político con el beneplácito de la ultraderecha a un acuerdo PP-PSOE y la apertura del popular a tratar el problema de Cataluña.

Mientras con estos tres representantes sí ha mantenido un encuentro de forma personal -a Clavijo le vio aprovechando su visita a la zona afectada por los incendios de Tenerife-, los contactos con los presidentes autonómicos han sido hasta ahora telefónicos. y es que a lo largo de estas dos semanas también se ha conocido que ha protagonizado una llamada con el dirigente de la Xunta de Galicia, su sucesor Alfonso Rueda, así como con el lendakari, Íñigo Urkullu. Cabe destacar que el líder popular podría llegar a Moncloa si el partido de este último, el PNV, le da su sí, una posibilidad que este ha rechazado así como su máximo dirigente Andoni Ortuzar por la coexistencia necesaria con Vox. Urukullo, de hecho, le ofreció abrir el debate para reinterpretar la Constitución, algo a lo que se ha opuesto.

Tirón de orejas de Ayuso

Parte de los intentos de Feijóo de lograr los síes que necesita los ha enfocado al secretario general del PSOE, a quien le ha ofrecido un pacto de legislatura de dos años con sello popular y seis pactos de Estado con el compromiso de, si se quiere, ir a elecciones una vez venza este plazo. Un acercamiento a Sánchez en el que sigue insistiendo, que ha logrado el beneplácito de Santiago Abascal pero que no es bien vista por algunas voces internas del PP. Una de ellas, como viene siendo habitual, ha sido la de Isabel Díaz Ayuso, quien en directo y justo delante de él le ha dado un tirón de orejas por estas llamadas a la unidad y a la "responsabilidad" tras meses apelando a "derogar el sanchismo", lema de campaña.

El pasado jueves el líder nacional acudió a arropar a la presidenta madrileña en la inauguración del curso político en la Comunidad de Madrid celebrado con un acto en Collado Villalba. Un encuentro del que el presidente nacional salió con un dardo ya que, después de defender que es "un hombre de principios" así como que "pone soluciones" ante los "despropósitos" de Sánchez, le reprochó su aproximación a los socialistas y la animó a "abrir los ojos". "Apelamos de manera bisoña a un partido cuyos valores se esfumaron. Es hora de que abramos los ojos", ha sostenido en un momento de su discurso delante del propio presidente popular. La fórmula utilizada no es baladí ya que la expresión "bisoño" ha partido del vicesecretario y portavoz del PP, Borja Sémper, quien lo ha repetido sistemáticamente en sus últimas declaraciones ante los medios.

Lío con el "encaje" de Cataluña

A este embiste de Ayuso el pasado 31 de agosto se le suma el lío que ha protagonizado él mismo con Cataluña este mismo miércoles 6 de septiembre. "Sé que debemos dar una propuesta y debemos buscar un encaje del problema territorial de Cataluña, pero será un pacto de Estado o no será. Y se hará de acuerdo con la ley o no se hará. Se hará en el encaje constitucional o no se hará", afirmó el dirigente popular en rueda de prensa desde Tenerife precisamente justo después de su encuentro con Clavijo, en el que hablaron especialmente de la agenda canaria pactada. Unas polémicas declaraciones que han provocado un terremoto político y que a última hora de la tarde de este miércoles el cuartel general del PP tuvo que salir a corregir.

Desde Génova han señalado que esta propuesta "no es novedosa" así como que está enmarcada dentro de los seis pactos que el dirigente puso encima de la mesa primero de Sánchez y Abascal en la ronda de contactos en el Congreso. De hecho, han asegurado que está incluido en el punto sobre la mejora del funcionamiento de las autonomías al tiempo que defienden que esta opción debe abordarse desde el "principio de igualdad entre territorios y de respeto a la ley y la Constitución". "Es evidente que es necesario un Pacto Territorial que mejore el funcionamiento de las Comunidades Autónomas para que los planteamientos defendidos por el independentismo no sigan condicionando el debate político, como ha ocurrido en los últimos años", han añadido fuentes del PP tras la polémica.

A esto, la cúpula popular ha querido dejar clara que la amnistía no es una posibilidad ya que "como máximos defensores de la igualdad entre todos los españoles, es obvio que las propuestas que impliquen un trato jurídico o económico desigual entre españoles no podrán contar con el respaldo del Partido Popular", en referencia a las declaraciones públicas de Carles Puigdemont un día anterior. Tanto sus primeras declaraciones como la matización posterior de Génova ha generado mucha controversia ya que supone un giro argumental importante en el seno popular, sin embargo, Feijóo ha evitado concretar su postura. Preguntado por cuál sería su encaje al problema territorial de Cataluña en Espejo Público, el dirigente ha reivindicado su proyecto apelando a la necesidad de reorientar el papel del Senado.

Dos semanas y cero votos más

Mucho diálogo pero pocas victorias. Prácticamente dos semanas lleva enfrascado en una búsqueda de apoyos poco satisfactoria para una cita que a día de hoy está exactamente a tres semanas vista. Sin embargo, ninguno de sus movimientos desde la designación del jefe del Estado para intentar lograr una mayoría suficiente para conformar un Ejecutivo como "partido que ha ganado las elecciones" le ha valido para arañar ni uno de los cuatro síes que necesita para la mayoría absoluta. Génova no abandona la idea de que persisten en la materia por "responsabilidad" al tiempo que rechazan que pueda dar una imagen de derrota desde el Hemiciclo. Su intención es evidenciar las preferencias de Sánchez con los independentistas frente a las suyas, que dicen "no será presidente a cualquier precio". No sueltan la posibilidad de una repetición electoral.