Martes de giros políticos. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha dado marcha atrás en su pretensión de reunirse con Junts per Catalunya tras su encuentro con Santiago Abascal, líder de Vox, motivado por la visita de Yolanda Díaz a Carles Puidgemont a Bruselas. "Si el requisito para ser presidente es comprometer una amnistía que no cabe en la Constitución, la respuesta es que nos podemos ahorrar la reunión. En este contexto todo parece indicar que lo más operativo por economía política es no tenerla porque la respuesta ya la conocen", ha sostenido en rueda de prensa. 

El presidente ultra, por su parte, ha confirmado su apoyo sin exigencias a la investidura del candidato popular al tiempo que ha abierto la puerta a que Pedro Sánchez apoye el proyecto del dirigente del PP. De hecho, ha sostenido que "no va a ser un impedimento" y que "no se opondría" a un gobierno sustentado con el apoyo del PSOE, un planteamiento especialmente celebrado por Feijóo dado que "lo perseguía". "Que Vox no se oponga es lo más relevante en términos de convivencia desde hace tiempo", ha sostenido frente a una alternativa que tendría a un presidente "sometido a la libertad condicional".

Una cita más larga y distendida

La reunión entre Feijóo y Abascal ha durado una hora y cuarto -bastante más tiempo que el encuentro de menos de 45 minutos que mantuvo con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la pasada semana- pero se ha producido tan solo unos minutos después de que Feijóo exigiera al presidente del Gobierno en funciones el cese de la lideresa de Sumar, Yolanda Díaz, por su reunión con Carles Puigdemont en Bruselas. Una cita que ha calificado de "bochorno", de "inaudito" e incluso de "anomalía democrática".

Todo al mismo tiempo que ha defendido su acercamiento a Junts per Catalunya en el Congreso en el marco de la investidura como "normalidad parlamentaria". "Hablar y ceder no es lo mismo", ha percutido, en un mantra reiterado tanto por él como por Génova desde el anuncio de la ronda de consultas. Aunque el encuentro ha comenzado a las 10 de la mañana y se ha extendido hasta las 11:15, no ha sido hasta el mediodía cuando han empezado a desfilar por la sala de prensa los dos dirigentes para dar cuenta de la conversación y los términos de la misma que los dos dirigentes han mantenido.

Ya la distensión entre ambos ha sido evidenciado desde el inicio del cónclave, pese a que los medios no han podido captarles en la calle dado que tanto Feijóo como Abascal han llegado al número 36 de la Carretera de San Jerónimo por el túnel que conectan los dos edificios. Las fotografías resultantes del estrechamiento de manos denotaba más comodidad entre los dos que la que tuvo el líder popular con Sánchez y así ha quedado de manifiesto también con las comparecencias ante los medios, donde los dos han dado un evidente giro argumental en sus posiciones.

Abascal da vía libre al pacto PP-PSOE

El primero en abrir fuego ha sido Abascal, quien ha asegurado que este encuentro ha servido para "constatar las coincidencias" entre las dos formaciones ante una situación de "amenaza histórica a la Constitución y a la convivencia de los españoles" y "un momento de excepcionalidad nacional y democrática". "Los dos vemos imprescindible anteponer el interés de España a cualquier consideración de partido", ha dicho antes de destacar la apertura de "una nueva etapa de entendimiento" entre los partidos a la luz de los acuerdos de gobierno en los ayuntamientos y las autonomías, como la coalición en Murcia.

Un entendimiento que le ha valido para trasladarse su apoyo a su investidura "únicamente como alternativa al bochorno de los partidos separatistas", a los que ha acusado de "subastar la unidad nacional". El presidente ultra ha sostenido que aunque hay "grandes diferencias" entre ambos, en este momento "no toca" hablar de ellas debido a que "el Gobierno de Sánchez, incluso en funciones, es capaz de asustar y atemorizar a los españoles", en referencia a la visita "optimista" de Yolanda Díaz a Bruselas para ver a Carles Puigdemont.

"Un pacto PP-PSOE es un mal menor"

"Ante esa situación de excepción democrática, Vox toma la decisión de apoyar la investidura", ha sostenido ante los medios, a los que ha reconocido que no son "incautos" y que conocen las "dificultades y la probabilidad" de lograr los números necesarios para que llegue al Ejecutivo. "Esto servirá al menos para mostrar la amenaza sobre la unidad nacional y la prosperidad del pueblo. El intento ayudará a preparar la resistencia al golpe que se producirá desde la Moncloa en el caso de que los que subastan la nación lo logren", ha afirmado Abascal.

Ya en respuesta a las preguntas, el dirigente ultraderechista ha admitido preferir un gran pacto entre los dos principales partidos antes que el Estado quede en manos de las fuerzas independentistas. "Siempre hemos pensado que es mejor o un mal menor que los dos se pongan de acuerdo ante de depender de los separatistas. Vox no sería un obstáculo", ha dicho para después cargar con dureza contra "las exigencias" de Puigdemont, en referencia a las declaraciones del expresident, de quien ha dicho es "un delincuente", un "prófugo" y un político "con peores delitos que los de robar". 

Feijóo da marcha atrás con Junts

Mientras Abascal ha escenificado un claro cambio de posición con respecto a una alianza PP-PSOE para evitar al separatismo -especialmente después de meses criticando el acercamiento de su socio al dirigente socialista-, Feijóo también ha evidenciado otra permuta en sus intereses actuales a la vista del encuentro de Díaz con Puigdemont en Bruselas, primero, y la declaración de intenciones del dirigente catalán, después. Ha sostenido que sus peticiones para hacer a Sánchez presidente son "inaceptables", "imposibles" e "implanteables" al tiempo que ha apelado de nuevo a la "anomalía democrática".

En este contexto, el líder popular ha dado marcha atrás en su intención de reunirse con Junts en el marco parlamentario. "Si el requisito para ser presidente es comprometer una amnistía que no cabe en la Constitución la respuesta es que nos la podemos ahorrar. En este contexto todo parece indicar que lo más operativo por economía política es no tener una reunión porque la respuesta ya la conocen. Es no", ha sostenido, condicionando el encuentro a que retiren su exigencia de amnistía y que "enfoquen el asunto de otra forma".

"Que Vox no se oponga es lo más relevante"

Sin embargo, que esta solicitud por parte del expresident de la Generalidad ya estaba encima de la mesa -al menos para las conversaciones de investidura con el PSOE- y no es una sorpresa. Preguntado por este giro, Feijóo ha dicho que tanto Puigdemont como ERC ya hablaban de esto pero "el PSOE siempre ha negado esa posibilidad". A su juicio, la clave está en que esta medida se planté como una condición previa para su apoyo y no una vez ya esté conformado el Ejecutivo. Feijóo ha tildado de "lamentable" y de "disparate" que esto se acepte como un término válido. Los socialistas han salido al paso.

Feijóo también ha valorado la cita con Abascal, a quien le ha presentado el mismo documento que a Sánchez y a quien ha agradecido el tono y su disposición. "Por encima de las divergencias que hemos tenido y mantendremos, ha habido respeto y hemos sido capaces de anteponer la defensa de la igualdad a cualquier discrepancia política", ha sostenido para destacar su "actitud constructiva" y la falta de "desafíos" durante la conversación. "No ha habido ninguna imposición ni condición", ha reconocido. De hecho, todo lo contrario, por lo que ha celebrado el paso hacia delante de los ultras. 

"Que Vox no se oponga a un gobierno del PP sustentado por el PSOE es lo más relevante en términos de convivencia desde hace tiempo", ha considerado para reiterar que el ofrecimiento seguirá en pie. "Espero que Sánchez lo reconsidere, es una oportunidad histórica de responder a los españoles. Nadie se arrepentiría, merece la pena. Debemos de intentarlo", ha manifestado, apelando igual que Abascal a la necesidad de dejar fuera del diálogo a los nacionalistas. "España necesita un partido de Estado y una alternativa que defienda la dignidad de la nación y la igualdad", ha sostenido.