El candidato del PP a la presidencia de la Región de Mrucia, Fernando López Miras, ha cedido y ha terminado pactando con Vox para formar un gobierno de coalición con el fin de terminar con la situación actual de "bloqueo" y no "condenar" a los ciudadanos a unas terceras elecciones en menos de seis meses.

De esta manera, la extrema derecha, tras los resultados de las elecciones del 28 de mayo, consigue entrar en otro ejecutivo autonómico de la mano de los populares. Es así como la formación que lidera José Ángel Antelo en Murcia asume el compromiso de votar a favor de la investidura de Fernando López Miras y los representantes de la formación de Abascal entrarán a formar parte del Gobierno regional con las consejerías de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, ésta última con rango de vicepresidencia. Asimismo, Vox propondrá al presidente del Consejo de la Transparencia, oficina que asumirá también las funciones del Defensor del Pueblo murciano. Además, ambas formaciones asumen un compromiso programático que se dará a conocer próximamente.

“Celebramos el acercamiento de posturas que hacen posible desatascar la negociación. Creemos importante que Vox esté en el Gobierno con tres consejerías, una de ellas de Agricultura, donde entendemos que podemos aportar un gran valor añadido en esta nueva etapa”, ha escrito por su parte Antelo en redes sociales antes de confirmarse el pacto definitivo.

El PP celebra el acuerdo logrado en Murcia

Por su parte, fuentes de Génova han celebrado el entendimiento entre ambos partidos ya que, el escenario de la repetición electoral habría supuesto un coste superior a los cinco millones de euros e implicaría mantener restringidas las capacidades del Gobierno autonómico durante dos meses más de incertidumbre.

Así, los 'populares' han recordado que la única repetición electoral que podría darse sería la de las elecciones generales "una constante en España desde que Pedro Sánchez esté en política", han apuntado. "Esa garantía de inestabilidad que es Sánchez ya la tiene en cuenta incluso la presidenta del Congreso de los diputados, que para fijar la fecha del debate de investidura ya contempla de nuevo esa posibilidad de repetición electoral", han añadido.

Cabe recordar que hasta este momento, el candidato del PP a la presidencia de la Región de Murcia había descartado que la formación ultraderechista formara parte del gobierno regional y aseguró que con los votos que había obtenido Vox solo podían aspirar a cargos institucionales o a un acuerdo programático, a la semejanza de los acuerdos a los que llegó el PP con Vox en Baleares.

El Gobierno de Murcia es el único autonómico que todavía permanecía en funciones tras los comicios del pasado mes de mayo. El PP, tras estas elecciones, extendió sus acuerdos con la ultraderecha en unos 140 ayuntamientos y en cinco comunidades autónomas -Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón y Castilla y León (donde ya estaban gobernando en coalición), y a la que ahora se suma Murcia. En este sentido, cabe recordar que en Baleares, aunque la extrema derecha no está como tal dentro del ejecutivo, sí que el PP pactó un acuerdo programático que se ha terminado por llevar a la práctica.

Las exigencias de Vox

Desde el primer día después de las elecciones, cuando el PP de López Miras se quedó solamente a dos diputados de alcanzar la mayoría absoluta (21) y Vox se quedó en los nueve, desde la extrema derecha han mostrado firmeza en su postura de que no darán ningún apoyo gratis a los populares, y que o entran en el gobierno o se van a elecciones.

A la semejanza de lo ocurrido en Extremadura, la Comunidad Valenciana o en Castilla y León, Vox ha exigido consejerías en Murcia. En esta última cesión, López Miras ha ofrecido la Consejería de Agricultura a la ultraderecha, pero Vox también quiere la vicepresidencia y la Consejería de Educación. Será el próximo lunes cuando Vox celebrará un comité en el que se hablará de este gobierno autonómico, tan solo tres días antes para la investidura.

Antes de llegar a este principio de acuerdo, las negociaciones públicas entre ambos partidos han sido prácticamente inexistentes, con la sombra de la repetición electoral cada vez más cerca y un estancamiento en las conversaciones importante. En las últimas semanas tras fracasar la primera sesión de investidura, la tensión ha ido en aumento, teniendo como mejor ejemplo la falta de representación de Vox en la Mesa de la Asamblea Regional.

“Génova ha decidido hoy ir a elecciones (…) No esperábamos lo que ha sucedido en la mesa. El PP ha vetado a la tercera fuerza política de la Región de Murcia”, sostenía Antelo por aquel entonces. Pero estos no han sido los únicos cruces entre derecha y ultraderecha en Murcia desde el 28 de mayo.

En la primera sesión de investidura, en la que López Miras fracasó, éste pidió a Vox no caer en el “fetichismo del sillón” ni refugiarse “en las trincheras de la ideología” a la hora de pactar, ya que consideraba que “los votantes de Vox se sienten cerca del PP”. En cambio, desde Vox mostraban su convencimiento y empeño en que si no entraban en el gobierno, votarían en contra de López Miras, obligando a los murcianos a volver a votar a finales de octubre de este año.