Las exigencias de Junts per Catalunya, pronunciadas por Carles Puigdemont desde Bruselas, no han sido mal recibidas en Ferraz. Fuentes autorizadas del cuartel general de los socialistas creen que las continuas menciones del eurodiputado a la Constitución son un punto de partida interesante. En la misma línea se ha posicionado poco después Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La también ministra de Política Territorial ha señalado que la Carta Magna es inquebrantable, y ha cimentado en su articulado el límite de las negociaciones.

Moncloa se ha limitado a sentar las bases de cara al futuro. Una semilla que dará frutos toda vez concluya el “tiempo de Feijóo”, la persona elegida por el jefe del Estado para formar Gobierno. A pesar del esperado -y asumido- “fracaso” del candidato del Partido Popular, la pelota de Carles Puigdemont se ha colado en el tejado del Palacio de la Moncloa. También desde Ferraz. Desde un punto de vista más institucional, la portavoz del Ejecutivo ha despachado la alocución del expresident de la Generalitat estipulando que la frontera de los socialistas se sitúa en la Constitución. “Fuera del marco constitucional no hay nada”, ha explicado la responsable de Política Territorial, al margen que ha evitado cualquier otra valoración de las demandas de Junts.

Moncloa: "Tenemos una herramienta que es el diálogo, un marco que es la Constitución y un objetivo que es la convivencia"

Para pasar a la siguiente pantalla, la de las negociaciones para la investidura, Puigdemont ha establecido cuatro líneas rojas. Un póker de demandas en el que se incluye la tramitación de una ley de amnistía antes de facilitar la investidura de Pedro Sánchez. “Un compromiso histórico”, ha destacado el eurodiputado en su comparecencia de Bruselas, quien no ha desechado el uso de la “unilateralidad” una vez más. No obstante, a pesar del pulso inicial, en el Partido Socialista su intervención no ha caído de mal grado e incluso incita al optimismo. Siempre, por supuesto, cuando concluya el turno de Alberto Núñez Feijóo, a quien también ha interpelado el líder de los postconvergentes en Bélgica.

Moncloa evita mojarse en público, aunque en privado subrayan que el discurso de Puigdemont se ha alejado de la confrontación de antaño.  Rodríguez ha ejercido una defensa a ultranza de la acción política del Ejecutivo durante estos años en Cataluña, haciendo hincapié en los resultados electorales tanto del 28M como del 23J. “Nadie puede negar que la situación es infinitamente mejor que hace cuatro años. Y esa situación está apoyada por la mayoría de los catalanes y españoles”, ha precisado la ministra portavoz. Con ello, remarcan el talante dialogante de Moncloa, lo que se ha traducido en una considerable suavización de las posiciones en la sociedad catalana.

No obstante, ello no implica que los socialistas claudiquen ante las demandas de Puigdemont a toda costa. Rodríguez, parafraseando al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha sido clara: “Nuestro marco es el que ayer expresó el presidente. Para abordar esta situación tenemos una herramienta que es el diálogo, tenemos un marco que es la Constitución y un objetivo, que no es sino la convivencia”. Así las cosas, la titular de Política Territorial ha destacado que nunca se abandonará la senda de la Constitución. “Fuera del marco constitucional, no hay nada”, han insistido tanto la portavoz como el responsable de la cartera de Interior, Fernando Grande-Marlaska, enfatizando en que Sánchez ha garantizado el cumplimiento del articulado en cada rincón del país.

Voluntad de acuerdo

Alejados de las cámaras y los focos, voces autorizadas del Ejecutivo han valorado positivamente que Puigdemont haya aislado de su mensaje términos “confrontativos” como Estado “represor”. Un vocabulario habitual en sus comparecencias al que esta vez no ha recurrido. Dejan escapar cierto optimismo ante una futura negociación con Junts, a pesar de no haber rechazado recurrir de nuevo a la vía de la unilateralidad. Explican que sí ha mencionado en diversas ocasiones la palabra acuerdo.

Desde Ferraz subrayan que el derecho de autodeterminación "no está dentro del marco constitucional"

Un análisis similar se esboza en el cuartel general del Partido Socialista. Fuentes próximas a la dirección federal transmiten que el expresident ha escenificado una “petición de máximos”, pero haciendo hincapié en la palabra “Constitución”. De este modo, entienden estas fuentes, “reitera que todo lo que pide” está bajo el amparo de la Carta Magna. “Lo que quepa o no en la Constitución sólo lo puede decidir el Tribunal Constitucional”, precisan estas voces autorizadas.

En el Palacio de la Moncloa ha reverberado el mantra que enmarca cualquier conversación futura en los márgenes de la Carta Magna. También lo replican en privado en el cuartel general del PSOE. A pesar de que el ex líder del Ejecutivo catalán ha situado la autodeterminación en el horizonte, en Ferraz tienen claro que el camino no es ese. “El derecho a la autodeterminación no está dentro del marco constitucional”, subrayan altos cargos de la dirección socialista, que a su vez celebran que el líder de Junts haya abandonado las trincheras de la confrontación para hacer reiteradas apelaciones a la Constitución.