Una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios y una manifestación contra la amnistía en el centro de Madrid han hecho falta para que Alberto Núñez Feijóo caliente motores con el mayor ahínco posible para llegar este martes al Congreso de los Diputados e intentar reunir los avales necesarios para ser investido presidente del Gobierno de España.

Tras medir los resultados del 23J y recibir, posteriormente, el encargo del rey Felipe VI para la investidura, el Partido Popular ha reiterado en múltiples ocasiones su ‘victoria’ electoral, a la par que ha ensanchado el camino de Núñez Feijóo hacia la investidura, el último escalón a La Moncloa.

Feijóo llegará este martes al Congreso de los Diputados con una tesitura más que complicada como pretexto, ya que, de entrada, cuenta con 172 apoyos parlamentarios: los de su partido -137 diputados-, Vox con 33, Unión del Pueblo Navarro (UPN) con uno y, por último, otro diputado perteneciente a Coalición Canaria (CC). Sin embargo, le faltarían cuatro votos a favor más para alcanzar la mayoría absoluta de la Cámara Baja, fijada en 176, para resultar investido.

Ante esta situación, también cabe tener en cuenta aquellas formaciones que ya han garantizado, la mayoría prácticamente desde el primer momento, su no: el PSOE, con 121 parlamentarios; Sumar, con 31; ERC, con siete; EH Bildu, con seis; EAJ-PNV, con cinco, y el único de BNG. Una suma que hace 171 votos en contra.

Grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados en la Legislatura XV. epdata.

Grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados en la Legislatura XV. epdata.

Los preparativos de Génova

Primero, fue la manifestación este domingo en el corazón de Madrid, en la Plaza Felipe II, donde los pesos pesados del Partido Popular se concentraron para cerrar filas con Núñez Feijóo bajo el paraguas del ‘no’ a la posible ley de amnistía si se llega a dar la investidura de Sánchez a cambio de los apoyos de Junts. En este punto, no sólo se concentraron los mandos dirigentes de la Génova 13 actual, sino los barones autonómicos y, como broche de oro, los expresidentes del Gobierno central, José María Aznar y Mariano Rajoy.

De intervención en intervención, cada uno fue desgranando las razones del partido, y las personales, por las cuales defendieron que la futura gobernabilidad del país no debe pasar por la amnistía. La última palabra la tuvo Núñez Feijóo: “Pasaré o no por la Presidencia del Gobierno ahora o pronto, pero en lo que a mí respecta, lo que quedará para España será libertad, igualdad y dignidad”, una frase por la que se esclarece que no cuenta con los apoyos necesarios de la Cámara Baja para ser investido.

Ahora, cuando queda menos de un día para una de las citas políticas más importantes de su carrera, desde el PP no escatiman en esfuerzos por dar por sentada la victoria de su candidato. Por un lado, a través del altavoz que otorgan las redes sociales, el partido ha difundido unas imágenes de su presidente preparando, desde su despacho, los últimos detalles del discurso que entonará mañana ante todo el arco parlamentario.

Por otro lado, y siguiendo la línea que ya se marcó este domingo, fuentes de Génova han confirmado que en el Congreso no solamente se dejará ver la presencia popular con representación en la Cámara, sino que los presidentes autonómicos del PP, y otros cinco presidentes del partido a nivel regional, se presentarán en el Hemiciclo para arropar a Núñez Feijóo ante su esperada intervención.

No obstante, las palabras de la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, este lunes han hecho redirigir las miradas hacia la ‘cara B’: el fracaso. “Feijóo va a ser el candidato que, pudiendo obtener los votos para ser presidente, renuncia a tenerlos. Prefiere la dignidad que un gobierno de indignidad”, ha sentenciado en rueda de prensa desde la sede nacional. Aún con esta postura, Gamarra ha abogado porque el debate y la votación de los próximos días son un plebiscito entre “Feijóo o amnistía” y, al tiempo, que son conscientes de los cuatro únicos votos que les faltan, apelarán a que el resto de dirigentes “recapaciten y reflexionen”, con especial énfasis en los nacionalistas.

“Feijóo va a exponer un programa de gobierno consecuente con el programa electoral, pero abierto a los seis grandes pactos de Estado -que propuso a Pedro Sánchez allá por el mes de agosto- que siguen plenamente vigentes. Unas propuestas económicas, sociales e institucionales sobre cómo servir a 48 millones de españoles frente a los que piensan en unos cientos que deciden unos cuantos escaños. […] Va a apelar de manera directa a la conciencia de los dirigentes políticos de los partidos que prefieren un presidente dialogante a uno sumiso que ha demostrado ser capaz de engañar a todo el mundo todo el tiempo”, ha esgrimido la ‘número dos’ del PP.

Distintos escenarios durante y tras la investidura

El procedimiento es claro. En la primera sesión, en el debate de este martes, siguiendo lo que establece el artículo 99 de la Constitución y como está regulado en el 170 y 172 del Congreso de los Diputados, Núñez Feijóo subirá al estrado para entonar su discurso, teniendo en cuenta de que no dispone de un límite de tiempo establecido. Se espera que, en más de una hora, el candidato popular intente, mediante esta vía, conseguir la confianza de la Cámara de manera previa a la votación.

Tras su discurso, será el turno del resto de grupos parlamentarios en el siguiente orden: PSOE, Vox, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y el Grupo Mixto (BNG, CC y UPN). Cada uno contará con 30 minutos de exposición, y otros 10 de réplica, para justificar, su sí o su no, a la candidatura de Feijóo.

Sin haber transcurrido 24 horas, el miércoles a las 09.00 horas de la mañana, dará comienzo la votación. Así, todos los diputados serán llamados por orden alfabético para que emitan su voto: a favor, en contra o de abstención. En el caso de que esta votación resultara fallida -tal y como está previsto, debido a que no salen las cuentas-, Núñez Feijóo tendrá una segunda oportunidad el viernes 29 de septiembre, con la diferencia de que, en esta ocasión, necesitaría una mayoría simple, sin abstenciones, para resultar investido.

En esta coyuntura, y en el hipotético escenario de que Núñez Feijóo falle por doble partida, sería el turno, si así lo propone el jefe del Estado, del candidato socialista y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, a intentar conseguir el aval del Parlamento, aunque con la tesitura aún en el aire del apoyo o no del partido independentista catalán por el que se mantiene el debate candente de la posible ley de amnistía.

Posteriormente, y si este tercer intento tampoco termina en buen puerto, la única opción que queda es la repetición electoral, la cual podría fijarse en el calendario para el próximo 14 de enero.