Los asesores políticos y spin doctors conocen a la perfección el término cortina de humo. Se trata de una serie de hechos o circunstancias que desvían la atención de un asunto o temas que se pretenden ocultar. Y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, lo sabe muy bien. De hecho, recurre a ello de manera habitual. En las últimas horas se ha hecho viral una entrevista en Telemadrid en la que Ayuso se vanagloriaba por la construcción del nuevo hospital de Valdebebas al tiempo que apuntaba que el personal sanitario no sería contratado, sino que se servirá otros centros. La presentadora, estupefacta pues ya de por sí el personal sanitario escasea en otros hospitales y están desbordados, insistió en la necesidad de contratar nuevos efectivos, y Ayuso salió por la tangente: “Estas preguntas no se le hacen a un presidente autonómico”. La escena fue de lo más comentada y, a fin y efecto de calmar al respetable, la presidenta regional ha declarado que “podría haber dicho cualquier cosa para salvar la entrevista, pero prefiero decir la verdad”. Unas palabras que la honrarían si no fuera porque sus actos no concuerdan con lo predicado, pues no es la primera vez que Ayuso y toda su plana mayor sueltan un cebo para contentar a la opinión pública, no cumplen la promesa y luego todo se olvida sin más.

He aquí cinco ejemplos cuyo resumen es desolador: no se han realizado los test prometidos, no cumplen con los plazos ni las cifras de rastreadores anunciados, aún no se han contratado a los profesores, se están comprando los ordenadores, faltan 2.000 cámaras para las aulas y las residencias siguen sin medicalizarse seis meses después.

1) La quimera del millón de tests en una semana

Ayuso se sacó de la chistera una promesa que, de haber sido cumplida, hubiera sido casi un milagro: un millón de test de antígenos en las zonas con mayor incidencia acumulada de la región. El dispositivo se puso en marcha, pero avanzó bien poco. Según los datos proporcionados el pasado 15 de octubre, solo se realizaron algo más de 13.000 test de antígenos en los cribados de las zonas sanitarias. Lo que implica que, a ese ritmo e incluyendo domingos y festivos, la Comunidad tardaría más de cuatro años en cumplir dicha promesa.

2) Ni rastro de los rastreadores

Todos los expertos advertían que la segunda ola debería atajarse con rastreadores que realizarán un seguimiento exhaustivo y preciso de los contagiados para identificarlos y aislarlos con prontitud. A la Comunidad de Madrid le faltó previsión.

La presidenta regional se comprometió con el Ministerio de Sanidad a contratar más personal y del orden de 1.000 rastreadores para que el Gobierno le permitiera pasar a la fase 2 de la desescalada.

En agosto, casi dos meses después de la promesa, solamente había contratado a 182, según reconoció el vicepresidente, Ignacio Aguado. Tras estas declaraciones, Ayuso dobló la apuesta y situó su previsión en casi 400 rastreadores.

Aseguró que para octubre habría contratados 1.500. Sin embargo, a día de hoy, según datos de la consejería de Sanidad facilitados a ElPlural.com, hay 1.100 personas que se encargan de estas tareas de rastreo. Eso sí, desde la Comunidad de Madrid aseguran a este periódico que “van a entrar a partir de esta semana progresivamente hasta 550 más para hacer labores de rastreo desde Atención Primaria”.

A medida que pasan los días y las semanas, evidentemente, la cifra de rastreadores aumenta, pero lo cierto es que siempre van por detrás, incumpliendo tanto plazos como cifras autoimpuestas. Y todo con un halo de polémica, pues cabe recordar que Ayuso pidió voluntarios que trabajaran gratis como rastreadores.

3) Miles de profesores, pero aún no

Este es uno de los casos más sangrantes. Tras meses de pandemia y meses con la Educación paralizada, la Comunidad de Madrid no se puso a trabajar en un plan de vuelta al cole hasta agosto. A mediados de ese mes, Ayuso anunció a bombo y platillo que contraría a 11.000 profesores como medida de refuerzo.

Pues bien, según ha informado la consejería de Educación a ElPlural.com, la contratación aún “se está realizando” con “la mayor celeridad”. “Ya se han contratado casi la totalidad de los 11.000 docentes prometidos. Además,  desde el comienzo del curso se han cubierto más de 5.000 sustituciones y se continúa trabajando en la misma línea para contratar todos los profesores que sean necesarios”.

“Durante esta semana, y gracias a que se han abierto las listas extraordinarias de interinos en aquellas especialidades más demandas, se están cubriendo aquellas vacantes que faltan por completar”, añaden.

4) Ordenadores y cámaras en las aulas

El Ejecutivo regional prometió el 25 de agosto la contratación de 6.100 cámaras y la compra de 70.000 ordenadores para ayudar a las clases online de profesores y alumnos. Esto formaba parte del paquete de medidas del curso 20/21. Sin embargo, a día de hoy, no se ha concretado: ni hay ordenadores ni hay cámaras.

“La Comunidad de Madrid cuenta con un stock de 750 de ordenadores, cuya distribución se está priorizando en aquellas zonas con alumnos con mayores dificultades socioeconómicas. A lo largo de este mes y el que viene, recibiremos y distribuiremos otros 40.000, a los que se sumarán otros 1.500 donados por la Fundación AGH de la familia Abelló. Sin embargo, los 30.000 dispositivos del Convenio de RED.es con el Ministerio, no llegarán hasta la próxima primavera”, justifican desde la consejería de Educación.

Con respecto a las cámaras, “se están comenzado a distribuir en los centros las primeras 4.000 de las 6.100 adquiridas”.

En otras palabras, los ordenadores aún no se ha comprado y faltan del orden de más de 2.000 cámaras de las comprometidas.

5) Residencias, ¿medicalizadas?

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se comprometió en marzo a poner en marcha un Plan de choque que incluía la medicalización de las residencias. Desde el inicio de la pandemia en España, los centros de mayores de la región se erigieron como un epicentro de contagio y foco de riesgo. Han pasado más de seis meses y siguen sin medicalizarse. Pero es que ni tan siquiera han atinado a identificar qué es una residencia medicalizada.

En abril, la Comunidad de Madrid emitió un comunicado en el que anunciaba que 144 residencias de titularidad pública y privada ya se habían medicalizado. El número dista mucho de las 250 de las que se jactaba el consejero de Justicia, Enrique López. De hecho, con este dato trató de desmentir al consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Ciudadanos), quien fue apartado de la gestión de los centros de mayores tras denunciar que no se había procedido a mediatizar ninguna y tampoco se realizaban tests masivos.

La rebaja de 250 a 144 no la pudo explicar entonces el vicepresidente Ignacio Aguado, quien añadió más leña al quilombo al no poder precisar la cifra exacta: “Si tuviéramos claro cuál es el concepto claro de medicalizar…”.

Reyero denunció que las residencias no están medicalizadas. Y Más Madrid avaló la afirmación. “No están medicalizadas. Mandar un medico a la residencia no es medicalizarla. Eso ya existía antes del anuncio del 12 de marzo del Plan de choque. Y tampoco se están haciendo tests masivos. Mienten conscientemente en un momento delicado, que por cierto, no es nada nuevo en el PP”, sostuvo Emilio Delgado en declaraciones a ElPlural.com.