La política suele caracterizarse por una contraposición de propuestas en torno al abordaje de diferentes materias. Los diferentes partidos se posicionan sobre las temáticas que conforman la agendan política y mediática y luchan porque sean sus planteamientos los que triunfan en la calle y, sobre todo, en el Congreso de los Diputados. El foco se sitúa ahora en la posibilidad de aumentar el gasto en Defensa y la amplia mayoría de formaciones políticas, nacionales y regionales, se han posicionado. Sin embargo, el Partido Popular (PP) rehúsa de tener un planteamiento propio.

Desde que el debate se abrió, a petición de la Unión Europea (UE) y para dar respuesta al abandono a Ucrania de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y su amenaza a la OTAN; los diferentes partidos españoles han ido posicionándose. Algunos, como el PSOE, se han mostrado favorables a elevar el gasto en Defensa, defendiendo que esto no tiene que suponer recortar de otras materias; mientras que otros, como Sumar, han trasladado su contrariedad y han propuesto otros abordajes. Mientras, el partido con más escaños en la Cámara Baja y principal oposición reniega de pronunciarse.

La decisión puede sorprender, pero es la mantenida por los de Alberto Núñez Feijóo desde hace tiempo: esperar a que se pronuncie el Gobierno y elegir la trinchera opuesta. En esta cuestión, la contraposición habitual es más compleja, dado que la familia del PP europeo es la que más está impulsando el aumento de gasto, pero ni por esas los conservadores españoles se atreven a que parezca que van a apoyar al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez. “Lo primero que hay que conocer es cual es la posición del Gobierno de España”.

Así lo ha reiterado este martes la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra, en una entrevista concedida a Telecinco. Repreguntada por la posición concreta del PP en relación con el aumento de gasto, una consulta clara y concisa, la mano derecha de Feijóo ha vuelto a irse por las ramas y ha supeditado su posición a la de la coalición. “Primero hay que conocer lo que quiere Sánchez”, ha explicado, evidenciando que la posición del PP de un tiempo a esta parte responde a la contraposición y no a una intención propositiva.

Este no pronunciamiento es complicado de explicar desde un partido que se dice de país y que aspira a gobernarlo. Para ocultar esta realidad, la estrategia a seguir es pronunciar afirmaciones gruesas. A la madrileña. “Si llegamos al punto de los decretos nos va a intentar poner trampas”, trasladan fuentes de Génova a cabeceras mediáticas afines, reduciendo al ridículo la materia y asegurando que no es descartable “que nos meta en un decreto otra cesión a Cataluña”, recoge El Mundo. “Nos fiamos de Sánchez casi tanto como de Putin”, ponen el colofón ayusista las fuentes.

El PP europeo sí tiene posición

Mientras Génova se hace la remolona para no presentar una propuesta ni condenar la posición asumida por Trump en lo referido al conflicto ucraniano, los mandatarios del PP europeo se han expresado claramente este martes. “Se trata de alcanzar una media del 2% del Producto Interior Bruto (PIB), que es donde estamos hoy por hoy en cuanto a los objetivos, pero tenemos que pasar a superar el 3%”, ha defendido la presidenta de la Comisión Europea y parte de la familia conservadora, Úrsula von der Leyen.

“Lo que pasó en la Casa Blanca fue simplemente un escándalo”, ha valorado el presidente del PP europeo, Manfred Weber, el trato que dio el presidente estadounidense a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski. “La democracia europea se basa en dos pilares: los ciudadanos y los Estados miembro. Necesitamos ambos para nuestra seguridad”, ha añadido el mandatario europeo. “Invertir en nuestra Defensa y en nuestra fuerza no puede ser más que el comienzo, la tarea principal es crear es una auténtica Europa con una unión de la Defensa”, ha añadido.

El PP europeo está dispuesto a contribuir con su parte”, ha zanjado Weber, dejando clara cual es la postura de la familia a nivel europeo. El PP español no está dispuesto a tal cosa y alude a que no se siente lo suficiente valorado como excusa. “Si ellos quisieran un acercamiento, habrían hecho otra escenificación, y no estas reuniones en las que el PP es lo que está entre el desayuno de Sánchez y ERC”, patalean, sin propuesta como partido más votado o como oposición, pero reclamando un espacio privilegiado.

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