Hay luz verde. La militancia de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha dado el visto bueno, con un 53,5% de los votos a favor y un 44,8% en contra, a la investidura del secretario general del PSC, Salvador Illa, como nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, después del preacuerdo que alcanzaron ambas formaciones y de que la formación republicana decidiera someter a consulta de sus bases la aprobación del socialista.
El visto bueno de la militancia de Esquerra dispara el calendario del Parlament para que el exministro de Sanidad se convierta en president de la Generalitat. El nombramiento del socialista se formalizará, previsiblemente, entre el miércoles 7 y el viernes 9 de agosto, sin que se conozca todavía el día concreto. El procedimiento es sencillo: con el 'ok' de los republicanos, el presidente de la Cámara regional, Josep Rull, dará comienzo a una ronda de contactos con los grupos parlamentarios para ratificar que hay una mayoría suficiente para investir a Illa. El objetivo es agilizar la tramitación para que la próxima semana, como pronto, se pueda acoger el debate y la votación en el Parc de la Ciutadella, especialmente en un contexto político marcado por el más que posible regreso de Carles Puigdemont como principal consecuencia de la ya aprobada ley de amnistía.
La financiación, clave del preacuerdo
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el PSC cerraron este lunes el preacuerdo para la investidura de Salvador Illa. A pesar de la aprobación de las bases de Esquerra, no estará listo hasta el primer semestre de 2025, tal y como consta en el escrito del pacto para desencallar la gobernabilidad de la región.
El documento se canalizará a través de la comisión bilateral entre el Estado y la Generalitat, cuyos pactos se extrapolarán a una comisión mixta de asuntos económicos para su aprobación definitiva. De este modo, tal y como consta en el acuerdo entre ambos partidos, la Agencia Tributaria Catalana asumirá "progresivamente" las competencias y el Govern contará con "mayor capacidad tributaria". El calendario está sujeto al acuerdo, aunque el primer impuesto será el de la renta, del cual se encargará la Generalitat a partir del próximo 2026. Es decir, para la campaña del 2025. Tras ello, comenzarán los estudios para recaudar parte del IVA.
El acuerdo deja patente que Cataluña sufre una "infrafinanciación sostenida en el tiempo", una de las reivindicaciones históricas del independentismo que ninguna de las administraciones ha sido capaz de resolver a través de los sistemas de financiación que, a su vez, "ponen barreras a las políticas públicas de la Generalitat en materia de salud, servicios sociales y vivienda". Bajo este precepto, el texto expone que las deficiencias, lejos de ser corregidas, "se han perpetuado porque el actual modelo está obsoleto". Puntualizan, por último, que es un "lastre sistemático" para el crecimiento económico de Cataluña. Por esto, apuestan por una remodelación del sistema sobre un "nuevo paradigma"; el del concierto económico.
El 'plan B' de Esquerra
Sin embargo, los republicanos aseguraron tener un 'plan B' en la recámara. La última palabra sobre la fiscalidad pasa, en realidad, por el Congreso de los Diputados, donde el Gobierno no parece contar con los números necesarios para sacar adelante las reformas comprometidas. Sin embargo, ERC se guarda un as bajo la manga y su secretaria general ha presumido de ello. "Tenemos un plan B pactado con el PSOE para aprobar la financiación singular”, ha garantizado Rovira en los micrófonos de Catalunya Radio. No obstante, la lideresa ha evitado dar detalles.
"El plan B no se cuenta hasta que falla el A", ha remoloneado, pero confirmando que es una alternativa que se ha abordado de forma conjunta con el PSC. "Lo que tenemos acordado con el PSOE son las modificaciones legales, pero no somos ingenuos. Es una ley orgánica y requiere de unas mayorías que nos tocará trabajar y convencer. Y si no, hay alternativas legales porque nos preocupa el cumplimiento del acuerdo", ha añadido. Así, Rovira se muestra segura de que la Generalitat se acabará haciendo con las competencias de recaudación, gestión y liquidación de todos los impuestos.
Este 'plan B' al que hace alusión Rovira, a pesar de que no quiera especificar cuál es, está contemplado en el Estatut de Catalunya, concretamente en su artículo 204 (Agencia Tributaria de Cataluña). "La gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los tributos propios de la Generalitat de Cataluña, así como, por delegación del Estado, de los tributos estatales cedidos totalmente a la Generalitat, corresponde a la Agencia Tributaria de Cataluña", dicta el BOE.