Este domingo, alrededor de 18.000 personas, según la Delegación del Gobierno, han participado en la manifestación bajo el lema 'Madrid sigue en pie por la Sanidad pública'. Esta marcha recorrió las calles de la capital española denunciando las "políticas privatizadoras" del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, así como la "falta de inversión y la ausencia de profesionales".
La protesta fue convocada por el grupo ciudadano Vecinos y Vecinas de Barrios y Pueblos de Madrid, y contó con el respaldo de partidos de izquierda, sindicatos y figuras del mundo de la cultura. La manifestación comenzó a las 12 horas desde cuatro puntos distintos de la ciudad (Plaza Legazpi, Nuevos Ministerios, Plaza de España y el Hospital de La Princesa) y culminó en la plaza de Cibeles.
Durante la marcha se escucharon consignas como "Arriba las manos, esto es un atraco", "Sanidad de calidad, eso sí que es libertad" y "Ayuso dimite, la gente no te admite". Además, se exhibió un muñeco gigante de la presidenta regional, conocido como 'La Pinocha', y se denunciaron los fallecimientos en residencias durante la pandemia al grito de "No son muertes, son asesinatos".
Las pancartas que portaban los manifestantes llevaban mensajes contundentes como 'Basta ya de tanta hipocresía', 'Sanidad 100% pública y de calidad', 'Robar la Sanidad, sí, sí es asesinar' y 'Ayuso nos cierra centros de salud'. Los organizadores de la marcha acusaron al Ejecutivo autonómico de "irresponsabilidad" y de combinar "privatización y cicatería en la inversión", afectando tanto a recursos humanos como materiales.
Entre los problemas señalados durante la protesta se mencionaron la infrafinanciación, las listas de espera, la atención de urgencias extrahospitalarias, la falta de profesionales en todas las categorías (especialmente enfermeras y médicos) y el "maltrato" a los médicos internos residentes (MIR).
La asistencia de 18.000 personas, según la Delegación del Gobierno, fue notablemente menor en comparación con las manifestaciones masivas de la legislatura pasada, cuando 200.000 personas se movilizaron el 13 de noviembre de 2022 y 250.000 el 12 de febrero de 2023 en defensa de la Sanidad Pública.
Ana Encinas, portavoz de la plataforma convocante, exigió la recuperación de la Sanidad pública "que teníamos hace unos años" y abogó por "tener algo tan básico como un médico asignado, una cita en un centro de salud en dos o tres días, no en diez ni en quince, y urgencias extrahospitalarias con equipos completos", además de reducir las listas de espera en los hospitales. Encinas criticó que las actuales condiciones laborales no permiten ofrecer una atención digna y urgió a "invertir el dinero necesario para contratar personal" y "dejar de derivar el dinero público hacia empresas privadas".
Carmen López, de Marea de Residencias, recordó las indignas condiciones de las personas en residencias durante 2020, cuando 7.291 personas murieron sin atención sanitaria adecuada. López subrayó la necesidad de fortalecer el sistema sanitario para evitar que esta situación se repita.
Elena, de la Asociación de Pensionistas de Madrid, lamentó la decadencia de la Sanidad pública regional, que antes era "la envidia a nivel extranjero" y ahora está en "podredumbre". Criticó que se intenta trasladar a la ciudadanía a la sanidad privada.
Conchi, María, Pilar, María del Rosario y Juan Ángel, manifestantes a título individual, expresaron su preocupación por el deterioro de la atención sanitaria, especialmente por las largas esperas para citas con especialistas y la privatización creciente del sistema sanitario.
La ministra de Sanidad, Mónica García, también se unió a la protesta, defendiendo la Sanidad pública como "el corazón del Estado del Bienestar". García recordó su participación en protestas similares cuando era profesional sanitaria y destacó la importancia de proteger la salud de todos los ciudadanos.
Manuela Bergerot, portavoz de Más Madrid, criticó el modelo sanitario de Ayuso, describiéndolo como uno que "maltrata a los pacientes, precariza a los profesionales y beneficia al grupo Quirón y a las aseguradoras privadas". Bergerot destacó la necesidad de "cuidar" a los profesionales sanitarios y el trabajo del Ministerio de Sanidad para "blindar la Sanidad pública".
Juan Lobato, portavoz del PSOE en la Asamblea, exigió a Ayuso que "escuche a los ciudadanos" y se enfoque en mejorar la calidad de vida en Madrid, asegurando una Sanidad que proteja y atienda adecuadamente a todos.
Marina Prieto y Paloma López, secretarias generales de UGT y CC.OO Madrid respectivamente, expresaron su apoyo a la manifestación. Prieto denunció que la Sanidad pública madrileña está en "situación de parada cardíaca" y criticó al Gobierno regional por no tomar "medidas de reanimación". López, por su parte, denunció que la política fiscal de la Comunidad de Madrid está deteriorando los servicios públicos, siendo la Sanidad una de las áreas más perjudicadas.
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