Madrid le declarará la guerra al cannabis. La presidenta madrileña aprovechaba su participación en la clausura de la I Jornada de Prevención en la Salud Mental de la Comunidad de Madrid, foro organizado por el Ejecutivo regional y la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM) en el Hospital público Clínico San Carlos. Desde este enclave, Isabel Díaz Ayuso desplegaba una estrategia agresiva para acabar con el consumo de marihuana, a la que se ha referido como una de las drogas que “más vidas destroza”, poniendo el acento en la juventud. Una campaña que contrasta con las constantes proclamas en favor de la libertad de la jefa del Gobierno autonómico y que oculta que las sustancias que más matan en España son el tabaco y el alcohol, tal y como se desprende de un informe del Ministerio de Sanidad.

Este jueves, Ayuso le declaraba la guerra al cannabis. Arrancaba así una campaña contra la drogadicción en la Comunidad de Madrid, que acompasará con un “proyecto de ley para proteger a los menores de los productos derivados de esta droga, como el CBD (sustancia química de la planta homónima)” y que se suministran en establecimientos legales de la región y de todo el país. En su carta de presentación, incluso se ha permitido el lujo de contradecir a la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien cataloga el CBD como “inocuo”. “Se equivoca”, se aventura a asegurar la presidenta madrileña, al tiempo que apunta que el consumo de marihuana es la primera parada en un camino hacia otras adicciones como la “cocaína y la heroína”.

Además de enumerar el rosario de las consecuencias del abuso de la marihuana, entre las que destacaba “botes psicóticos, autolesiones, apatía” e incluso trastornos de la personalidad, la presidenta regional ha puesto el foco en la necesidad de estudiar “a fondo” las conexiones entre las drogas y la salud mental”. Al mismo tiempo, cargaba contra los “grupos antisistema” que apuestan por la legalización del cannabis: “Los que trabajan con niños y con jóvenes saben que es un disparate. Que no os cuenten fantasías. La lucha no puede ser política sino una lucha por convencer y a acompañar tanto a los que caen en la adicción, como a las familias”. Incluso ha ido más allá, apuntando a los “adictos de los 80” que ahora se han convertido en “vagabundos con adicciones crónicas”.

Abundando en el blindaje legislativo, Ayuso precisaba que ya se han iniciado los trámites para desarrollar el Real Decreto “sólo para regular la legalización del uso medicinal de la marihuana”. Sin embargo, estima que no debe anunciarse la legalización de una sustancia “sin base científica verdadera y sin un análisis previo” de las consecuencias que supondrían para la población, sobre todo para “los jóvenes”. Las drogas, continuó la presidenta, constituyen el “mayor freno a la prosperidad y libertad”. Incluso deslizó los vínculos con el narcotráfico de las “peores dictaduras del mundo y todos los grupos terroristas”. En definitiva, “son la esclavitud de nuestro tiempo”. “Sólo desde la ceguera se puede defender el camino de las drogas”, apuntaló.

Datos ocultos

Ayuso acompasó su argumentario de una serie de datos para refrendar sus tesis. O al menos así lo esperaba. Insistió en las medidas de prevención, sosteniéndose sobre los numerosos casos de jóvenes madrileños que están en tratamiento contra estas adicciones y que, a su juicio, certifican sus palabras. Según datos del sistema de vigilancia de adicciones de la Comunidad de Madrid, en 2022, el cannabis fue la “droga ilegal más consumida entre los estudiantes de 14 a 18 años de la región”. “El 27,8% lo ha hecho en alguna ocasión, el 21,8% en el último año y el 14,5% en el último mes, siendo la edad media de su inicio 14,8 años”, ha profundizado, al tiempo que se abrazaba al ejemplo de David Bowie, quien aseguró que dejó el consumo de estupefacientes porque “no quería a nadie”.

Entre el maremágnum de datos vertidos por la presidenta, sin embargo, se esconden algunos en los que no ha profundizado o incluso, directamente, ha mentido. Así se desprende de la Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (EDADES 2022), publicada por el Ministerio de Sanidad y en la que se documentan las drogas con mayor prevalencia de consumo en el último año en España. Un estudio que, si bien refleja una reducción de 2,5 puntos en el número de personas en el consumo en botellón, constata que un más de tres cuartas partes de la población española consume alcohol (76,4%). Por su parte, el tabaco se rebaja a un 39% de consumidores, mientras que el cannabis, por ejemplo, un 10,6%.

De entre estos datos se desprende que las razones que esgrimen tanto hombres (un 50%) como mujeres (52,7%) por las que consumen alcohol es porque es divertido y anima las fiestas. El segundo motivo, en cambio, es que les gusta cómo se sienten después. Así se sienten un 41% de los hombres y un 32% de las mujeres. Por detrás de ambos queda la justificación de que el alcohol forma parte de una alimentación equilibrada, seguido de quienes lo consumen para no sentirse excluidos.

Copas y chupitos "para todos"

Ni rastro de estos datos en la comparecencia de Ayuso, como también brillaron por su ausencia cuando el líder de las Nuevas Generaciones del PP de Madrid, Ignacio Dancausa, trabajaría por labrar acuerdos con las “mejores discotecas” de la ciudad para que los afiliados tuvieran un trato preferente. ¿Cómo? Con “privilegios” como “listas exclusivas”, invitaciones a “eventos, copas y chupitos”. Un enaltecimiento del consumo de una de las sustancias psicoactivas con mayor mortalidad en España. De hecho, según un estudio de Socidrogalcohol, los motivos más frecuentes de fallecimientos asociados al consumo de alcohol fueron el cáncer (43,8%) y las enfermedades digestivas (32,9%). Especialmente entre los jóvenes, pero también entre la población de 15 a 64 años.

Dancausa, sin tirón de orejas posterior de la presidenta regional por fomentar el consumo de alcohol, anunciaba que estaba en plenas negociaciones con “las mejores discotecas de la ciudad” para conseguir una serie de privilegios para los jóvenes que se afilien a Nuevas Generaciones. Defendió que dichos acuerdos “para tener listas exclusivas, descuentos, para que nos inviten a copas, chupitos, tener acceso preferente para afiliados y amigos y más privilegios”. “No queremos decir nombres, con algunas hemos hecho ya alguna fiesta”, deslizó Dancausa, al tiempo que argumentaba que esto motivaría a muchos de los suyos a tener el carnet en la cartera. “Así será importante llevarlo”, puntualizó.

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