De la pandemia de coronavirus está por ver si salimos más unidos y solidarios, o más egoístas y mezquinos. Pero que saldremos diferentes es algo que ya empieza a palparse en el ambiente. Quien más ha cambiado en cuestión de meses es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que de ser el principal ariete enlutado del PP contra el Gobierno de España se ha tornado en la abanderada -sería por banderas en la Puerta del Sol- del “entendimiento” y de la cogobernanza. 

De entonces a ahora, la principal diferencia es que no hay un estado de alarma contra el que cargar pero que, a su vez, le descargase de responsabilidades políticas de gestión, con el tiempo libre que eso deja para ir a misa y golpear cacerolas en apartamentos de lujo con servicio de habitaciones.

Díaz Ayuso guarda en la Puerta del Sol un minuto de silencio en el último día de luto oficial en la Comunidad de Madrid por el COVID-19
Díaz Ayuso guarda en la Puerta del Sol un minuto de silencio en el último día de luto oficial en la Comunidad de Madrid por el COVID-19

El 7 de junio de 2020, Isabel Díaz Ayuso guardaba su último minuto de silencio en la Puerta del Sol dentro del luto oficial que decretó durante dos meses su comunidad autónoma. Aquel día, la región registraba la muerte de 9 madrileños. Este lunes, los fallecidos en los hospitales de la región ascendían a 32; 33 el viernes, 50 durante el fin de semana. Unos datos muy superiores a los del fin del luto oficial y que se acercan más a mediados de mayo, cuando morían entre 30 y 50 madrileños y Díaz Ayuso posaba afligida en posición de Dolorosa en la portada de El Mundo culpando al Gobierno central de dar un “varapalo” a su economía por no concederle el cambio de fase.

Los días siguientes vinieron más y peores críticas. Ayuso dijo en Telemadrid que ya había leyes de sobra para limitar el movimiento entre comunidades autónomas, que “se supone que es la excusa para seguir decretando este estado de alarma”. También protagonizó aquella intervención en la Asamblea de Madrid, donde aseguró que el Gobienro imponía “un mando único dictatorial", y avisó de que "esperen a que la gente pueda salir a la calle porque lo de Núñez de Balboa les va a parecer una broma”.

Ahora, con la capacidad plena de gestionar la pandemia, todo ha cambiado. Ayuso reclama al Gobierno de España que le ayude con el Ejército para controlar no ya un movimiento entre comunidades autónomas, sino entre los distritos y municipios que ha confinado. Sobre el Gobierno dictatorial ha dicho esta mañana en Onda Cero que "necesitábamos hablar y la reunión escenifica entendimiento”. La presidenta que en mayo defendía que los ciudadanos del barrio de Salamanca salieran “a protestar un ratito por las tardes” este lunes se quejaba al lado de Sánchez de las huelgas de médicos y profesores: “Hace falta ya que el activismo pare un tiempo, que dé un poco de respiro”.

La propia Ayuso decía durante la entrevista de este martes: “Yo durante el mes de mayo, si hay algo que criticaba era el no pase de fase de la Comunidad de Madrid de 0 a 1, en base a unos informes que no existían y un comité de expertos que no existía. No que el Gobierno de España tuviera una estrategia nacional y que después las comunidades autónomas pusiéramos nuestras herramientas. Yo en la primera conferencia de presidentes le mostré todo mi respaldo al Gobierno en sus decisiones porque entiendo que esto no va de fronteras”. Lo de seguir engañando a los ciudadanos con el bulo del comité de expertos es un clásico, lo de engañarse a sí misma sobre su ausencia de críticas es nuevo.