En las últimas horas la polémica sobrevuela a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras trascender que lleva dos meses viviendo en un apartahotel de lujo propiedad del empresario Kike Sarasola, quien además, se ha llevado una adjudicación que al revelarse se ha modificado “por error”, encendiendo todas las alarmas. Hay incluso quien ve similitudes entre el caso Sarasola y el caso Máster de Cristina Cifuentes. Todo comenzó cuando el Ejecutivo regional apuntó que la estancia no suponía coste alguno para las arcas públicas y, horas después, aseguró que Ayuso lo pagaba de su bolsillo (6.000 euros al mes). Pues bien, según eldiario.es no se trata de un solo apartahotel, sino de dos.

El citado medio ha publicado que, según sus fuentes, la presidenta de la Comunidad de Madrid no solo utiliza la suite royale, sino también una residencia en una planta inferior en el mismo lujoso edificio, el BeMate Plaza de España.

Uno de ellos lo utiliza para trabajar y el otro para dormir, una información que la propia Ayuso apuntaló el pasado 30 de marzo sin caer en la cuenta: "Estoy en el hotel, duermo abajo, trabajo arriba y no molesto a nadie”, dijo en una entrevista en El Confidencial.

Este martes trascendió que la presidenta regional disfrutaba de un lujoso y exclusivo apartahotel propiedad del empresario Kike Sarasola desde hace ya dos meses. En un principio, el Gobierno regional aseguró que no suponía coste alguno para las arcas públicas, pero tras concluirse que si fuera un regalo estaría violando el código ético de la Comunidad de Madrid y del PP, aseguraron que se lo pagaba Ayuso de su bolsillo.

El baile de cifras

Pero este no fue el único “error” polémico. Se produjo por la tarde una publicación en la web de contratación cuyo protagonista era el propio Sarasola con un baile de cifras que ha encendido todas las alarmas.

El pasado 6 de mayo el Consejo de Gobierno de Ayuso aprobó tramitar de urgencia 806.193,15 euros para la contratación de servicios para atender a personas mayores en dos hoteles adaptados a modo de residencias durante tres meses para hacer frente al Covid-19.

Los hoteles en cuestión eran el Room Mate Alicia y el Room Mate Alba, ambos propiedad de Kike Sarasola.

Ayer, 12 de mayo, la web de contratación de la Comunidad de Madrid publicó un contrato por valor de 565.000 euros para Room Mate. El revuelo fue notable y el Ejecutivo regional loa tribuyó a un “error” que fue subsanado con celeridad.