Desde que el pasado 16 de marzo la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, diera positivo en coronavirus se aloja en una lujosa suite de un exclusivo hotel en el centro de Madrid. Se trata de uno de los 37 apartamentos del Plaza España Skyline BeMate, propiedad del empresario Kike Sarasola. El apartahotel tiene dos terrazas, dormitorio con vestidor, baño propio, salón-comedor y cocina integrada.

El precio por su disfrute es de 200 euros por noche, lo que elevaría el montante total hasta los 12.000 euros, puesto que lleva unos dos meses viviendo allí, tal y como se puede observar en las entrevistas que concede vía telemática.

Sin embargo, tal y como publica El Mundo, la Royal Suite no acostumbra a alquilarse, sino que es de Kike Sarasola, y la ha puesto a disposición de la presidenta regional sin coste alguno.

“El alojamiento de la presidenta no ha generado ningún coste para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid”, justifica el Ejecutivo regional según recoge Vanity Fair.

La diputada autonómica de Más Madrid, Tania Sánchez, preguntó precisamente por el hecho de que lleve viviendo allí unos dos meses. Registró dos cuestiones en la Asamblea: “¿Por qué la presidenta se ha mantenido en el aparthotel en el que fue confinada una vez superada la enfermedad? ¿Cuál ha sido el coste para las arcas públicas?”. 

El Gobierno regional se limitó a responder la segunda y no la primera. Y según apuntan, Ayuso sigue en el apartamento “Royal Suite” por “operatividad” ya que si se trasladara a la Puerta del Sol, supondría “movilizar a mucho personal”.

Conviene recordar que en una entrevista concedida a El Mundo en febrero del pasado año (2019), la entonces candidata del PP dijo que vivía en Malasaña en “un piso que se nos queda pequeño, de unos 50 metros cuadrados”.

“La misma mesa donde trabajo es donde cenamos. Siempre vivo acorde a los salarios que tengo, y ahora mismo no sé cuál va a ser mi vida. Si tengo otras responsabilidades cuando sea presidenta de la Comunidad, evidentemente necesitaría una casa de mayor tamaño, un estudio donde trabajar y armarios más grandes, porque te cambiar muchas veces de ropa al día”.