Un error en el etiquetado hizo saltar las alarmas. Como adelantaba El Plural.com el pasado fin de semana, las mascarillas que, durante esta mañana, han comenzado a distribuirse en la Comunidad de Madrid, no estaban correctamente etiquetadas. Varios fallos en la norma de las primeras partidas que llegaron a territorio español han hecho dudar sobre la validez y homologación de este producto sanitario.

Una anomalía hay. ¿Es una anomalía en materia de calidad, de error de etiquetado, de intención de atribuirle el cumplimiento de una normativa europea que realmente no cumple? Que lo diga la Comunidad de Madrid. Ahora mismo lo que hace falta es que la Comunidad sea transparente con los protocolos de control por los que ha pasado la mascarilla en España por parte de los organismos españoles, sean de la Comunidad o sean del organismo central”, plantea a ElPlural.com Rubén Sánchez, portavoz de FACUA.

Según explica la Consejería de Sanidad a este periódico, el de las mascarillas ha sido “un error de impresión en el envoltorio de las primeras muestras que trajeron (desde China). Las que han llegado en grandes partidas para su distribución tienen el etiquetado correcto”.

Sin embargo, la pregunta planteada por este periódico y a la que no responde ni la Consejería de Sanidad, ni la Comunidad de Madrid, es sobre si el filtrado de las mascarillas ha sido analizado en un laboratorio español antes de ser distribuidas a los ciudadanos. Silencio.

“Nosotros partimos de que todas las mascarillas que están comprando las administraciones deben ser analizadas de manera oficial en España, con independencia de lo que vendan los fabricantes o intermediarios.Las mascarillas que están entregando no son quirúrgicas, ni son higiénicas, son mascarillas que, se supone, cumplen con una serie de características, que trasladan a los usuarios, además, una sensación mayor de protección y la Comunidad debe de confirmarnos si, efectivamente, más allá de ese error de etiquetado, son mascarillas que cumplen con esos requisitos, o no”, explica el portavoz de FACUA. Sobre todo, teniendo en cuenta que, la Comunidad de Madrid ha invertido 32 millones de euros en la compra de estas 14 toneladas de mascarillas que se encuentran, ahora, en tela de juicio.

No obstante, la del etiquetado, no es la única ampolla que ha suscitado el reparto masivo de las KN-95, cuya vida útil es de unas 48 horas. Mientras la Consejería de Sanidad asegura que, “la decisión de distribuir este tipo de mascarillas a todos los ciudadanos se ha tomado después de asegurar que los profesionales sanitarios dispondrán de todos los equipos de protección y tipos de mascarillas necesarios en cada momento”. Es decir, que existe un stock de seguridad, desde los organismos sanitarios no opinan lo mismo.

Malestar entre los sanitarios

El Consejo General de Enfermería traslada su ‘malestar’ a la Comunidad por no priorizar la protección de los sanitarios. En primer lugar, aseguran no tener constancia “de que se haya estudiado la filtración de esas mascarillas”.

Por otro lado, según explica a ElPlural.com, María Enríquez, portavoz del Consejo General de Enfermería: “Realmente el objetivo de protección comunitaria estaría cubierto con una mascarilla quirúrgica o con una higiénica. En un mundo idílico en el que los recursos fueran ilimitados y no nos encontrásemos con la situación que nos hemos encontrado: de escasez de recursos de protección individual, sería óptimo que la población usara las mascarillas (FFP2), pero a día de hoy esa situación no es así. Hemos tenido una escasez de recursos para el personal sanitario bastante significativa, de la que se ha dejado constancia, por ello creemos que esas mascarillas -que ha comenzado a repartir la Comunidad- deberían de priorizarse para el personal sanitario, que son los más expuestos al contagio”.

Además, Enríquez recuerda que, a día de hoy, no existen datos desglosados sobre la cantidad de sanitarios contagiados: “No existen datos diferenciados de contagio por tipos de profesionales sanitarios. Estamos todos en un conjunto global. Hemos solicitado esa información, pero no nos la dan”.

Por su parte, la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, anuncia otro gasto de 30 millones de euros para la adquisición de nuevo material de protección contra el Covid-19 y para la contratación de traslado aéreo del mismo desde el extranjero.