El malestar entre socios de Gobierno de la Comunidad de Madrid es palpable. A los continuos desplantes de Isabel Díaz Ayuso a Ciudadanos, acrecentados en las últimas fechas en la gestión del coronavirus, se ha sumado la posibilidad real de que los naranjas exploren una vía paralela que supusiera la rotura definitiva con los populares. El PP, sabedor de la importancia de retener la Comunidad de Madrid, gran bastión de su legislatura, no está dispuesto a aceptar los caprichos de la aritmética parlamentaria, y, tal y como han confirmado fuentes cercanas a la propia Ayuso a ElPlural.com, ya se han encendido las alarmas que derivarían en una convocatoria de elecciones anticipada que delimitara la capacidad de acción de la oposición.

Tal y como ha adelantado en exclusiva ElPlural.com, a la moción de censura no le faltarían apoyos si Ciudadanos decidiera dar el paso. Los socialistas ya han mantenido conversaciones con sus homólogos, y, pese a que por el momento todo se limita a reflexiones compartidas, sacar adelante un cambio de Gobierno no sería un problema. “Lo primero son los madrileños”, sostienen los socialistas, dispuestos a entregar el despacho principal de la Puerta del Sol a Ignacio Aguado como gesto de buena voluntad.

Sendas formaciones, por sí mismas, ostentan 63 asientos de la Asamblea de Madrid. Se quedarían a únicamente cuatro votos favorables de la mayoría absoluta necesaria para tumbar a Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, la posición de Más Madrid también es propicia a pensar en un cambio de escenario. “Se trataría de un Gobierno que, con todas sus limitaciones, podría limpiar los desmanes de tantos años del PP”, explican fuentes de la formación regional.

La tensión entre Ciudadanos y PP no deja de crecer. Un Gobierno en coalición que, un año después de las elecciones, todavía no ha sido capaz de sacar ninguna ley adelante. Las peticiones de la extrema derecha son aceptadas por el PP, pero Ciudadanos, consciente de su debilidad nacional, que le obliga a reinventarse para recuperar el centro del tablero político, se resiste a conformar mayorías con los ultras.

A la debilidad operativa se suman las ínfulas de Miguel Ángel Rodríguez. La actitud cainita del jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso no gusta a los naranjas, que no dudan en reconocer que la presidenta regional se ha vuelto “más sectaria”. La relación bilateral es inexistente y la mandamás autonómica toma decisiones que posteriormente son censuradas a través de las declaraciones a los medios de sus propios compañeros de Ejecutivo.

La demoscopia, punto a favor del PP

La encuesta de Gad3 para el diario ABC del pasado 2 de mayo, día de la Comunidad de Madrid, supuso un respiro al PP de Madrid. Según el estudio demoscópico, Isabel Díaz Ayuso conseguiría subir hasta los 57 escaños en un hipotético escenario de repetición de elecciones, quedándose únicamente a 10 diputados de la mayoría absoluta.

Esta es la principal baza del núcleo duro de la presidenta. Sabedores de las conversaciones subrepticias que empiezan a producirse al margen de su Gobierno, el PP saca pecho y escapa hacia adelante, advirtiendo al resto de fuerzas parlamentarias de lo que podría suponer una vuelta a los comicios. Una amenaza velada que, sin embargo, no está frenando la sangría interna que sufre el Ejecutivo regional.

Tanto PSOE como Ciudadanos no dan ninguna credibilidad a la encuesta, y creen que la gestión del coronavirus ha dejado en muy mal lugar a Díaz Ayuso y su pléyade más cercana.