El fregadero, ya sea el de la cocina como el de los baños, es una de las partes de la casa que más suciedad puede llegar a acumular, como la mampara de la ducha o el interior del microondas. En muchas ocasiones, además, es fácil que se atasque, generando malos olores debido a los restos y los gérmenes.

Limpiarlo y desinfectarlo habitualmente es imprescindible para evitar que esto suceda, sin embargo hay demasiados productos que te prometen esto pero no cumplen todo lo que deberían. Por eso, desde ElPlural.com te traemos los mejores trucos para desatascar el desagüe y con artículos que ya tienes en casa.

¿Cómo desatascar el fregadero?

En primer lugar, en el caso de la cocina es necesario recordar la importancia de quitar los restos de comida que puedan quedar en los platos antes de meterlos en el fregadero ya que pueden obstruirlo. También hay que evitar verter aceite o líquidos que no sean detergente ya que estos a la larga se solidifican y generan un atasco.

Lo mismo ocurre en el baño, que los pelos o incluso el jabón de manos van dejando residuos en las tuberías del lavabo. En el caso de los pelos, lo mejor es colocar un sistema de recogida (los hay de silicona o plástico) en la entrada del sumidero para evitar que pasen, lo que reducirá las posibilidades de taponamiento.

Los trucos

Como ya hemos comentado en otras ocasiones, hay dos productos muy baratos y que seguro tienes en casa que tienen grandes propiedades limpiadoras. Se trata del vinagre blanco y el bicarbonato de sodio, que son especialmente útiles para desinfectar y desengrasar.

Así, solo tienes que echar una taza de bicarbonato por el desagüe y déjalo actuar durante cinco minutos. Después, echa la misma proporción de vinagre un poco templado y espera otra media hora más para que haga efecto.

Cuando ya ha transcurrido este tiempo, echa agua caliente -si es hirviendo mejor- poco a poco-. Al principio puede ser que suba de nuevo pero más tarde el fregadero comenzará a tragar todo. Si tras hacerlo una vez no tienes los resultados esperados, puedes repetir los pasos varias veces para que quede como el primer día.

Aunque este es un método muy efectivo, también hay otras opciones. Una de ellas es introducir por las tuberías un alambre en forma de U y moverlo en círculos y de arriba a abajo para sacar la suciedad acumulada. Otra posibilidad es usar una cuarta parte de jabón para platos y agua hirviendo, aunque es más efectiva la combinación anterior.