Mientras el Gobierno central ha incrementado en casi un 50 % sus transferencias al Ayuntamiento de Madrid en los últimos años, la aportación de la Comunidad de Madrid llega con retraso. A mitad de 2025, de los 123 millones previstos por la administración autonómica, el Consistorio solo ha recibido 8 millones, un 6,5% del total. Un saldo retenido que está afectando de lleno a servicios como la ayuda a domicilio, el Plan Corresponsables para la conciliación familiar y las medidas contra el absentismo escolar. El Ejecutivo autonómico replica que los pagos se realizarán en los próximos meses y achaca parte del retraso al Gobierno central, mientras el alcalde José Luis Martínez-Almeida evita el choque con Ayuso y destaca la colaboración institucional.

Para ser más precisos, según el cuadro de ejecución presupuestaria del Ayuntamiento de Madrid a 30 de junio de 2025, al que ha tenido acceso ElPlural.com, apenas se ha hecho efectivo un 6,5% de las transferencias previstas por la Comunidad de Madrid para este ejercicio. De los 123,16 millones de euros presupuestados en esta partida, solo se habían reconocido 8,06 millones en ingresos a mitad de año. Un desfase que afecta directamente a algunos de los servicios sociales más sensibles de la ciudad. Entre las partidas pendientes destacan los 106 millones de euros destinados a la ayuda a domicilio para personas dependientes, los 7,5 millones del Plan Corresponsables, orientado a facilitar la conciliación familiar a través de cuidados infantiles, y 400.000 euros comprometidos para programas de prevención del absentismo escolar.

La oposición en Cibeles alerta de que la demora pone en riesgo la continuidad y estabilidad de estos servicios. “No hay ni rastro de los millones comprometidos para la ayuda a domicilio, para el plan de conciliación o para combatir el absentismo. Y lo grave es que el alcalde calla”, denunció Sara Ladra, portavoz de Más Madrid en la Comisión de Economía y Hacienda. La concejala exigió a Almeida que dé un paso al frente: “Que se ponga a trabajar de una vez en lo importante y reclame a Ayuso el dinero que le debe”.

Más Madrid subraya que esta lentitud contrasta con el compromiso del Gobierno central, cuyas transferencias a Madrid se encuentran en máximos históricos. Durante el mandato de Martínez-Almeida, las aportaciones de la Administración General del Estado a la ciudad han crecido cerca de un 50%, incorporando unos 800 millones de euros adicionales hasta rondar los 2.240 millones anuales. De hecho, solo en la primera mitad de 2025 el Consistorio ya había recibido alrededor del 40% de las entregas del Estado previstas en el Fondo Complementario de Financiación (unos 873 millones de euros). En total, aproximadamente un tercio de los ingresos municipales procede actualmente de la financiación estatal, lo que ha permitido sostener las cuentas locales a pesar de la demora en los fondos autonómicos.

La Comunidad promete pagar y atribuye el retraso al Estado

El Gobierno regional de Madrid defiende su gestión y asegura que los fondos comprometidos se transferirán en los próximos meses. Fuentes de la Consejería de Presidencia señalan que el retraso en el Plan Corresponsables de conciliación se debe a que el Ministerio de Igualdad transfirió esas partidas con demora, y garantizan que el Ayuntamiento recibirá el dinero “en breve.  Además, la Comunidad de Madrid atribuye parte de la situación al Ejecutivo central, al que acusa de haber recortado casi 50 millones de euros del presupuesto nacional de dicho plan y de exigir a las autonomías aportar un 25% de cofinanciación.

Por otra parte, en lo referente a la ayuda a domicilio, el equipo de Ayuso subraya que ya se han abonado 61,3 millones de euros en el primer semestre de 2025, la mitad del importe anual previsto, y que el resto del dinero llegará en el último trimestre, cumpliendo el convenio firmado con el Consistorio. Incluso destacan que en 2025 la Comunidad ha incrementado su aportación a este servicio en 16,6 millones con respecto a 2024, tras otra subida de 30 millones el año anterior. En cuanto al programa de absentismo escolar, la Consejería de Educación recuerda que transfirió 300.000 euros en julio y abonará los 100.000 euros restantes en noviembre, completando así los 400.000 comprometidos para este año.

Almeida evita el choque y apela a la colaboración institucional

Desde Cibeles, José Luis Martínez-Almeida ha evitado alimentar la confrontación con la jefa del Ejecutivo autonómico, que pertenece a su mismo partido. Fuentes municipales aseguran que la relación entre Ayuntamiento y Comunidad se caracteriza por la “máxima colaboración y lealtad” institucional. El entorno de Almeida niega que Madrid esté siendo asfixiada financieramente por la Puerta del Sol: según sus datos, a estas alturas del año la Comunidad ya ha abonado alrededor del 57 % de la financiación comprometida para los servicios conveniados, y el resto se entregará conforme a los plazos pactados.

El concejal Borja Carabante, del equipo de Almeida, llegó a tachar de “mentira” la cifra del 7% esgrimida por la oposición, afirmando que en realidad más de la mitad del coste anual de dichos programas ya ha sido cubierto por la Comunidad en 2025. Asimismo, el Ayuntamiento hace causa común con el Gobierno regional al señalar la infrafinanciación estatal de la atención a la dependencia: recuerdan que el Estado apenas costea un 30% del servicio de ayuda a domicilio cuando por ley debería aportar el 50%, obligando a las administraciones madrileñas a asumir la diferencia.

La tregua frágil entre Ayuso y Almeida

Aunque desde fuera se proyecte una alianza impecable entre Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez‑Almeida, la relación entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y el alcalde de la capital ha estado marcada por fricciones históricas que resuenan aún en su gestión conjunta. Durante la crisis interna del PP entre 2021 y 2022, ambos tomaron posiciones enfrentadas: Ayuso aspiraba a liderar el partido regional con el respaldo de su equipo, mientras que Almeida defendía una “tercera vía” desvinculada de la pugna, lo que generó una presión latente dentro de Génova y tensó su sintonía pública. Almeida reconoció más tarde que aquel intento fue un error, admitiendo que debería haberse contenido y lamentando haber contribuido al pulso interno.

En ese momento, también quedó patente una división a nivel territorial: distritos enteros del Ayuntamiento se posicionaron a favor de Ayuso o de Almeida, lo que evidenció un reparto desigual de lealtades dentro del PP madrileño. A pesar de las imágenes posadas de ambos durante eventos simbólicos —como su llamado “abrazo de paz” en la Almudena—, esos gestos parecían más un paréntesis necesario en la calma que un auténtico cierre de heridas. Fuentes consultadas por la prensa describían una tregua frágil, mantenida en lo formal, pero sin resolver en lo estratégico.

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio