Madrid tiene la suerte de tener una de las gastronomías más ricas de toda España porque, además de sus especialidades tradicionales, acoge platos típicos y vanguardistas de otras regiones.

En toda la capital existen lugares para tapear y disfrutar de platos más elaborados como el cocido madrileño, pero no todos los establecimientos gozan de buena fama. Recogemos los mejores restaurantes castizos para disfrutar de una experiencia gastronómica inigualable en Madrid.

Caracoles

Los caracoles no son del agrado de todo el mundo, pero en España son muy típicos y según la región se condimentan con diferentes ingredientes: arroz, perejil, mantequilla, caldo de carne, verduras… La versión más madrileña se sirve con guindillas y embutidos de matanza cocinados a fuego lento.

Casa Amadeo-Los Caracoles

Local visitado especialmente los domingos, después del rastro, cuando los madrileños y turistas buscan un lugar cercano para no desmayarse y mimar su paladar. En este establecimiento, en plena plaza de Cascorro, se ofrece una receta burgalesa de caracoles con casi un siglo de antigüedad.

Casa Amadeo sabe conseguir el equilibro perfecto del plato a pesar de que podría tratarse de uno de los más fuertes y picantes, está hecho a base de especias y chorizo y se sirve en una mítica cazuela de barro, como no podía ser de otra manera.

Casa Amadeo

Taberna De La Elisa

Cerca del Museo del Prado y en pleno barrio de las Letras se halla la Taberna De La Elisa donde se hacen unos caracoles con solera mezclados con hierbas del monte, salsa de jamón y chorizo en una gran olla.

Cocido Madrileño

La Bola

Este restaurante prepara el cocido más tradicional y con las mejores materias primas de Madrid. Cocinan los caracoles a fuego muy lento sobre carbón de encina durante más de 4 horas y, después, lo sirven en los pucheros tradicionales de barro. Llevan 150 años ofreciendo este plato y siguen conquistando como antaño.

Cocido del restaurante 'La Bola' de Madrid

La Cruz Blanca de Vallecas

Ganador de los “Premios Alimentos de España 2016” por su maestría con la cocina tradicional española. Este premio lo entregó el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente por “las materias de primera calidad” que utiliza el chef, Antonio Cosmen Menéndez, y por su afán de recuperar recetas “para que vuelvan a gozar de prestigio entre las generaciones más jóvenes”.

La especialidad mítica de la casa es el cocido, para el cual utilizan materias primas muy seleccionadas y que, aunque seas de buen comer, en este restaurante vallecano podrás salir rodando. El cocido lo sirven con un entrante de croqueta casera tradicional acompañada con tomate natural y salsa. De primero, incluye una sopa de cocido casero que se puede repetir tantas veces como se quiera y, como plato principal, la estrella: el cocido madrileño con chorizo, morcilla, gallina, berza, y aderezado con tomate natural preparado con comino. El chef recomienda acompañarlo con un vino tinto de sus bodegas.

cocido de Vallecas

Malacatín

En pleno barrio de Las Letras se encuentra Malacatín, un restaurante castizo con más de 125 años a sus espaldas, ya van por la cuarta generación a cargo de este restaurante y si pruebas su cocido sabrás que solo están al principio del camino.

Cocido de Malacatín (Madrid)

En Malacatín el cocido se sirve en tres vuelcos: primero su potente sopa de fideos, después los garbanzos y el repollo y, para concluir, las carnes. Si los comensales lo prefieren pueden degustarlo en un único pase. A este completo plato se le añade un pollo entero y una deliciosa salsa de tomate con comino que ayuda, en palabras del establecimiento, “a digerir mejor tan suculento plato”.

cocido Madrid

Calamares

El Brillante Madrid

El lugar más famoso para probar el mítico bocadillo de calamares de Madrid. Está justo en frente de la estación de Atocha y llevan abiertos desde 1951, ahora está a cargo del hijo del fundador.

Por El Brillante han pasado y pasan todo tipo de personalidades, ellos mismos hablan de que tienen anécdotas como para escribir un libro y es que por sus puertas han pasado desde la hija de Bill Clinton escoltada por sus guardaespaldas, hasta Matt Groening, el creador de ‘The Simpsons’.

Debido a la pandemia se han tenido que reinventar y ahora todos sus platos están disponibles takeaway.

Bar Postas

Situado frente a la Plaza Mayor es otra de las freidurías más típicas de la capital que suele estar abarrotado a las horas centrales del día. Destaca por sus bocadillos de calamares aunque sirven todo tipo de platos tradicionales del país: paella, boquerones con aceitunas, patatas bravas y boquerones.

Bar Postas (Madrid)

Callos y Patatas Bravas

La Cervecería Alonso

En la Calle de Gabriel Lobo se localiza esta gran cervecería que ha conquistado a críticos y a madrileños desde 1956. El dueño asegura que suele hacer todos los días 10 kg de callos, incluso en verano, y que sus patatas bravas son un gran reclamo porque han perfeccionado la receta durante años. 

Cerveza de La Cervecería Alonso (Madrid)

Los callos, como describen en su página web oficial, son “sabrosos, desgrasados con su puntito picante” y deben ir acompañados de una cerveza de grifo bien tirada, expertos también en esta materia.

Para quién quede encantado con estos platos tradicionales está de suerte porque en La Cervecería Alonso también son especialistas en ensaladilla rusa, canapés de anchoas, mollejas de cordero, conservas y muchas tapas más.

Callos, La Cervecería Alonso (Madrid)

Tortilla de patatas

Bodega de la Ardosa

En la calle Colón de Madrid está el templo de las tortillas poco cuajadas, tanto para los amantes de “con cebolla” o “sin cebolla”. Si apuestas por visitar este castizo bar no olvides de probar también su vermut que llevan sirviendo desde el 4 de enero de 1892, cuando se fundó la casa.

Bodega de la Ardosa

Casa Dani

En 2019, en pleno Mercado de La Paz, Casa Dani ganó el premio de mejor tortilla de España, más concretamente el premio ‘II Campeonato Nacional de Tortillas’ celebrado en el marco del ‘Foro gastronómica internacional de la de la papa’ en Tenerife. Llevan desde 1991 sirviendo menús exquisitos, pero han conseguido ser un lugar de referencia en la capital por sus tortillas de patatas.

Churros

Para los más golosos siempre pueden terminar con unos buenos churros con chocolate caliente de la mítica Churrería de San Ginés, que, aunque siempre hay largas filas de espera, sirven rápido y te los puedes tomar paseando por las principales calles de Madrid o en la bonita plaza de Oriente frente al Palacio Real, que está muy cerca. ¡Una experiencia fantástica cualquier día del año!