Hay quienes viajan para tener la excusa perfecta de disfrutar de la gastronomía típica de nuestro país. España es uno de los países donde mejor y más barato se come con una variedad exquisita, ya sea en el sur, en el norte o en el interior de la península.
Cada región es especialista en la elaboración de un plato y aunque de seguro que en cada rincón de España se reinventan para ofrecer una carta variada, hay que saber bien qué elegir en cada zona y nunca descartar los platos tradicionales.
La fama de la dieta mediterránea española es reconocida internacionalmente y este listado explica el porqué.
Papas con mojo picón, Islas Canarias
El archipiélago canario atrae al turismo nacional e internacional por su agradable temperatura tropical durante todo el año y por sus bonitas playas. Sin embargo, la gastronomía de esta tierra llama la atención por el uso de ingredientes poco comunes al resto del país, como el gofio. Este alimento es una harina tostada, cuyos granos se tuestan a la piedra en un proceso totalmente natural. Se puede utilizar tanto para platos salados, paella, croquetas o potaje, como para dulces, en natillas o bizcochos, incluso de bebida.
Aunque el plato estrella de esta región son sin duda las papas “arrugas” con mojo picón, pequeñas patatas cocidas con salsas caseras hechas a base de pimienta, pimentón, ajo, aceite, vinagre y sal. Normalmente se sirven con una salda dulce de color verde y otra picante de color rojizo. Los mejores lugares para degustar las papas "arrugas" son los establecimientos puramente canarios, los guachinches, donde ofrecen comida casera tradicional.
No hay que olvidar su fruta tropical y a los plátanos de Canarias, en la isla de La Palma hay un museo dedicado exclusivamente a este alimento.
Ensaimada, Islas Baleares
Viajar a Baleares es sinónimo de comer y traer de vuelta una buena ensaimada en su caja de cartón octagonal. Aunque en esta ínsula también son muy comunes otros platos como la sobrasada y el arroz brut hecho con verduras, setas y carnes como conejo, pato, cerdo o pollo con especias y, por supuesto, con sobrasada.
La ensaimada es típica de Baleares desde hace siglos, en aquella época era sinónimo de fiestas y celebraciones, ahora en un símbolo de la región, ellos mismos la llaman "la dulce embajadora de la isla". Este producto está realizado con harina, agua, huevos, azúcar, masa madre y el ingrediente especial: manteca de cerdo. Pueden están rellenas de variedad de ingredientes como nata, chocolate, crema y algunos salados, pero las más típicas son las lisas y las de cabello de ángel.
Pescaíto Frito, Andalucía
En cada provincia de esta comunidad destaca un plato mítico: en Cádiz las tortillitas de camarones, en Sevilla los huevos a la flamenca y en Huelva las gambas, de las cuales se nutre el resto de Andalucía. Independientemente de la zona que visites, hay que probar el riquísimo pescaíto frito y el clásico salmorejo cordobés, que en verano se encuentra fácilmente en cualquier restaurante que tenga un menú casero tradicional.
El pescaíto andaluz es una fritura variada de pescado, como boquerones, chopitos, chipirones, calamares, gambas y langostinos, rebozados en harina y fritos en aceite de oliva. El salmorejo cordobés es un plato sencillo y muy refrescante para los días más calurosos, solo lleva tomate, pan, aceite de oliva, sal y ajo. Consiguiendo el toque especial al espolverear las virutas de huevo cocido y jamón por encima.
Estos platos son bastante económicos siempre que se evite los lugares céntricos y con más afluencia de turistas.
Rape a la Rusadir, Ceuta y Melilla
Las ciudades autónomas españolas en continente africano tienen influencia árabe en su gastronomía, un ejemplo es el cuscús y el msemen, aunque su plato más popular es la cazuela de rape aromatizado. El rape está acompañado de un sofrito de comino, carne de ñora, ajo, zanahoria, tomate, pimiento y pimentón. El rape se sazona, se pasa por harina y se fríe ligeramente ante de añadir el sofrito con los guisantes por encima. ¡Toda una delicatesen!
Ibéricos, Extremadura
La tierra de los conquistadores tiene muchos platos típicos aunque algunas veces se confunden con los de Andalucía por su proximidad. Las migas extremeñas, bacalao en salazón, las berenjenas caseras en vinagre, el gazpacho pero con pan, yema de huevo y pimentón y el ajo blanco, elaborado con pan, almendras molidas, agua, aceite de oliva sal y vinagre son algunas opciones que no te puedes perder por Badajoz y Cáceres.
En los meses de verano los extremeños preparan recetas propias de la zona como el cojondongo, precursor del gazpacho actual. Este plato tiene sus raíces en el campo, cuando los agricultores y ganaderos se preparaban algo rápido y refrescante a media mañana con lo primero que tenían a mano: agua fría, vinagre, aceite, ajo y pan. Actualmente se le añade también cebolla, tomate y pimientos.
No hay que olvidar los manjares ibéricos, las olivas y el fantástico queso de untar de la torta del Casar y de la Serena, ingredientes muy utilizados en la cocina extremeña.
Zarangollo, Región de Murcia
En Murcia resaltan sus platos con productos frescos del mar como el caldero del Mar Menor, hecho con arroz caldoso, ajo, tomate y pescado, pero su plato estrella proviene de la huerta, el zarangollo: revuelto de huevo elaborado con calabacín, huevo y cebolla.
Paella, Comunidad Valenciana
La gastronomía valenciana es la mayor exponente de la cocina mediterránea, sus típicos arroces y su envidiable paella encandila a españoles y a extranjeros. No es difícil dejar atrás las fronteras y encontrar en cualquier país réplicas de este plato, eso sí, con innovaciones que de raras pueden convertirse en admirables creaciones vanguardistas.
En la actualidad existen muchas variaciones de paellas, tanto por sus ingredientes como por la forma de cocinarlas, se dice que la auténtica y tradicional es la que lleva pollo, conejo, alubias blanca (garrofón), judías verdes (ferradura), judías blancas y un sofrito de cebolla, ajo y tomate.
Calçots con salsa romesco, Cataluña
En esta zona del levante también abundan multitud de recetas propias de la zona. La más conocida es sin duda el pan tumaca, pan con tomate que los catalanes lo acompañan con fuet o el salchinchón catalán.
Los bikinis, que no son otra cosa que un sándwich con jamón york, ellos lo llaman jamón dulce, y queso son muy populares en cafeterías y bares. Pero, sin duda los tres platos típicos de la zona son:
La escalivada, un especie de ensalada elaborada con pimientos, berenjenas, cebollas, tomates, anchoas y aceitunas negras o verdes. Es muy común que lo pongan en los bares de tapa o de entrante en los restaurantes.
Calçots con salsa romesco, cebollas con forma de puerro que se hacen a la parrilla y se bañan en la salsa romesco hecha con tomates, pimientos, ajo, almendras, pan y aceite de oliva.
La crema catalana, postre de crema mítico cubierto con azúcar caramelizado.
Pisto manchego, Castilla-La Mancha,
La Mancha es la mejor zona para degustar el auténtico pisto, elaborado con productos de la huerta como el tomate y el pimiento y, dependiendo la región, también calabacín y berenjenas.
Uno de los platos más curiosos de la región es el atascaburras o el ajoarriero manchego, que preferiblemente se come cuando nieva por su origen. Se trata de un puré de patatas, bacalao, huevos y frutos seco.
Cocido madrileño, Comunidad de Madrid
La capital de España adopta a la gastronomía de todo el país, aunque su clásico bocadillo de calamares y los chocolates con churros a cualquier hora y época del año no defraudan a nadie.
El plato más popular y castizo de este territorio es el cocido madrileño, elaborado con garbanzos, carnes como la pechuga de gallina o pollo, tocino, morcilla y patatas. Aunque empezó siendo una comida de las clases más bajas hoy en día se prepara en cualquier restaurante de alta cocina.
Cochinillo asado, Castilla y León
Toda Castilla y León es conocida por sus ricas carnes, que dependiendo de la provincia se puede encontrar una especialidad u otra.Entre los platos más tradicionales destaca el cochinillo y cordero asado en horno de leña dentro de una cazuela de barro, es propio de la región de Segovia.
El chuletón de Ávila, el lechazo y la morcilla de Burgos, la cecina de León, torreznos de Soria y el hornazo de Salamanca son otros platos muy comunes de consumir cuando se visita alguna de las regiones de Castilla y León.
El farinato es un embutido de origen salamantino que también se consume mucho en esta zona y en Zamora y León, es similar a una sobrada.
Ternasco, Aragón
Esta Comunidad posee una deliciosa gastronomía, con diferentes especialidades según la provincia. La comida tradicional aragonesa es rica en carnes, al igual que Castilla y León, pero destacan por su ternasco. Este plato tiene su origen en el campo, como muchos de los platos del resto de comunidades, se realiza en un caldero u olla grande al fuego y puede servirse como plato principal con patatas o verduras, tapa o bocadillo.
Otros de los platos que destacan son: migas aragonesas, borrajas con patatas, pollo al chilindrón y el bacalao ajoarriero, plato legendario también de Navarra.
Pimientos rellenos de bacalao, Navarra
La gastronomía de Navarra destaca por sus verduras: la riquísima menestra de alcachofas o alcachofas con almejas, los prestigiosos espárragos de Navarra, cuya fama no solo se queda en España. Los famosos quesos de Roncal e Ideazabal, los pimientos rellenos de bacalao y la mítica chistorra, son otros de los platos típicos de la región.
Bacalao a la riojana, La Rioja
En La Rioja no todo es vino, su gastronomía es otro de los grandes atractivos de la zona. Por esta autonomía de España resalta el guiso con patatas, chorizo y pimentón, típica tapa que se sirve por todos los bares. El bacalao a la riojana o los villagodios, chuletón asado de lomo.
Pintxos, País Vasco
La gastronomía del País Vasco es la cuna de la alta cocina moderna y una de las regiones con más estrellas Michelín del país.
En esta zona se lleva el “pintxopote” el arte que tienen los vascos de probar delicias con bebidas refrescantes mientras se hace una ruta por los bares de las zonas más animadas. Los “pintxos” del País Vasco no tienen nada que envidiar a los que se pueden encontrar en el resto del país, aunque no son gratuitos. Los chefs de allí reinventan las recetas más tradicionales convirtiendo cualquier “sencillo” pintxo en una exquisitez.
Algunos de los “pintxos” más populares son el de huevo de codorniz sobre txistorra, morcilla o pimientos del padrón; y el de txangurro, centollo gratinado con cebolla fresca, vino, mayonesa, huevo duro y tomate.
Quesada, Cantabria
Poco se puede decir de la gastronomía de Cantabria que no se sepa, sus productos tradicionales son reconocidos por todos: los sobaos y la quesada pasiega y las anchoas de Santoña son los productos más consumidos y comprados como “souvenir” en la tierra de Revilla.
En esta región también es tradicional comer un guiso, el cocido montañés, hecho a base de alubias blancas, costilla adobada, panceta, berzas, chorizo, tocino y morcilla.¿Con qué plato tradicional te quedas?
Fabada asturiana, Asturias
Los asturianos son de comer platos contundentes, el mejor ejemplo la fabada asturiana servida en una gran pota: alubias blancas con chorizo, morcilla, panceta y jamón. Además también destaca el popular cachopo, el chorizo a la sidra y el queso de cabrales.
Zamburriñas, Galicia
Los orgullos gastronómicos gallegos provienen todos del mar: pulpo a Feira, las zamburriñas, vieiras, almejas de carril y la empanada de berberechos, entre otros de sus platos tradicionales. ¡Sin olvidarse de los famosos pimientos del Padrón!
Como se puede comprobar, España no escasea en recetas culinarias, lo que complica la elección del plato cuando miramos la carta de cualquier restaurante. La gastronomía es uno de los puntos fuertes de España y la causa de que muchos turistas decidan pasar sus días de vacaciones en nuestra tierra.
