Santiago Abascal no ha pasado desapercibido en las últimas horas. Y no precisamente por una cuestión positiva. Es cierto que el líder de Vox tiende a hacer declaraciones polémicas prácticamente día sí y día también, pero en esta ocasión no ha sido tanto el tono como sí la forma empleada en el discurso.

La cuanto menos llamativa escena tuvo lugar el pasado viernes, aunque ha dado la vuelta a las redes -que bastante han tardado en recuperarla para lo alerta que siempre están- en las últimas horas. En ella, el portavoz de la formación ultraderechista se encontraba arremetiendo contra el Gobierno, como suele ser habitual, por temas muy diversos, pero en un momento concreto cometió un fallo muy marcado de carácter gramatical. Dicho de otro modo, dio lo que en España se conoce como una patada al diccionario en toda regla.

“A veces somos un poco catetos”

Es curioso porque en ese mismo momento Abascal decía que “a veces somos un poco catetos”, y claro, quienes creen en el karma no han dudado en señalar que éste le jugó una mala pasada al líder de Vox por lo que vino a continuación. Para poner en contexto a la audiencia, el responsable del partido se encontraba en el atril lamentando el “adoctrinamiento” del Ejecutivo de coalición y de Pedro Sánchez respecto del idioma.

En este sentido, la cara visible de Vox afeó que el español “está amenazado en los territorios bilingües”. Para acompañar su explicación puso un ejemplo muy claro, hecho igualmente para una clase de Primaria, del estilo casi del fallo que cometería acto seguido: “Prima más el inglés y vienen los niños que saben decir el cuerpo humano en inglés y no saben decir rodilla en español porque también, a veces, somos un poco catetos”.

A renglón seguido lanzó un dardo a la Oficina del Español creada por Isabel Díaz Ayuso y de la que hasta no hace mucho formaba parte Toni Cantó. Cabe reconocer que la referencia tenía sentido dado que la imagen ocurrió durante la presentación de los candidatos madrileños a la Asamblea y al Ayuntamiento. Es decir, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith respectivamente. “Está muy bien aprender inglés, pero convendría que también se ponga en valor el español y se hagan menos oficinas”, asumía en este sentido.

El gazapo lingüístico de Abascal

Hasta ahí, y estando o no de acuerdo con las afirmaciones, todo más o menos aceptable si se considera como tal el relato construido por Vox. Pero después, las declaraciones se le hicieron bola a su líder quien, envalentonado por el acalorado aplauso de los simpatizantes reunidos en el auditorio Pilar García Peña soltó lo siguiente: “A nosotros nos han dado las gracias estos días, muchísimos representantes públicos, muchísimos colombianos anónimos que nos han parado en Madrid… que nos han escribido en las redes sociales”.

No, no ha sido un lapsus de redacción, sino un copia-pega de las palabras de Abascal, sobre las que las redes sociales no han tardado en reaccionar en tono de mofas y correcciones por doquier. Así las cosas, entre algunos de los comentarios destacan los usuarios que apuntan a “la cultura” de Vox y tachan de “analfabeto que no ha trabajado en su vida más allá de los chiringuitos” al líder de la formación de extrema derecha.